Dirigenta nacional del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), nacida en Córdoba pero radicada desde hace tiempo en la Ciudad de Buenos Aires, Celeste Fierro encabeza la lista de legisladores porteños por el sector que lleva como precandidata a jefa de Gobierno a Vanina Biasi. Junto al Partido Obrero, el MST busca desafiar en las PASO del 13 de agosto el liderazgo de Nicolás del Caño y Myriam Bregman (ambos del PTS).
En una entrevista con El Grito del Sur, Fierro dio a conocer sus principales propuestas para una Legislatura ampliamente dominada por JxC, el mensaje hacia el resto de la izquierda con la alianza MST-PO, el balance sobre los casi 16 años de gobiernos Pro en la Ciudad y hasta por quién se inclinaría en caso de un ballotage entre Jorge Macri y Leandro Santoro.
¿Cuáles son los principales debates que buscás llevar a la Legislatura porteña en caso de obtener una banca a partir de diciembre?
El primer debate tiene que ver con cómo volvemos a poner a las y los trabajadores de la salud en el primer escalón de reconocimiento, en especial a la enfermería. En la Ciudad de Buenos Aires van a cumplirse cinco años que dejaron a la enfermería por fuera de la carrera profesional. Eso hace que no tengan un reconocimiento salarial, laboral ni profesional golpeando sus condiciones de trabajo no solamente en relación al ingreso sino también a la exigencia que tienen. Nosotros estamos recorriendo una gran cantidad de hospitales y centros de salud, donde es una constante la falta de personal. Además, hoy una enfermera no llega a un salario de 200 mil pesos y carece de beneficios que sí poseen otros profesionales dentro de los hospitales públicos. Este proyecto ya lo estamos impulsando a través de la legisladora Vanesa Gagliardi. También podemos mencionar otros temas, como los trabajadores del Estado que se encuentran completamente precarizados y por ello se precisa un real aumento del salario, y la necesidad de ponerle un fin al negociado de las inmobiliarias. Hay un problema habitacional enorme en la Ciudad.
¿Qué significado tiene la alianza con el Partido Obrero en tiempos donde recrudece la interna en el FIT con visiones que los distancian principalmente del PTS?
Esta alianza es un paso importantísimo en función de los debates que creemos que hay que dar dentro del Frente de Izquierda-Unidad. Qué izquierda hace falta construir y fortalecer, fundamentalmente para el país que se viene. Son debates que se tienen que hacer con la tranquilidad de que en octubre vamos a ir todos juntos. La lista que logramos construir con el Partido Obrero, que en la Ciudad lleva a Vanina Biasi como precandidata a jefa de Gobierno, tiene un planteo central: cómo hacemos para fortalecer al FIT-Unidad para una alternativa que esté de forma conjunta dando respuesta todo el año a todos los hechos políticos de trascendencia en nuestro país y en la Ciudad, no cada dos años para las elecciones. Todos los debates hay que darlos de cara a la militancia convocando a otras organizaciones porque no se pueden tomar las decisiones entre cuatro paredes y tampoco podemos permitirnos que nos dirijan las encuestas como parece que sucede en otros espacios. Nosotros propusimos alternativas para tener una lista unitaria y realizar un enorme plenario con toda la militancia, pero los compañeros del PTS se negaron a participar.
Tanto el Partido Obrero como el MST tienen presencia en las organizaciones piqueteras. ¿Esa es la principal diferencia que tienen hoy en día con el PTS?
Es una de ellas, pero la diferencia no es tener participación o no sino cuál es la caracterización y la definición política que tienen los compañeros en relación a las organizaciones sociales. Y la principal diferencia está en si queremos una organización que sea convocante, democrática y diversa, que no sea únicamente electoral. Creo que ahí está lo fundamental en relación con las diferencias que hoy tenemos, aunque sí compartimos el programa del Frente de Izquierda-Unidad.
¿Qué balance hacés de los casi 16 años de gobiernos Pro en la Ciudad de Buenos Aires? Cuando caminás las calles, ¿sentís un apoyo hacia la gestión de Larreta?
Lo que siento cuando recorro los hospitales, las escuelas y los distintos barrios es justamente lo que no ha hecho la gestión del macrismo en estos 16 años. La ciudad más rica del país es también la más desigual. En salud pública, por ejemplo, cayó enormemente el presupuesto en el último período. En educación pasó exactamente lo mismo. En ese sentido, los sectores con los que nos organizamos repudian y enfrentan día a día las políticas que ha llevado adelante Larreta y el Pro en general, gobernando la Ciudad como si fuera una empresa y utilizando el marketing para seguir manteniéndose en el poder. También hay que destacar la responsabilidad de la falsa oposición o el falso progresismo, que durante años -cuando el gobierno de Larreta no tenía mayoría como ahora- negoció leyes con el macrismo como ha sido el Pacto Pro-K. Tenemos que pelear por una Ciudad digna de ser vivida.
¿Cuál es tu visión sobre la interna entre Jorge Macri y Martín Lousteau?
Se están peleando por la caja y la administración de la Ciudad. Son dos sectores que representan el mismo espacio político, las mismas decisiones y el mismo modelo de Ciudad. Cualquiera de los dos son más de lo mismo, independientemente de que estén en una interna para ver quién se queda con la administración porteña.
¿Por qué ni el kirchnerismo ni la izquierda lograron en este tiempo generar una alternativa real al macrismo en la Ciudad?
En relación al kirchnerismo y el peronismo, siempre han terminado siendo parte de los negociados con el propio Gobierno de la Ciudad. En relación con la izquierda, lo que hemos logrado en el último período es ir creciendo en función de lo que representábamos en la Ciudad. De hecho, en la última elección conquistamos una banca en la Cámara de Diputados, cuestión que no sucedía desde hacía muchos años. El mayor desafío que tenemos es seguir creciendo en cada uno de los barrios, en los lugares de trabajo y estudio. La izquierda tiene una fuerza enorme en la Ciudad, lo que tenemos que lograr es que esa fuerza se exprese de forma conjunta todo el año y no solamente para las elecciones.
¿Cómo se resuelve un problema urgente como las dificultades de acceso a la vivienda en CABA que afecta particularmente a la juventud?
Lo primero es terminar con la especulación inmobiliaria, con los negocios del Gobierno de la Ciudad encabezados por IRSA. Están entregando nuestros espacios verdes públicos para seguir haciendo negocios privados. Por eso creemos necesario poner un impuesto a la vivienda ociosa y también debe aprobarse una ley de alquileres sociales, donde el Estado también sea garante y existan créditos a tasa cero para poder alquilar así como un plan de vivienda para aquellas familias que pueden acceder a su casa propia. Hoy el Gobierno de la Ciudad no tiene ninguna política para dar respuesta a esa problemática.
Si llegara a haber un ballotage entre Jorge Macri y Leandro Santoro, ¿desde tu espacio llamarían a votar en blanco o apoyarían al candidato kirchnerista?
No hemos discutido eso, pero lo que sí decimos es que no vamos a apoyar a ningún sector que tenga políticas en contra de los trabajadores. Santoro y el kirchnerismo se presentan como si la Ciudad fuera una isla y fueran un partido vecinal, pero son parte responsable del ajuste brutal que actualmente sufre nuestro pueblo.
¿Qué tareas tiene la izquierda para convertirse en alternativa a nivel nacional y no quedarse como en 2019 en una posición minoritaria?
La tarea fundamental es la que estamos realizando, que es poner en debate cómo logramos transformarnos en esa fuerza convocante que actúe todos los años de forma conjunta y que sea abierta a todos los debates con los distintos sectores, partiendo por supuesto de nuestro programa. Nos quieren hacer creer que la sociedad está dividida en dos o ahora en tres, pero en verdad son todos parte de un mismo proyecto que es seguir garantizando las ganancias de unos pocos mientras nuestro pueblo está cada vez peor y más precarizado. Desde la izquierda queremos tener una economía planificada al servicio de las grandes mayorías, eso puede suceder rompiendo con el Fondo Monetario Internacional y avanzando en la nacionalización del comercio exterior, que no sean los bancos quienes decidan. Podemos vivir dignamente, pero hay que tocar los intereses de los que más tienen.
