Dios, Massa y Familia

🌞 Domingo de resurrección. De pie, solo, con la bandera a sus espaldas y a sus plantas rendido un león, Sergio Massa cerró una jornada de remontada épica. El pueblo eligió un candidato y el peronismo un nuevo líder. Unidad nacional, conducción y un freno al fascismo.

Domingo de resurrección

Un domingo de lluvia también resucitó el peronismo, aquel que muchos y nuevamente daban por muerto. De pie, solo, con la bandera a sus espaldas y a sus plantas rendido un león, Sergio Tomás Massa cerró una jornada de remontada épica. Del «es con todos» al «es con Sergio»: el pueblo argentino eligió un candidato y el peronismo un nuevo líder. Unidad nacional, conducción y un freno al fascismo.

Dios, patria, familia. Sergio Massa se impuso en 13 de las 23 provincias, recuperó cinco y creció casi 15 puntos con respecto a sus propios votos en las PASO. El aparato se despertó, los gobernadores jugaron fuerte, la participación aumentó y la campaña del miedo dio sus resultados. El arzobispado, las cámaras empresarias, Baby Etchecopar, un subterránero apoyo radical y el voto útil de algún «viejo meado». Fin de la grieta y racionalidad. Ganó el único tipo normal.

La campaña de Sergio fue la gestión. Quita del impuesto a las ganancias, devolución del IVA, mano dura con los que especulan e inauguración de obra pública. También 120% de inflación, dólar a mil y corrida cambiaria. El peronismo es contradicción, pero lo que había enfrente asustó: la venta de órganos, la renuncia a la paternidad, la dolarización o la privatización del mar son límites que la sociedad demostró que -por el momento- no está dispuesta a traspasar.

Fotos: Santi Oroz

El piso del tigre y el techo del león

Milei no pudo sumar: creció apenas 700 mil votos y en términos porcentuales terminó debajo del 30%. Tras los resultados apeló directamente a Juntos por el Cambio: ahora el problema no es la casta, sino el kirchnerismo. La estrategia es compleja: es tan difícil ver en Sergio Massa un kirchnerista como creer que los viejos meados y los radicales «traidores» se vuelquen en masa al libertario. Milei queda entrampado: prometió victoria en primera y llega a la segunda pescando votos en la casta. Alguien tendrá que enseñarle a pescar, porque no habrá nadie para regalarle el pescado. Macri ya está anotado como instructor de pesca.

Donde se multiplicaron los panes y los peces fue en la estratégica Provincia de Buenos Aires. Axel Kicillof ensayó las tablaturas de una nueva canción y ganó por 20 puntos. Lanús, La Plata, La Matanza, Tigre y Quilmes. Todo el conurbano se pintó de celeste con excepción de los dos distritos más ricos: San Isidro y la tierra natal del Macri negro, Vicente López. El discurso de Axel fue contundente y augura una nueva etapa en el corazón del peronismo. La Provincia de Buenos Aires será la tumba del fascismo.

Fotos: Santi Oroz

Para el pato que está muerto

Banda fúnebre, camisa negra y gesto solemne para velar a Juntos por el Cambio. Tercero cómodo, con poco más del 20% de los votos, la ex ministra de Trabajo y Seguridad no pudo contener ni la mitad de los votos de Larreta. Corrida por derecha y abandonada por el capitán de su bote, Pato capitaneó la merma legislativa de su espacio, que pasará a ser una minoría más en ambas cámaras. El radicalismo -que metió cinco gobernadores- se relame al calor del llamado a la «unidad nacional» de Sergio Massa y el PRO buscará algún anclaje en las provincias donde gobierne.

El único átomo amarillo en un mapa violeta y celeste fue la Ciudad de Buenos Aires. Allí, el primo Macri ganó pero deberá contar boleta por boleta para ver si evita el ballotage. La performance de Santoro fue buena y la de Massa también: a nivel presidencial el peronismo ganó en cuatro de las quince comunas, sumando la 15 y la 9 a las habituales buenas performances del sur de la Ciudad (la 4 y la 8 también se tiñeron de celeste).

Schiaretti y un reclamo federal

La gran sorpresa de la elección la dio Juan Schiaretti, quien duplicó su caudal electoral y rozó los 7 puntos a nivel nacional. Creció en Santa Fe y en Cuyo y tuvo una buena performance incluso en la Provincia de Buenos Aires. El voto al gobernador cordobés es un grito federal en medio de una monocromía AMBAcéntria: será tarea de Sergio Massa interpelar a esos votantes para que engorden el volumen de su apoyo.

No son lo mismo

El terremoto electoral también impactó en la izquierda. Como suele suceder en las elecciones presidenciales, tuvo una baja performance que no alcanzó el 3%, aunque le permite colar diputados en la Cámara con su tradicional esquema de mandato rotativo.

Esta misma mañana, Myriam Bregman declaró que Massa y Milei no son lo mismo. Si bien no hay una posición consensuada como frente, cualquiera de las definiciones que tomen los dejará en un lugar incómodo. El voto en blanco es una rémora que arrastran desde 2015 y con un candidato negacionista cuesta creer que un partido de izquierda pueda fundamentarla. El apoyo abierto a Sergio Massa también abriría una crisis interna en los partidos del trotskismo local. En Brasil, muchos partidos del estilo llamaron a un voto crítico a Lula. ¿Sucederá lo mismo acá?

Fotos: Santi Oroz

Dios con Massa, ¿quién en contra?

La Iglesia, las cámaras PyME y la Unión Cívica Radical. Baby Etchecopar, los movimientos piqueteros y el PJ. La intervención de Massa buscó ser la última palada de tierra sobre la tumba de la vieja grieta, el primer acorde de una nueva canción. Matemáticamente, la suma de votos de sus dos rivales lo ubican corriendo de atrás. Políticamente, la victoria de ayer le brinda iniciativa y respaldo.

De un lado la familia, del otro el incesto. De un lado las compus en las mochilas, del otro las armas. Allá el mercado y acá la comunidad organizada. Enfrente la dictadura, acá la memoria. Nunca fue tan claro. Toca salir a convencer, que falta un mes y todavía hay mucho laburo para terminar de darla vuelta. No se olviden que los argentinos tenemos bastante fresco eso de «dar la vuelta». Rezá, Malena, que esto sigue.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.