A mediados de septiembre, distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires amanecieron con un curioso afiche que agitó el avispero del sistema político porteño. “Si votaste a Lousteau y no querés al primo de Macri, hay alternativa. Santoro Jefe de Gobierno”, rezaba la leyenda en blanco, sobre un furioso rojo radical de fondo y sin firma ni autoría declarada. El revuelo generó la respuesta de la UCR porteña, a través de su presidenta, Mariela Coletta, que tuvo que salir a aclarar el episodio. “Debido a la confusión que pudo haber por los afiches que aparecieron esta mañana en la Ciudad con los colores de nuestro partido, como presidenta de la UCR Capital y candidata a diputada nacional, quiero ratificar nuestro firme compromiso dentro de Juntos por el Cambio”, tuiteó la aliada de Lousteau en sus redes.
Pero la cosa no quedó ahí nomás, y en una muestra de lo efectivo de la jugada de campaña de Unión por la Patria (UP), hasta Ramiro Marra se subió para tratar de morder lo suyo. La militancia de La Libertad Avanza salió a intervenir los afiches pegando uno propio encima con la inscripción “Santoro, vos no tenés chances en un ballotage. Yo sí. Ramiro Marra jefe de Gobierno”. Nadie se quiso quedar afuera de la inteligente movida del equipo de Santoro.
Pero lo cierto es que el trabajo del candidato de UP y el intento por acercar su perfil con el de Lousteau comenzó antes de las PASO. Ya en la previa a las primarias, Santoro manifestó que si el candidato radical perdía la interna con Jorge Macri lo iría a buscar para la conformación de un gobierno de coalición. “A Jorge lo formó Franco Macri, a mí Raúl Alfonsín”, chicaneaba el candidato radical del peronismo porteño que comenzó su militancia política en la UCR a los 13 años.
Dicho y hecho. Pasadas las PASO y en tándem con la salida de los afiches sin firma, que luego aparecieron en una segunda versión ya asociados a la candidatura de Santoro, el candidato de UP publicó un video el pasado 16 de septiembre en el que anunció la incorporación de diez propuestas de Lousteau a su programa de gobierno: el monitoreo con cámaras del 100% de la Ciudad, 1800 policías nuevos, más y mejor transporte público entre el sur y el norte, más formación para docentes, 100% de cobertura en sala de 3 años, alfabetización desde el nivel inicial, una ley de educación integral para la prevención en salud mental, bachilleratos con formación en distintas disciplinas, creación de un fondo para el desarrollo económico y empresas sustentables, gobierno accesible para personas con discapacidad. Tal el menú con el que Santoro invitó a los votantes de Lousteau a una nueva mesa. La suya.
LOUSTORO
En paralelo a eso y siguiendo una tendencia que viene marcando esta campaña, la redes se convirtieron en otro de los territorios de pesca para Santoro. Un nuevo personaje apareció en la conversación digital: Loustoro. El ser mitológico de la política porteña vendría a ser la superposición física entre ambos dirigentes, con la cara de Santoro recortada sobre los característicos rulos de “Guga”, en un fundido llamativamente verosímil por lo bien logrado de su estética.
Con sendas cuentas en Instagram y X, Loustoro publica videos en los que se compara constantemente a Santoro y a Lousteau a partir de los puntos comunes que ambos expresan. La desigualdad entre el norte y el sur, el código urbanístico, la caída en el presupuesto educativo, la educación pública y de la primera infancia, la búsqueda de otra sensibilidad para gobernar a la que expresa el PRO y una mirada más humana de la gestión y la política aparecen en clips de declaraciones mediáticas de ambos dirigentes trazando el paralelismo que es la génesis de Loustoro.
No sólo eso. También la campaña de UP apuesta a subirse a las críticas de Martín Lousteau tanto a Jorge Macri como a Milei. Así es que Loustoro nos cuenta con sus videos cómo Santoro y Lousteau chicanean al unísono al “primo de Macri” por no ser de la CABA y no conocerla, haciendo referencia, a su vez, a la pertenencia de ambos a la Ciudad y alguno de sus barrios. Y, también, cómo ambos consideran autoritario al candidato libertario, bajo la coincidencia de que caracterizan como impracticables sus propuestas y que alertan sobre el peligro de su crecimiento.
Las similitudes de Loustoro suman la pertenencia que tanto Lousteau como Santoro manifiestan en torno a la figura de Raúl Alfonsín, y la cuenta también rescata el impacto mediático de la iniciativa en reacciones como las que expresaron el periodista Carlos Pagni o una entrevista a Jorge Macri en CNN donde los entrevistadores consultan al candidato del PRO por Loustoro, obligándolo a algunos malabares para esquivar la cuestión. En los últimos días, la cuenta fue más allá y comenzó a plantear incluso la posibilidad de un debate entre el candidato de UP y el ex candidato de JxC.
CAMPAMENTOS
En el armado de Santoro resaltan que el candidato se manifestó públicamente en relación a que su voluntad es la de conformar un gobierno de coalición, y que “elegiría a las personas más lúcidas, incluso a funcionarios de Larreta”, dijeron a El Grito del Sur. En ese sentido, el llamado hacia el radicalismo está más que sobre la mesa.
Sin embargo, los vasos comunicantes entre los espacios no pasan por una rosca entre la dirigencia, el trazado de alguna estrategia en común ni nada más que no sea la búsqueda de sus votantes. “No tenemos líneas tiradas con la gente de Lousteau. Sabemos que tenemos algunas coincidencias, una sensibilidad parecida sobre las cosas que hay que cambiar y mejorar en la Ciudad, y en ese sentido buscamos interpelar a quienes lo votaron y comparten esa sensibilidad y saben que a CABA le falta un contenido político más social y humano. Apelamos a la sensibilidad de los votantes. No es una cuestión de rosca, sino de visiones e ideas que pueden ser similares”, responden a la pregunta de este medio sobre si existen contactos entre las estructuras prefigurando ese posible gobierno de coalición.
La búsqueda es por abajo. La agenda de Lousteau que Santoro fue incorporando no es vista en la campaña de UP como una forma de tender puentes con el senador radical y su equipo, sino como un trabajo subterráneo para acercarse a sus votantes. “Nosotros no interpelamos a la dirigencia del radicalismo ni a sus candidatos, intentamos interpelar a su electorado que los votó creyendo que ellos también expresaban una voluntad de cambio en la Ciudad. En ese sentido, nosotros reafirmamos que somos la alternativa e incorporamos algunas propuestas que nos parecen bien porque entendemos que lo importante son las ideas, las propuestas y que esos votantes que entienden que la Ciudad necesita un cambio y que votaron eso en Lousteau, hoy encuentren en nosotros una alternativa al modelo que gobierna hace 16 años”, sentencian.
Del otro lado de la discusión, no se muestran muy preocupados por la campaña Loustoro. “Nos da lo mismo, es un tema de él, a nosotros no nos cambia nada”, dicen cerca de Martín Lousteau, donde también reconocen como algo “lógico” la estrategia de UP de intentar captar a sus votantes y evitan manifestarse sobre el contenido de la campaña. “Nuestro espacio, Evolución, está dentro de JxC, tenemos candidatos a diputada nacional, a legisladores y tenemos que tratar de que entren todos los que puedan, candidatos a presidentes de Comuna, a comuneros, así que esto no nos cambia lo que tenemos para hacer”.
En relación a la incorporación de sus propuestas al programa de Santoro, desde Evolución afirman a El Grito del Sur que “el kirchnerismo con nosotros no tiene nada que ver. Obviamente que tenemos propuestas en común con casi todos los espacios menos La Libertad Avanza, pero hubiera estado bien que reconozcan que nuestras propuestas eran buenas antes, cuando las propusimos. Unos y otros, porque ahora tanto Leandro como Jorge Macri usan nuestras propuestas como si fuesen suyas”.
De la misma forma califican el planteo de un debate entre Santoro y Lousteau como “fuegos artificiales». «El debate era cuando era, pero nadie quiso debatir con Martín porque era el candidato más sólido. Ahora no es el momento”, plantean. En el radicalismo no cayeron mal los afiches con los que se inició toda esta campaña, aunque reconocen que “confunden, y ante la confusión el radicalismo tiene la obligación de aclarar dónde está. Es interesante lo que intentan, pero no nos parece ni mal ni bien, es campaña. Es como Marra diciendo que no va a cerrar escuelas cuando sabemos que las va a cerrar. El kirchnerismo queriendo parecer un espacio socialdemócrata, liberal igualitario y republicano es un oxímoron”.
En el espacio que viene pugnando por renovar al radicalismo dicen no estar midiendo una posible migración de votos hacia Santoro. Hoy, sus esfuerzos se coordinan “con quienes dirigen la campaña” de Jorge Macri, “con nuestros límites, aportes y características propias, pero nuestro interés es que le vaya lo mejor posible a JxC, tanto en la Nación como en la CABA”.
Por otro lado, en Evolución también le bajan la espuma al llamado a un gobierno se coalición que Santoro enarbola como una de sus principales banderas. “Hoy no analizamos nada táctico como si fuera estratégico porque sabemos que no lo es”, expresan a El Grito del Sur y agregan: “sabemos que están en una campaña y que lo que están buscando es que la gente los vote. El kirchnerismo en campaña es un espacio y gobernando es otro. En la Ciudad han sido más veces socios del PRO que adversarios, por más que vayan en listas distintas. Que se presenten como alternativa al PRO es raro, porque se parecen bastante”.
Sin embargo, las puertas entre los espacios no están para nada cerradas. Milei aparece como un límite en todos los discursos y el escenario se reordenará en función de lo que arrojen las urnas en octubre. En Evolución entienden que la crisis que atraviesa el país requerirá de acuerdos “gane quien gane”, pero no comen vidrio: “esos acuerdos se construyen en los espacios legislativos, y la representación que cada espacio va a tener en esos lugares se define ahora. Nuestro esfuerzo está dedicado a que le vaya bien a JxC, es lo mejor para nuestras ideas. El resto tiene derecho a hacer la campaña que crea. Después de octubre se verá”, sentencian.
Cerrando la charla con este medio, desde el entorno cercano de Lousteau se animan a una recomendación con tono de chicana sutil para uno de los suyos a quien dicen conocer: “Hay que ver si a Leandro le conviene exagerar tanto su vínculo con el radicalismo, hay mucho peronismo al que no le importa si es peronismo de derecha o de izquierda. No sea cosa que por querer parecer más radical termine perdiendo votos por derecha”. Sino pregúntenle a Alberto Fernández.
