«La sociedad no se ha derechizado, son los dirigentes quienes se están volviendo conservadores»

🗣️ Concejala de Rosario y fundadora de Ciudad Futura, Caren Tepp analiza el buen resultado obtenido en las elecciones municipales, la construcción política junto a sectores peronistas y el escenario nacional con el ascenso de Milei.

Caren Tepp es referenta de la generación joven -hoy treintañera- que se insertó en la política por fuera de las estructuras tradicionales y que decidió construir algo nuevo. Junto a Juan Monteverde y otrxs compañerxs, fundó Ciudad Futura en la Ciudad de Rosario con la mirada puesta en la construcción político-barrial y el foco en mejorar la calidad de vida de los sectores populares. Hoy, tras la elección municipal en que conquistaron el corazón de casi la mitad de las y los rosarinos, se convirtieron en la principal oposición a Juntos por el Cambio y el presente les invita a pensar en grande.

En una entrevista telefónica con El Grito del Sur, Tepp analizó el gran resultado obtenido en las elecciones a intendente de Rosario, la construcción política junto a sectores peronistas -entre los que se encuentra el Movimiento Evita- y el escenario a nivel nacional con el ascenso de Javier Milei.

Casi la mitad de los rosarinos y las rosarinas dieron su respaldo a la lista encabezada por Juan Monteverde, que estuvo muy cerca de ganar la intendencia. ¿Qué balance general hacen de una elección tan pareja?

El análisis es muy positivo, estamos hablando de que se perdió una elección por muy poquitos votos pero, sin lugar a dudas, se ganó con el crecimiento de una nueva fuerza plural, diversa y potente en la ciudad de Rosario que fue respaldada por casi la mitad del electorado. Tuvimos que enfrentarnos a un aparato estatal que se puso en funcionamiento para conservar el poder. Fue un resultado esperanzador y estamos seguros que acá no terminó nada, sino que arranca todo. Se trata del nacimiento de una nueva opción y alternativa de gobierno para Rosario.

Ciudad Futura tiene una tradición de izquierda, con militancia popular en los barrios y autonomía política. ¿Hoy cómo se definen políticamente y cuál es su vínculo con el peronismo?

Lo que hemos hecho hace 10 años fue crear un partido político independiente, porque veníamos de una militancia social y barrial sin sentirnos representados por ninguno de los partidos políticos tradicionales, no tanto por sus banderas de lucha sino por sus formas de construcción política. En todo este tiempo nos dedicamos a hacer crecer un instrumento político que, de alguna manera, tuviera un cambio en las formas de construcción, más horizontales y democráticas, con participación protagónica de la gente en las decisiones y en la materialización de nuestros proyectos a través de distintas iniciativas. Ese recorrido fue creciendo muchísimo en la ciudad de Rosario y, al día de hoy, Ciudad Futura es el bloque más grande dentro del Concejo Municipal y la principal oposición. Frente a la crisis social y económica que atraviesa el país y la crisis de violencia, teníamos que ser capaces de juntarnos con aquellas militancias que venían de otras tradiciones políticas pero que, sin lugar a dudas, compartíamos un piso común de formas de construcción, ideales o proyectos de ciudad con el objetivo de hacer nacer algo nuevo. En ese marco, nació «Rosario sin miedo» que incluye a militantes que vienen del peronismo y del propio progresismo, que hasta hace poco participaban del Frente Progresista en Rosario pero que lo abandonaron ante la decisión de sus dirigentes de aliarse con el PRO. Decidimos crear este nuevo espacio recuperando lo mejor de distintas tradiciones y por eso la gente apostó por una nueva generación.

Una de sus principales consignas fue «construir una Rosario sin miedo». ¿Qué interpretación hicieron sus votantes de esta propuesta teniendo en cuenta el avance del narcotráfico, la cantidad de homicidios y la presencia de otras modalidades delictivas?

Para nosotros no es una consigna, sino una convocatoria, porque estamos convencidos de que ahora, ya pasadas las elecciones, la invitación sigue siendo la misma: construir una Rosario sin miedo. No le hablamos solo a la política, sino a la sociedad en su conjunto. Cuando decimos Rosario sin miedo, no hablamos solamente de inseguridad y narcotráfico, ya que nos referimos también al miedo de vivir en una sociedad con mucha incertidumbre que no sabe si va a poder renovar el alquiler o sostener el trabajo. Entonces trabajar la idea del miedo es la posibilidad de que, a través de la organización, podamos compartir miradas sobre estos temas. El miedo puede operar de dos maneras: si no encontramos una salida, nos paralizamos y aislamos cada vez más; o, como hicimos en la ciudad de Rosario, podemos poner en común una perspectiva de futuro y un camino para transformar este miedo en esperanza. Sin lugar a dudas, el apoyo que hemos logrado habla de que hay una gran parte de la sociedad que quiere salir de esta crisis con más política, democracia y participación, y no -por el contrario- con salidas autoritarias como sucede a nivel nacional.

Caren Tepp

Si uno mira en retrospectiva el desarrollo de Ciudad Futura, se encuentra con que arrancaron de abajo y hoy son la principal oposición en una ciudad tan importante como es Rosario. ¿Por qué crees que fueron vistos como una opción alternativa y novedosa más allá de haber tejido alianzas con sectores peronistas más tradicionales?

Yo no le llamaría tejer alianzas, justamente lo que estamos haciendo es hacer nacer y crecer algo nuevo, con otras lógicas de construcción y otras prioridades, con la posibilidad de armar una agenda que vaya de la periferia al centro o de abajo hacia arriba. Esta perspectiva la venimos construyendo militancias de distintas tradiciones. Yo creo que el aporte fundamental fue desbordar la identidad partidaria con la que cada uno venimos construyendo para poder generar una plataforma en común que le muestre a la gente que hay una perspectiva de futuro diferente. Si no cambiamos la política, va a ser muy difícil que las cosas cambien. Nosotros ganamos en el 70% del territorio rosarino, no solo en los barrios populares sino también de clase media laburante y profesionales. Este es el mismo territorio que en las elecciones nacionales ganó Milei, eso demuestra -por un lado- que la sociedad no se ha derechizado y que, en todo caso, son los dirigentes políticos que se están volviendo conservadores. Por otro lado, lo que la gente está buscando es una alternativa basada en otras formas. Ahí hay una disputa que está en juego.

¿Por qué el peronismo hizo una elección tan mala a nivel provincial?

No me gustaría hablar en nombre del peronismo, en todo caso lo que nosotros podemos poner en valor es lo que hicimos en Rosario, lo cual para mí abre un camino a mediano plazo en el escenario provincial. Esta elección cambia el mapa político con el que se venía desarrollando la política santafesina en los últimos 15 o 20 años. Ante la desaparición del Frente Progresista y la decisión de armar una coalición de centro-derecha, emerge la propuesta de Rosario sin Miedo como un gran polo de centro-izquierda.

A nivel nacional recibieron respaldo de Juan Grabois, que perdió en la interna presidencial de Unión por la Patria. ¿Qué opinás sobre la candidatura de Sergio Massa y sobre su desempeño como ministro de Economía?

A nivel nacional, lo central es evitar que se impongan salidas autoritarias y con menos democracia a esta crisis que estamos viviendo. Eso es lo que está en juego en Argentina. Quienes no pertenecemos a estructuras a nivel nacional tenemos un rol que jugar para poder evitar que se impongan este tipo de proyectos. Estamos en las puertas de una nueva era política y, en ese sentido, lo mejor que podemos hacer es proponer otras perspectivas y horizontes futuros para cambiar la política en el mediano plazo.

Algunos medios definieron a Juan Monteverde como «el Milei de Rosario», lo cual es absolutamente falso aunque sí es probable que votantes de Milei en la presidencial se hayan inclinado por Monteverde en la elección rosarina. ¿Hay un voto poco ideologizado actualmente o cómo definís este fenómeno?

Lo que creo es que hay una gran crisis de la política y una distancia entre lo que le ocurre a la sociedad en su vida cotidiana frente a lo que le está ofreciendo el sistema político. Esa crisis, que se ha manifestado también en algunos otros momentos de la historia de nuestro país, se está tratando de canalizar a través de distintos fenómenos que emergen. Estamos en las antípodas de Milei, pero lo que la gente está expresando es un gran descontento con esta forma de hacer política que nos trajo hasta acá. Lo que existe en ellos es la búsqueda de otras formas y otras alternativas. Por eso creo que la tarea del campo nacional-popular y de los proyectos democratizantes como el nuestro es demostrar que, frente a esa crisis de la política, la gente no se derechizó sino que por el contrario elige ideas alternativas.

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Sebastián Furlong

Licenciado y profesor en Ciencias de la Comunicación (UBA). Retrato periodísticamente el conurbano y la ciudad de la furia. Agenda popular y política para analizar la realidad y aportar al quehacer colectivo.