La iniciativa de Javier Milei de cerrar el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) impactó fuertemente en la comunidad científica y trajo repercusiones en todo el arco político. «Que la Ciencia y la Tecnología queden en mano del sector privado», disparó el candidato presidencial de La Libertad Avanza en una entrevista televisiva. La primera en responder fue la presidenta del Conicet, Ana Franchi, quien habló del vínculo entre este organismo y la comunidad, y la labor desarrollada durante la pandemia con la producción de barbijos e insumos de todo tipo que inclusive llegaron a otros países.
El Conicet fue fundado el 5 de febrero de 1958, bajo la dirección de Bernardo Houssay (Premio Nobel de Medicina), con la mirada puesta en la investigación en Ciencias Biológicas y de la Salud. No obstante, quien dio el primer impulso a un organismo de este tipo fue Juan Domingo Perón con la creación del CONITYC, cuya implementación estaba ligada a las necesidades del primer plan quinquenal y por ello fue desmantelado tras el golpe de Estado de la autodenominada Revolución Libertadora.
Durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), se puso fin a una política de crecimiento y expansión del Conicet, y el recorte presupuestario llevó a que el gasto total del Estado en Ciencia y Técnica fuera del 1,11% al finalizar su mandato, mientras que en 2015 era del 1,45%. Cabe recordar que, a finales de 2016, la sede del Ministerio de Ciencia fue ocupada en reclamo por casi 500 científicos que habían sido excluidos del Conicet. Con un posible desembarco de Javier Milei a la Casa Rosada, la comunidad científico-tecnológica se encuentra en alerta y teme por su futuro. Milei llegó al punto de comparar el Conicet con la NASA: «Hoy el Conicet tiene 35 mil personas, la NASA tiene 17 mil. Me parece que el Conicet no produce en línea con lo que produce la NASA».
Las declaraciones del referente libertario no tuvieron respaldo siquiera en otros sectores de la derecha. Su contrincante de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, aseguró que «la ciencia es fundamental» y remató: «El mundo del Conicet tiene que estar ligado al mundo de la producción y el conocimiento». En tanto, la científica Sandra Pitta -otrora candidata a diputada de Juntos por el Cambio- señaló que «no tiene pies ni cabeza» eliminar el Conicet, «un organismo que es muy valioso para Argentina y en los últimos años se ha partidizado, pero sigue siendo un organismo de los más meritocráticos».
Respuestas desde el sector científico
En diálogo con El Grito del Sur, el investigador Jorge Geffner definió al Conicet como «la principal institución científico-tecnológica del país». «Abarca temáticas muy distintas. Lo contrastante y hasta ridículo de las declaraciones de Milei es que incluso en los países que él dice admirar hay una inversión fuertísima y creciente del Estado en el desarrollo científico. Nosotros estamos rozando el 0,35% del PBI en cuanto a inversión en Ciencia, pero países supuestamente admirados por Milei como Estados Unidos e Inglaterra están arriba del 2%», señaló el reconocido inmunólogo.
«Hoy tenemos poca inversión en Ciencia y necesitamos más. El desarrollo de las naciones en este siglo tiene que ver con la competencia en el terreno científico y tecnológico, por lo que decir que el Conicet sobra es un pensamiento prehistórico que compromete el destino del país», agregó Geffner. Por su parte, Juan Manuel Sueiro -trabajador del Conicet y secretario administrativo de ATE Capital- cuestionó que «Milei tiene un profundo desconocimiento de la producción científica no sólo del Conicet sino de los 16 organismos que componen el sistema científico argentino». «Quiero reivindicar a todos los trabajadores del Conicet que fallecieron durante la pandemia, más de 60 institutos estuvieron en la Unidad Covid-19 y desarrollaron kits de atención rápida, métodos de clasificación, entre otras El Conicet también aporta a muchos procesos de desarrollo industrial, como la semilla de maíz que resiste a la sequía», sumó Sueiro.
Avances recientes del Conicet
Entre los últimos hallazgos del Conicet, que revelan su jerarquía y prestigio internacional, podemos destacar los siguientes: la vacuna argentina ARVAC Cecilia Grierson contra el Covid, que fue elogiada por la revista Nature Communications debido a su fuerte respuesta inmune contra las variantes Ancestral, Gamma, Delta y Ómicron de SARS-CoV-2; un nuevo hallazgo para el tratamiento del cáncer basado en la importancia clínica de mecanismos de resistencia a terapias anti-angiogénicas en pacientes con melanoma; el Laboratorio de Baterías de Litio; el lanzamiento de la empresa Cannabis CONICET que tiene como misión «consolidar la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial en la región»; y las semillas HB4 de soja y trigo resistentes a la sequía.
