Hace casi un mes que había ojos puestos en el 16 de mayo después de que las mesas políticas del Frente de Todos dejaran trascender que en esa fecha habría alguna definición respecto a las candidaturas. Pero mientras se celebraba el Congreso nacional del Partido Justicialista en Ferro, entre cánticos que clamaban por “Cristina presidenta”, un tuit partió el encuentro como un rayo. “A los compañeros y compañeras…”, escribió Cristina Fernández de Kirchner y acompañó el mensaje con una carta en la que reiteró la decisión de no ser candidata.
El Congreso del PJ -que no contó con la presencia de su presidente, Alberto Fernández- había sido convocado para las 14 hs, pero comenzó alrededor de las 17:25 y terminó en menos de una hora. La conclusión de los 498 congresales fue trazar una estrategia del Frente de Todos (FdT) para las próximas elecciones, en busca de un armado “bien amplio” que convoque y unifique a la mayoría de los sectores del campo popular.
Ya diluida su fuerza por la marcha del 25 de mayo convocada para “romper la proscripción” que pesa sobre Cristina, el encuentro parece haber quedado reducido a una foto y a un lugar que concentró a figuras de la política que cuando entraron al microestadio del barrio de Caballito dialogaban con medios de comunicación para decir si apoyaban una potencial candidatura de la vicepresidenta o si preferían que le candidate se definiera “por consenso” o en una PASO. A la salida, los mismos dirigentes opinaban sobre la carta de Cristina, incluso sin haberla leído por completo.
“No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al Peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral”, sostuvo CFK en su texto.
Además, la vice señaló que así como el máximo tribunal suspendió las elecciones en San Juan y Tucumán “no tengan dudas de que lo harán contra mi persona con el fin de evitar que el Peronismo pueda participar del proceso democrático, o bien debilitarlo, conduciéndonos a un callejón sin salida”.
La decisión de la expresidenta remite a lo que sucedió en Brasil con Lula da Silva en 2018 que, víctima del lawfare, tuvo que entregarse para ir preso, lo que le impidió presentarse como candidato a las elecciones presidenciales de ese año en las que era claro favorito. El Partido de los Trabajadores se vio obligado a nombrar rápido a Fernando Haddad como su sucesor, pero no logró capitalizar el apoyo social del dirigente metalúrgico y perdió en las urnas contra el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Pero a pesar de la carta, integrantes del peronismo insisten con la posibilidad de que Cristina sea candidata. “Hay que trabajar y mucho para que las condiciones de la Corte no le impidan ser candidata o no la bajen”, dijo José Luis Gioja a la salida del Congreso y llamó a “no perder las esperanzas”. Y no fue el único.
La movilización del 25 de mayo, cuando se conmemoran los veinte años de la llegada a la presidencia de Néstor Kirchner, era vista como el escenario propicio para “romper la proscripción” y que Cristina anunciara su deseo de buscar un tercer mandato presidencial. El diputado del FdT Eduardo Valdés vaticinó incluso que la vicepresidenta iba a estar presente y que “creo que va a decir que será candidata”.
Otros integrantes del sector duro del kirchnerismo que impulsaron el “operativo clamor” aseguraron que la marcha del 25 de mayo se mantiene. “La marcha no se suspende; al contrario, hay más ruido, más fuerza, más compañeros enganchándose. Ahora más que nunca con ella. Nosotros vamos para adelante y esta tarde nos vamos a reunir en SMATA para preparar la movilización”, aseguró Mario Secco, uno de los principales dirigentes detrás de la iniciativa.
Y añadió: “Cristina Kirchner, que es la persona que nos conduce, tendrá que decirnos a toda la militancia cuál es el camino a seguir porque si no lo hace, esto no se ordena. No hay ordenamiento posible si no lo dice ella”.
