La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), filial de CTERA en la Ciudad de Buenos Aires, renovó sus autoridades para el período 2023-2027. Con una masiva participación de 6313 afiliados y afiliadas, la lista oficialista Celeste/Violeta/Azulgrana/Azul y Blanca obtuvo un contundente triunfo con el 60% de los votos frente al 30% alcanzado por la lista Púrpura/Verde/Granate y el 10% de la lista Multicolor. «Fueron momentos difíciles, nos enfrentamos a un aparato político con mucho dinero y la militancia le dijo que no, se priorizó la autonomía sindical», dijo a El Grito del Sur María José «Monona» Gutiérrez, flamante secretaria general electa de UTE.
En una jornada democrática, las y los docentes porteños se acercaron a las 144 urnas que se desplegaron en los 21 distritos escolares. «La lista encabezada por Monona Gutiérrez junto a Angélica Graciano y Marcelo Parra reafirma que luchar tiene sentido», sintetizaron desde la conducción de UTE. La lista ganadora tiene la particularidad de combinar experiencia con juventud, algo que resulta fundamental para el trasvasamiento generacional dentro del sindicato. «Hay un compromiso incansable que se viene realizando año tras año. Ahora tenemos el desafío de seguir construyendo la historia, la experiencia y el paso a las nuevas generaciones que conforman esta lista para tener un sindicato plural, democrático y feminista», señaló «Monona» Gutiérrez en diálogo con este medio.
Del otro lado estaba la lista Púrpura-Verde-Granate, liderada por Carolina Brandariz (Movimiento Evita). El oficialismo había acusado a esta lista de estar financiada por Víctor Santa María y Nicolás Trotta, lo cual podría entenderse como una disputa interna dentro del peronismo. «Hicimos una excelente elección parando una alternativa, una renovación. La nuestra fue la del debate, la escucha y las propuestas. Pese al hostigamiento, los agravios personales, la persecución y la falta de política de algunes», señaló Brandariz en sus redes sociales. Desde este sector plantean que un alto porcentaje de la docencia está «cansada de pelear por flyers» y reclaman «otro sindicato más inclusivo, popular y feminista». La lista opositora ganó la minoría en 6 de las 7 zonas de la Capital y alcanzó un total de 76 congresales.
El oficialismo, que refrendó su mandato por cuatro años más, logró un importante respaldo anclándose en su principal capital político: ser un sindicato opositor a las políticas del Gobierno de la Ciudad. De hecho, desde UTE interpretan este triunfo como una derrota del jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y la ministra de Educación Soledad Acuña. No se vienen tiempos fáciles para la educación pública, en tiempos donde -a la ola privatizadora del PRO- se podría sumar una eventual presidencia de Javier Milei. Sin embargo, buena parte de la docencia porteña está acostumbrada a las situaciones difíciles y repite como un mantra: «Luchar tiene sentido».
