Juana Sánchez tiene 27 años y es la candidata a legisladora más joven en la provincia de Río Negro. Juana creció en la ciudad de Villa Regina, y al terminar la secundaria migró hacia la ciudad vecina de General Roca (Fiske Menuco) para estudiar la carrera de Abogacía en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Comahue. Como muchos y muchas pibas, es parte de una generación de jóvenes que empezó a militar interpelada por la cuarta ola feminista al grito del #NiUnaMenos y del #AbortoLegal, resistiendo a las políticas de ajuste del macrismo en las aulas, en las calles y en las barriadas populares. Recientemente se recibió de abogada en la Universidad Nacional del Comahue, y actualmente es presidenta del Centro de Estudiantes de la Fadecs-Fadel. Integrante del Frente Patria Grande, ella es parte de una nueva camada militante que pide espacios y busca expresarse en la Legislatura rionegrina.
El Frente Patria Grande viene desarrollando una militancia activa en distintas ciudades de la Provincia de Rio Negro, con una inserción importante en los barrios, el movimiento estudiantil, el ambientalismo y el feminismo. Además de Juana, el espacio político contará con presencia en las listas a concejales y tribunales de cuenta de Villa Regina y Viedma en las elecciones del próximo domingo.
Este domingo hay elecciones en la provincia de Río Negro. ¿Cómo ves el escenario actual?
La provincia se encuentra hoy atravesada por una coyuntura de mucha conflictividad social, trabajadores/as de distintos sectores están saliendo a la calle. Creo que este escenario da cuenta de problemas estructurales que se arrastran hace muchos años en materia de educación, salud, vivienda y trabajo, de un Estado que no ha sabido o no ha tenido la capacidad de responder a las necesidades de la sociedad rionegrina. Esto es paradójico, porque la nuestra es una provincia con muchísimo potencial de desarrollo económico y productivo, en términos de recursos naturales pero también de recursos humanos. A su vez, desde el peronismo venimos viviendo la frustración de no lograr construir un proyecto y un modelo de provincia concreto. En el contexto en el que nos encontramos es importante discutir qué modelo de provincia queremos y cómo queremos desarrollarla entendiendo que Río Negro posee grandes desigualdades y un potencial geopolítico estratégico.
¿Por qué decidieron sumarse al Gran Acuerdo Rionegrino?
El Gran Acuerdo Rionegrino viene a abrir esa instancia de diálogo, debate y trabajo serio y real sobre ese proyecto de provincia que como campo nacional y popular, peronistas y kirchneristas nos debemos en Rio Negro. Como lo ha expresado nuestro compañero Juan Grabois muchas veces, cuando se discute rosca se relega la discusión del proyecto, y nos perdemos en debates muchas veces estériles. Creo que el Gran Acuerdo viene a expresar en parte esto, la apuesta por sentarnos como kirchneristas y peronistas a construir y poner en marcha un proyecto. De nuestra parte, la apuesta por integrar el Gran Acuerdo tiene como objetivo transformar en medidas y políticas públicas concretas la agenda que venimos construyendo con la militancia hace más de 7 años en esta provincia. Venimos poniendo el cuerpo a un proyecto que tiene arraigo en distintas localidades abarcando desde el mar hasta el valle y la cordillera, y viene habitando y pisando los barrios, las calles, las instituciones educativas y los sindicatos. Somos parte de una generación que quiere ser parte, que quiere transformar la Argentina y en consecuencia esta provincia.
Además de estar en las listas provinciales vienen impulsando la candidatura de Juan Grabois a presidente ¿Cómo se viene impulsando la campaña Juan 23 en Rio Negro?
La campaña que estamos impulsando tiene el nombre de Argentina Humana porque pone en el centro a las personas, y a las desigualdades y problemáticas que tenemos que cambiar. Vemos que cada año que pasa aumenta la pobreza, menos personas acceden a los derechos más básicos, mientras aumenta la especulación, la violencia y la desconfianza en la política. La política es la forma que tenemos como sociedad para transformar la realidad y es necesario que como juventud también nos involucremos. La campaña que impulsamos busca poner en el centro al ser humano y los derechos vulnerados, en gran medida a los que nosotros llamamos la agenda de Tierra, Techo y Trabajo. Actualmente estamos recorriendo la provincia, saliendo a hablar con los vecinos y vecinas de cada lugar en el que trabajamos, además de impulsar la campaña en universidades y lugares en los que militamos. También fuimos parte en Bariloche de la recorrida por un Plan de Desarrollo Humano con Wado de Pedro, que viene realizando Juan en todo el país. Estamos convencidos que tiene que haber un candidato a presidente que represente a nuestra generación y a la agenda por la que militamos todos los días; hoy, ese candidato es, para nosotras y nosotros, Juan Grabois.
Sos parte de una fuerza joven que tiene referencias nacionales como Ofelia Fernández. ¿Qué temas consideras relevantes para trabajar desde la juventud?
Apostamos a la construcción de un programa de trabajo para Río Negro donde se incluyan nuestras demandas y agenda, como juventud y estudiantes, en la Legislatura de la provincia. El acceso y el goce del derecho a la educación superior necesita de personas que habitamos la Universidad Pública, que es uno de los espacios donde tenemos la posibilidad de planificar y soñar nuestro futuro y aportar nuestro crecimiento personal y colectivo. Para que el acceso a la educación esté garantizado es necesario que existan políticas públicas que incluyan a las juventudes. Hay que pensar políticas de acceso al trabajo para quienes egresan del secundario, medidas que permitan que las juventudes podamos alquilar mientras estudiamos, y medidas que mejoren el transporte y la accesibilidad como el boleto estudiantil. Las juventudes hoy no se sienten interpeladas por la política, y en gran medida eso se debe a la falta de políticas concretas que nos permitan tener una mirada de futuro, y poder proyectar lo que queremos hacer. El Estado tiene que acompañarnos y nuestras demandas tienen que ser parte de las políticas que se impulsen.
En relación con la educación, ¿cómo crees que es posible mejorar el acceso a la Universidad Pública en la provincia?
Con la apertura de nuevas universidades y sedes durante el kirchnerismo, hoy en el Alto Valle rionegrino la Universidad Nacional de Rio Negro cuenta con sedes en Allen, Cipolletti, General Roca, Villa Regina, Choele Choel y Cinco Saltos, mientras que la Universidad Nacional del Comahue tiene sedes en Cipolletti, Allen, Choele Choel, General Roca y Villa Regina. Esta fue una política fundamental para acercar el acceso a la educación superior a los pibes y las pibas que más les cuesta llegar. Abrir sedes es algo enorme, pero no alcanza, y menos en una provincia donde hay tanta desigualdad. Es importante que el Estado rionegrino se comprometa y genere políticas que garanticen, por un lado, la permanencia y el egreso de les pibis de las escuelas y, por otro lado, que acompañe con política pública la continuidad de las trayectorias educativas en el nivel superior. Esto implica muchas cosas que trascienden el ámbito legislativo, como lo es garantizar un salario digno a los maestros y docentes que hoy continúan con su reclamo salarial, o el acondicionamiento de las escuelas que se caen a pedazos. Pero sí hay muchas cosas que podemos discutir en la Legislatura, como es el tema de los alquileres, el transporte público y el boleto educativo gratuito. No hay Universidad Pública si no hay permanencia y egreso, hoy tenemos un servicio de transporte caro y deficiente, alquileres imposibles y estudiantes que se ven obligados a abandonar sus estudios. Creemos que es necesario que existan políticas públicas para permitir que los y las estudiantes puedan alquilar en zonas universitarias, así como también vemos fundamental que exista un boleto educativo provincial, algo que fue avanzando los últimos años en distintos lugares del país, pero aún es una deuda en nuestra provincia. Es una tarea fundamental que existan políticas públicas que posibiliten el acceso y egreso en las universidades, algo que está vinculado directamente con el mundo del trabajo y el desarrollo social, cultural, económico y técnico de la provincia que queremos transformar.
La agenda de Tierra, Techo y Trabajo es una de las consignas del espacio en el que militas. ¿Ves posible impulsar esta agenda en la provincia?
Para nosotros esta agenda se expresa en lo que llamamos el Plan de Desarrollo Humano Integral, es decir en una propuesta integral para planificar el desarrollo político, cultural, económico, social y sobre todo humano de la Argentina. Los Planes Quinquenales de Perón son un ejemplo de cómo el Estado puede planificar y resolver los problemas de la gente. Cuando el Estado no interviene y no regula lo hace el mercado, y ahí es donde nuestro país se vuelve más desigual. Si bien los contextos son diferentes y hay un debilitamiento global de la capacidad de los Estados, creemos que nuestra agenda se puede impulsar y acompañar con una fuerte organización comunitaria. De alguna forma este plan tiene un sustento real en experiencias de organización comunitaria, centrándose sobre todo en la agenda de Tierra, Techo y Trabajo, en las experiencias de cooperativas organizadas, y en políticas públicas que tenemos desarrolladas con nuestros equipos de trabajo. El Plan de Desarrollo Humano Integral busca crear puestos de trabajo, poblar la Argentina para salir de la fuerte centralización urbana, pone en el centro la reactivación de la producción y el transporte, así como busca incorporar las dimensiones del feminismo y lo ambiental para pensar integralmente la Argentina que queremos construir. Desde nuestras construcciones aportamos a construir este plan en toda la provincia, desde las barriadas, cooperativas, universidades, y en cada lugar que nos toca militar.
El voto joven fue una medida importante en la participación y ampliación de derechos de las juventudes. ¿Cómo ves este tema en la provincia?
Es un tema que hay que pensar desde múltiples dimensiones; es decir, yo no creo que las juventudes de nuestra provincia sean juventudes de derecha, las juventudes rionegrinas se organizan en la economía popular, en el movimiento estudiantil, las juventudes cuidan, discuten desde el feminismo y el ambientalismo alternativas posibles a este mundo injusto y desigual que nos toca habitar. En ese marco, creo que es una tarea de primer orden que las organizaciones construyamos agendas pertinentes que busquen interpelar esas juventudes, ya que hay toda una generación que quizás se acercó un poco a la política a partir de las discusiones del 2015, vivieron las consecuencias de un gobierno neoliberal y quizás esas mismas juventudes se ilusionaron con la esperanza que construimos en el 2019 y que nos dio una victoria electoral pero que, cuatro años después, no le cambió la vida a los pibes y pibas. Es posible ante ese escenario, que en esa sucesión de desilusiones se perdió un poco la manija de querer transformar este país y sectores de derecha liberal con discursos extremistas están captando a esas juventudes sobre todo desde el enojo y la irreverencia. La rebeldía es un espacio que siempre fue nuestro, de las juventudes del campo nacional y popular, somos hijas/os de la juventud de las grandes gestas heroicas de nuestro país, por eso me parece que tenemos que estar, hay que ser pertinente con las agendas y con las propuestas, volver a abrir el juego para que los pibes y pibas seamos parte de la discusión del país y de la provincia que queremos. Tenemos cosas para decir y para aportar, y sobre todo sabemos que no somos el futuro, somos el presente y esto está ahora y siempre en nuestras manos.
