En 1982, después de haber sido ministro de Economía dos veces (y de dos gobiernos distintos), Alvaro Alsogaray fundó la Unión del Centro Democrático (Ucedé), fuerza política que en Argentina promovió las ideas liberales-conservadoras que estaban en boga dentro de potencias extranjeras. Aunque hoy quedó reducido a un mero sello de goma (a pesar de que en estas PASO se presentarán con un precandidato presidencial después de 34 años), el partido estuvo integrado por personas que marcaron y marcan el escenario político nacional desde un mismo origen y trayectorias heterogéneas.
El precandidato a presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, y el exvicepresidente Amado Boudou son, quizás, las figuras más actuales del oficialismo que dieron sus primeros pasos en la política en las filas de la Ucedé.
El actual ministro de Economía comenzó su militancia en el partido fundado por Alsogaray cuando todavía estaba en el secundario. Pero en 1994, a los 21 años, ingresó al peronismo de la mano del dirigente sindical Luis Barrionuevo.
Unión para la Apertura Universitaria, cuna de la “economía bullish”
En 1983, un joven Carlos Maslatón fundó la Unión para la Apertura Universitaria (UPAU), una organización que llevaba el slogan de “la nueva derecha” y que se convirtió en el brazo estudiantil de la Ucedé. Por sus filas pasaron el extitular de la AFIP Ricardo Echegaray y el diputado Emilio Monzó, entre otros.
Hoy conocido por sus habilidades tuiteras y su denuncia al líder de La Libertad Avanza, Javier Milei (por la supuesta venta de cargos), Maslatón fue electo concejal de la Ciudad de Buenos Aires por la Ucedé en 1987. Después de ese mandato, dejó la actividad política para dedicarse al mundo de las finanzas hasta que decidió integrar Unión por Todos, un partido creado por la precandidata a presidenta de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich. En 2013, el abogado desató una polémica por un posteo en Facebook en el que opinaba que productores agropecuarios debían evadir impuestos.
Ya durante la pandemia, Maslatón alentó a incumplir el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) y se acercó al movimiento libertario, donde pidió (sin éxito) disputarle una interna a Milei.
María Julia y Adelina
La Ucedé se presentó por primera vez a las elecciones en 1983, cuando el radical Raúl Alfonsín ganó la presidencia, y Alsogaray llegó al Congreso de la Nación. En las legislativas de 1985, fueron electos diputados su hija, María Julia Alsogaray, y Federico Clérici, mientras que en 1989 lograron ingresar a la Cámara baja Rafael Martínez Raymonda, Jorge Aguado, Luis Fernando Herrera y Adelina Dalesio de Viola, quien ya había ejercido como concejal de la Ciudad de Buenos Aires y había propuesto, entre otras cosas, privatizar el Teatro Colón.
El giro neoliberal del gobierno del expresidente Carlos Menem habilitó el ingreso de la Ucedé a la administración. María Julia fue designada interventora de la telefónica Entel y la siderúrgica Somisa, en el proceso de privatización de las empresas estatales, y en 1991 fue puesta al frente de la recién creada Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano, cargo desde el que prometió la limpieza del Riachuelo en mil días.
Alsogaray fue una de las funcionarias más identificadas con la corrupción del menemismo con cinco causas y tres condenas, una de ellas por enriquecimiento ilícito. Dalesio de Viola también fue investigada: en 1994 Rodolfo Terragno la denunció por haber transferido fondos del Banco Hipotecario Nacional a paraísos fiscales, siendo ella presidenta del organismo. Sin embargo, fue sobreseída en 1998.
Al contrario que María Julia, que falleció en 2015, Dalesio de Viola se retiró rápidamente del escenario político. Su hija mayor, Valeria Viola, fue nombrada por el expresidente Mauricio Macri como directora de Asistencia Institucional Regional de la Dirección Nacional de Políticas Regionales (cargo que ejerció entre 2016 y 2018) y luego formó parte del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. Además, dirige la Fundación Bases Republicanas, una ONG ligada al macrismo que, entre sus últimas movidas, se presentó ante la Justicia para rechazar el sobreseimiento de la vicepresidenta Cristina Kirchner en la causa conocida como “la Ruta del Dinero K”.
Albamonte y su elefante
Alvaro Albamonte se acercó por primera vez a la Ucedé en un acto partidario de 1982, cautivado por las ideas liberales. Aunque ahora se dedica a la actividad privada, Albamonte ganó notoriedad en los medios de comunicación subido al lomo de un elefante en medio de las calles porteñas como estrategia de campaña de las elecciones legislativas.
En una entrevista que dio a La Nación, Albamonte recordó el episodio: “Quería dimensionar el tamaño del Estado. Vestimos al elefante con una sábana que tenía los nombres de las empresas estatales escritos. Y avisamos a todos los medios que “el día sábado al mediodía, un dirigente de la Ucedé -sin decir mi nombre porque a mí no me conocía nadie- iba a estar en Cabildo y Juramento subido en un elefante”. Los radicales, que fueron muy ingenuos en esas cosas porque entraron ‘como un caballo’ en todas las que les hice, mandaron todas las cámaras”.
