El año cero del atentado que puso en jaque a la democracia

☠️ Si la bala salía, nuestras vidas hubiesen cambiado para siempre. Solo quienes alentaron, provocaron y realizaron el intento de magnicidio no quedaron sacudidos. ¿Nos sacaron de la cancha?

Solo quienes venían orquestando -desde diferentes ámbitos- el intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner no fueron sacudidos el 1 de septiembre de 2022 por el miedo o el estupor de saber que la democracia en Argentina ya no sería igual. Los primeros actos de un cambio de época son difíciles de identificar, pero con el paso de 365 días vemos las heridas de diferentes magnitudes que dejó este atentado de violencia política a una mujer que fue elegida reiteradas veces para ejercer los principales puestos de representación. 

¿Qué nos quedó a las mujeres y las diversidades sexuales como mensaje después del 1 de septiembre pasado? ¿Cuáles fueron las consecuencias del mayor hecho de violencia política desde la vuelta a la democracia? ¿Junto a la figura de Cristina intentan sacar de la cancha de la participación política a quienes dan batalla por una vida con más oportunidades, orgullo y protección? 

Cristina no pudo ser candidata, no hubo investigación efectiva sobre los instigadores del atentado contra su vida, los discursos de odio continuaron y se hicieron carne en las fuerzas más votadas en las PASO; se desalojó del debate de campaña la agenda por la igualdad; mujeres e identidades diversas están subrepresentadas en las listas electorales; y la represión a las luchas populares recrudece más hacia originarias, docentes y defensoras de derechos humanos. 

En marzo pasado, las expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) presentaron un informe a las autoridades nacionales y a la Organización de Estados Americanos (organismos del cual dependen) en el cual calificaron al atentado contra la vicepresidenta como un intento de «magnifemicidio» alentado por «discursos de odio». En el documento alertaron sobre los antecedentes y señalaron que «el uso violento de la sexualización de su figura, junto a las imágenes de su familia, han sido identificados como actos de violencia política por razones de género».

Detallaron en este informe que estos actos buscan “menoscabar el ejercicio libre de los derechos políticos de la Vicepresidenta y con su carga simbólica permite o legítima ataques permanentes y consistentes en contra, no de su gestión como vicepresidenta, sino en su condición de mujer política».

Para la socióloga Victoria Tesoriero, el mensaje que deja el intento de magnifemicidio a Cristina es claro. “No te atrevas a enfrentarte al poder real ni a ampliar derechos. No te atrevas a ser una militante popular porque va a estar en riesgo tu vida. Este es un mensaje que pesa más en las militantes mujeres, por lo que ella representa para nosotras, y porque el odio a las mujeres en política es más fuerte siempre, pero en definitiva es un mensaje para toda la militancia del campo popular”, remarca Tesoriero, actual subsecretaria de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior de Nación.

Al tratarse de la principal líder del país, la señal que transmitió el atentado, para la periodista Irina Hauser, tiene múltiples aristas. Por un lado, está el disciplinamiento “por ser es la única dirigente que se ha enfrentado al poder real sin ninguna clase de barrera”. “No quiere decir que el asesino fallido se haya puesto en la cabeza, que quería generar ese mensaje. Pero esta persona, Fernando Sabag Montiel (detenido por el ataque) actúa en un contexto de mucha violencia hacia ella. Violencia judicial, violencia mediática y violencia política que se podían observar en todo lo que se refiriera a ella”.  

Cabe recordar que el intento de magnifemicidio se produjo en medio de movilizaciones que ocurrieron después de que el fiscal Luciani pidió para Cristina la pena de 12 años de cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en la causa conocida como Vialidad, que aún espera sentencia firme. Irina Hauser, autora del recién publicado libro Muerta o Presa, señala que “esa inhabilitación tiene un peso gigantesco y es parte de la disciplina que le quieren imponer”. 

Por otro lado, en los discursos de otros dirigentes y de agrupaciones de distinto tenor hubo un descrédito y una estigmatización hacia la dirigente peronista. Hauser, quien lanzó su libro sobre la trama violenta detrás del atentado, observa que este mecanismo de odio y despersonalización “no existe hacia ningún dirigente político varón”.

Un ejemplo reciente es la canción de los militantes de Patricia Bullrich, sumada a su reproducción en redes y en medios. Esta candidata a la presidencia usó la música de un tema de Víctor Heredia para reversionar con una letra que habla de un país sin Cristina. “Es la propia diligencia y en este caso encima una mujer que habla de borrarla de la faz de la tierra”, remarca Hauser. 

Actos similares hacían algunos dirigentes y organizaciones violentas como “Revolución Federal” días antes de que la “banda de los copitos» llegó a metros de la casa de la vicepresidenta, sacó un arma y gatilló varias veces hacia la cabeza de Cristina. “Siempre el foco de atención fue ella, lo que se quiso todo el tiempo fue sacarla de la cancha y la sacaron, ella no es candidata”, sentencia Hauser.

Poder Judicial disciplina con impunidad 

La investigación judicial sobre la tentativa de asesinato a la vicepresidenta no cubre todas pantallas televisivas, ni se repite en el scrolleo en las redes. Después de un año, ni la jueza María Eugenia Capuchetti ni el fiscal Carlos Rívolo tienen respuestas sobre quiénes idearon el ataque, tampoco quiénes fueron financistas directos. 

El diputado de Juntos por el Cambio, Gerardo Milman, entregó después de meses su celular a la jueza para indagar sobre su posible vinculación o conocimiento respecto del intento de magnifemicidio. Pero se opuso a que se analice el contenido. El exjefe de campaña de Bullrich buscó ampararse en la ley de fueros y por eso les marcó que debían tener la autorización de la Cámara de Diputados. Esto fue admitido tanto por el juzgado como el fiscal.

“En esta causa no se trató a Cristina Fernández de Kirchner como una víctima de violencia política porque lo trataron como un caso común y mandaron a tres detenidos por el hecho material a la cárcel”, manifiesta Hauser. Existe coincidencia entre las entrevistadas que la investigación es muy deficiente en muchos aspectos. 

Los jueces de Comodoro Py impidieron que la investigación de la tentativa de asesinato de CFK se hiciera en conjunto, en un único expediente, con las acciones de odio del grupo Revolución Federal y su financiamiento por parte de empresarios cercanos al macrismo como los Caputo. Actualmente, desde los tribunales federales intentan sólo llevar a juicio oral el año que viene a Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo, eligiendo la  hipótesis de que se trató de desquiciados sueltos.

Para Tesoriero, “el rol del Poder Judicial ha sido penoso y vergonzante en esta instrucción. Lo que demuestra la putrefacción en la que se encuentra el sistema de justicia en nuestro país. Algo que tenemos que lograr cambiar. Las feministas fuimos las primeras en decirlo, necesitamos una reforma profunda. El Poder Judicial es cómplice de la violencia política que atenta contra la democracia”. 

La participación política después del intento de magnifemicidio

Los derechos políticos de mujeres, lesbianas, trans y no binaries se ven amenazados ante el giro a la derecha de la política argentina. “Vivimos una etapa de resistencia. Cristina Fernández de Kirchner es un símbolo de ampliación de derechos en la historia de nuestro país. El intento de magnifemicidio es también parte de esta suerte de contraofensiva conservadora y fuertemente misógina”, remarca Victoria Tesoriero.

La bala no salió, pero no se quedaron tranquilos los sectores más reaccionarios. Las amenazas hacia las conquistas como el aborto legal, el Ministerio de Mujeres Género y Diversidad, y las políticas públicas están al orden del día en las campañas de la ultraderecha tanto de La libertad Avanza como de Juntos por el Cambio.  

En los territorios, esos avances también se hicieron notar. La reforma constitucional de la provincia de Jujuy ha sido resistida por las revueltas populares y los piquetes. Originarias, docentes y defensoras de derechos humanos fueron el foco de la represión del gobernador Morales, no sólo por la cantidad de detenidas sino por la virulencia con la que fueron tratadas. 

Elizabeth Alvarado es parte del Tercer Malón de la Paz, que hoy también cumple un mes de acampe frente a los Tribunales, peticionando a la Corte Suprema de Justicia de la Nación que declare la inconstitucionalidad de la reforma jujeña y la intervención del resto de los poderes del Estado nacional. “Estamos hasta el día de hoy sin respuestas, la represión de Morales ha sido fea, incluso los policías varones nos agarraban a las mujeres. Las detenciones fueron ilegales, sin orden judicial. Me fueron a sacar de mi casa cuando dormía. Mis hijos estaban en mi casa y los tuve que dejar con mi mamá mientras estuve detenida». 

Actualmente sobre Elizabeth pesan dos causas, una por vandalismo en primer grado y otra contravencional. Manifiesta que esto tiene un peso en su decisión de participar en política, pero reivindica que “estar detenida te hace más fuerte, basta decir esto no es así, lo que estamos pasando es un atropello total, no es digno para nadie. Las causas van a quedar en el pasado porque lo que nosotras logremos va quedar como un triunfo total para todos, no sólo para Jujuy sino para toda Argentina”.

Por su parte, Patricia Cruz de la Comunidad Aborígen Maymaras destaca el maltrato psicológico que sufrieron las mujeres y niños por parte del gobierno de Morales. ”La reforma está viciada por todos lados. Es dictatorial la forma en que la hizo. Se comportó como un emperador. Cuando mandó a detener fueron civiles también, nos tocaron de todas formas, no hubo derechos para la mujer. Ellos nos ningunearon. Nos decían que nosotras éramos basura cuando empezaron con la represión”.

“Ante el preocupante escenario político, nos obliga a estar más alertas que nunca. Se inauguró otro momento político en la Argentina en relación a la violencia política. Este atentado claramente rompió, como muchas veces lo dijo Cristina, el pacto democrático” manifestó una militante del Frente de Mujeres de La Cámpora.

“A pesar del amedrentamiento de diversos sectores, a pesar del retroceso en la participación en las listas donde casi no tenemos representantes del movimiento feminista, creo que nuestro movimiento sigue teniendo una fuerte iniciativa política, un rol protagonico en el escenario que viene y una fuerte militancia”.

La integrante del Frente de Mujeres de La Cámpora remarcó que “se cumple un año con impunidad, no solamente de quienes fueron los autores intelectuales, los financiadores materiales y las connivencias entre el Partido Judicial, los sectores económicos concentrados y los medios de comunicación que fomentaron este ataque”. 

Este viernes se realizan concentraciones frente a Tribunales (CABA), a las 16, bajo la consigna «Con violencia política no hay democracia. Feminismos con Cristina». Según explica la dirigente de La Cámpora, la vicepresidenta “merece justicia como cada una de las mujeres que día a día padecen la revictimización del sistema judicial”.

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