El martes 31 de octubre es la fecha fijada por el Juzgado Civil N° 60 para el desalojo de las 107 familias que viven desde hace casi 20 años en el inmueble de Santa Cruz 140, ubicado en el barrio porteño de Parque Patricios.
El expediente de la causa lleva 13 años girando por juzgados mientras las familias reclaman una solución habitacional de fondo. «Fuimos notificados del mandamiento de lanzamiento que fija el día martes 31 de octubre el desalojo de las 107 familias que habitamos aquí desde el año 2004. Junto a nuestros niñes y adolescentes conformamos un total de más de 350 personas», explicaron desde el espacio.
Ese día se pronostica un operativo descomunal dadas las características del conflicto, que se extiende desde hace años en el barrio y ha despertado la solidaridad de organizaciones políticas, movimientos sociales y agrupaciones de inquilinos.
«Es sabido en todos estos años de lucha, que hemos transitado un camino proactivo de propuestas expuestas en todo ámbito institucional, hemos caminado la Legislatura porteña para que se aprueben los distintos proyectos de ley presentados desde la casa, conformarnos en cooperativa de vivienda (Papa Francisco Ltda.) para acceder de forma colectiva a la construcción de una solución definitiva en esta ciudad», explican las familias que habitan el lugar.
«También hemos golpeado las puertas de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y en el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat Nacional y de la Ciudad con reuniones en las diferentes gestiones, pero aun así y con un desalojo en puerta, no hemos alcanzado los compromisos políticos necesarios para prosperar las mesas de trabajo que logren destrabar de una vez y por todas la solución habitacional que tanto trabajamos en el cotidiano», señalan.
En este marco, las y los habitantes del inmueble se movilizaron al Obelisco para visibilizar la problemática y solicitar la suspensión del desalojo. El problema es grave, ya que no existe un esquema de relocalización y en el complejo y expulsivo mercado inmobiliario que ofrece la Ciudad de Buenos Aires, la mayoría de las familias quedaría obligada a dejar su barrio o directamente empujada a vivir en la calle.
«No existe trabajada la solución de mínima que es la relocalización en un contexto donde no hay oferta de alquileres, donde nos discriminan por tener hijos pequeños a cargo, con valores de mercado que no podemos sustentar, por lo que nos vemos en la obligación de volver a resistir el desalojo más grande de la ciudad», agregan.
En su comunicado público, las familias señalan: «Nos negamos a que nos expulsen de nuestro centro de vida, a un subsidio habitacional insuficiente, a que nuestros hijxs no puedan ir más al colegio del barrio y más aún, que nos desalojen con la fuerza pública dejándonos en la calle».
