En un contexto de crisis ambiental, la necesidad de discutir la transición energética y la descarbonización de la economía es clave. Por esa razón, el diputado del Frente de Todos y dirigente de la Corriente Clasista y Combativa Juan Carlos Alderete presentó en el Congreso un proyecto que propone declarar al litio como recurso natural estratégico.
“Esto va a permitir que el Estado tenga la prioridad en la compra. Las provincias van a seguir siendo dueñas de los recursos y con poder de negociación. Las concesionarias van a tener las mismas ganancias. Lo que va a permitir es profundizar la investigación de este recurso tan necesario que incluso se lo llama oro blanco”, dijo Alderete a El Grito del Sur.
El texto declara “de interés público la exploración, explotación, concesión de explotación, industrialización y todos los actos relativos al litio y sus derivados”; el Estado nacional “tendrá la primera opción para adquirir el litio extraído en nuestro país” y luego las empresas extranjeras concesionarias “tendrán el derecho sobre el mineral excedente que extraigan y podrán comercializarlos”. También otorga la posibilidad de que el Ejecutivo -aviso al Congreso mediante- frene las exportaciones litíferas en casos de urgencia.
“Es imprescindible que tomemos en nuestras manos la defensa de nuestra soberanía, protejamos los intereses nacionales referidos a este recurso natural estratégico y avancemos en medidas concretas que permitan la industrialización en origen con los debidos resguardos ambientales y de respeto a los pueblos originarios. Esto no sólo es necesario, sino que es posible”, fundamenta la iniciativa.
El marco regulatorio en Argentina
Argentina, junto a Bolivia y Chile, forma parte del “triángulo del litio”, donde se encuentra el 85 por ciento de las reservas mundiales del mineral. La actividad minera en el país no está regulada en la Constitución, sino en el Código de Minería de 1986 y en la Ley de Inversiones Mineras de 1993.
“Esa construcción legal impide que el Estado nacional explote las minas de litio. No impide que haga exploración, pero en la medida en que descubra reservas tiene que llamar a licitación y cederlo a la actividad privada. Hay un límite para que el Estado opere”, describió Sergio Páez, investigador en la Universidad Federal de Río de Janeiro, doctor en Economía e integrante del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), que presentó un informe para proponer de qué manera el Gobierno argentino podría incrementar su participación en el sector litífero.
“Nosotros ya veníamos discutiendo el tema del litio a nivel regional. Hablamos con los gobiernos de México y Bolivia y sacamos un panorama del litio en la región -detalló el especialista en diálogo con este medio-. En una comparación que hicimos del marco regulatorio, Argentina es el país con el marco más flexible y donde el sector privado tiene más concesiones, incluso comparado con Chile, que es un país liberal, pero tiene Codelco (Corporación Nacional del Cobre), que regula el cobre y también el litio”.
El marco actual permite que las empresas privadas tengan: estabilidad tributaria por 30 años en impuestos directos, tasas y contribuciones impositivas; deducción del 100 por ciento en Impuesto a las Ganancias por gastos de inversión en prospección y exploración; devolución del IVA en compra de bienes o servicios; exención del pago de aranceles para bienes de capital e insumos y un tope en la tarifa de la regalía del 3 por ciento del valor boca-mina del mineral extraído.
“Es un porcentaje notablemente bajo. A nivel internacional llega al 30 por ciento. Y si se lo compara dentro de Argentina, el petróleo paga entre el 12 y el 18 por ciento”, señaló Páez.
Si bien el anteproyecto de Alderete no modifica este canon, el diputado oficialista aseguró que la iniciativa -y así figura en el texto- promueva la discusión acerca de las leyes actuales que regulan la actividad.
Quiénes explotan el litio hoy
“Hoy hay dos minas de litio en producción y otras 18 en evaluación. Esas dos minas responden a dos proyectos, uno de Toyota y otro de Livent, una empresa estadounidense vinculada a Elon Musk -explicó Páez-. YPF está trabajando en un proyecto para producir baterías de litio en La Plata y Catamarca, pero tiene dificultad para obtener la materia prima porque la explotación está en manos de estas dos empresas. El Estado no consigue avanzar por no tener acceso a un recurso estratégico en el marco de una corrida internacional para ver quién puede desarrollar la tecnología vinculada al litio”.
Esta semana, además, la empresa Livent anunció su fusión con la australiana Allkem -que en Argentina realiza la explotación de litio junto a Toyota- para formar NewCo, un gigante valorizado en 10.600 millones de dólares y que coloca a la nueva compañía entre las cinco principales productoras de litio del mundo.
Livent opera el proyecto Fénix en el Salar del Hombre Muerto en Catamarca desde 1998. Allkem, en cambio, exporta carbonato de litio desde 2016 desde la mina de Olaroz en Jujuy y busca aumentar la producción en ese salar, al tiempo que cuenta con un proyecto en etapa de estudios iniciales en Cauchari (Jujuy) y de construcción en Sal de Vida (Catamarca).
Por su parte, Alderete señaló que “en la investigación previa que hicimos con el equipo de profesionales y técnicos descubrimos que cuatro de los mayores fondos de inversión del mundo son dueños de las empresas que producen litio en la Argentina. Los beneficiarios son ellos, el litio se conoce poco, pero en los últimos años se convirtió en uno de los minerales que más interés genera”.
La oportunidad de avanzar en dos frentes
Al igual que sucede con las otras ramas de la minería, los salares forman parte de territorios ancestrales de pueblos y naciones originarias. Tanto Alderete como Páez remarcaron la importancia de mantener instancias consultivas.
“Chile anunció la estatización del litio. Bolivia tiene una empresa hace diez años. El diálogo con ambos países permitiría reformar las técnicas de explotación y avanzar hacia métodos mejores y más comprometidos con el ambiente”, señaló el especialista de Celag.
Y añadió: “Si se pone el objetivo ambiental, no solo guiándose por la renta, podríamos estar ante la oportunidad de avanzar en dos frentes: el boom económico y generar emprendimientos productivos con tecnología autóctona que sea respetuosa con las condiciones del área”.
Según Alderete, declarar el litio como recurso estratégico traería beneficios económicos ya que se podría industrializar y “combinar provincias extractivistas con provincias industrialistas” y eso “deriva en mano de obra argentina”. “Lo que más me interesa es que se debata. Voy a proponer tratarlo sobre tablas para que quede blanco sobre blanco quiénes defendemos los recursos nuestros y el bienestar de argentinas y argentinos y quiénes defienden a las corporaciones”.
