Primera rebelión en la granja universitaria

🏛️ Histórica movilización en defensa de la universidad pública. Cuatro generaciones unidas, un germen militante que se enciende y el delirio de un Presidente que define como "zurdos" a todos aquellos que se oponen a sus políticas de ajuste.

Foto: Santiago Oroz

La masiva marcha de este martes 23 de abril -que quedará imborrable en los recuerdos- significó la primera gran rebelión del pueblo contra las políticas excluyentes del gobierno de Javier Milei. Cientos de miles de personas se movilizaron a lo largo y ancho del país para decirle NO al ajuste presupuestario contra las universidades públicas, que están haciendo malabares para sobrevivir este año frente a gastos crecientes que no pueden solventar. 

Según datos de la Secretaría de Educación correspondientes al año 2023, de los 2,7 millones de estudiantes universitarios en todo el país, el 80% estudian en universidades de gestión estatal. Es decir, Milei se metió con una fibra sensible que involucra a millones de jóvenes que hoy ven amenazada su posibilidad de estudiar una carrera, no sólo si se arancela la universidad sino también por un costo de vida creciente relacionado con el aumento exorbitante en los alquileres de vivienda y las tarifas del transporte público. 

Esta vez Milei no logró lo que suelen buscar los gobiernos de derecha frente a las protestas populares: invisibilizar lo que estaba ocurriendo en pleno centro neurálgico de la Ciudad de Buenos Aires. Los medios hegemónicos no pudieron o no quisieron ocultar la magnitud numérica de la movilización, mientras que las redes sociales reventaron con fotos y videos que revelaron su carácter federal y masivo. Ver representadas a cuatro generaciones en una misma marcha es algo que no ocurre todos los días: los pibes y pibas de 20 que recién inician, las y los profesionales de 30/40, las madres y padres de 50 o 60 que mandan a sus hijos/as a la universidad pública y los abuelos/as de 70 u 80 que pasaron por la universidad pública o bien sueñan con que allí se reciban sus nietos.

De La Plata a Moreno y Quilmes. Las universidades del conurbano se plantaron frente al ajuste y recorrieron cientos de kilómetros para estar presentes. El entusiasmo de les jóvenes por defender lo propio es algo que no se veía desde el período pre-pandemia, según señalan los dirigentes estudiantiles con mayor trayectoria. Se enciende un germen militante cuya mecha es necesario no dejar apagar. La amenaza es tan grande que se unieron no sólo los troskos y peronistas, sino también los radicales y hasta algunos relegados del PRO. El ensañamiento de Milei es ideológico pero también personal principalmente contra la UBA, dirigida por radicales como Yacobitti y Lousteau a quienes Milei considera parte del «marxismo cultural» y detesta profundamente. 

Foto: Santiago Oroz

La comparación con Chile respecto a las luchas en defensa de la educación es inevitable. Lo cierto es que en el país trasandino el neoliberalismo más profundo se impuso a base de represión y dictaduras militares, algo impensable hoy por estas latitudes. Lo cierto es que Milei y Bullrich pueden mandar a reprimir con mayor facilidad a piqueteros u organizaciones sociales, pero no tienen licencia social para embestir contra amplios sectores de clase media. Cabe destacar que muchos de éstos votaron en el ballotage por el referente de La Libertad Avanza. 

En su habitual mesianismo, el Presidente cree que está llevando adelante una cruzada contra «los zurdos» y nuevamente comete el error de poner a todos en la misma bolsa. Lejos de realizar autocrítica, definió la gigantesca movilización de ayer como un «día glorioso para el principio de revelación». Dada la presencia de organizaciones políticas y de algunos dirigentes, Milei quiere hacer pasar por «privilegios» lo que en verdad son derechos. Está claro que el sector universitario posee un tinte corporativo, y la burocracia de la UBA es clara muestra de ello. Pero también resulta evidente que las mayorías de este país no son privilegiadas y Milei quedó ayer del lado de la minoría que se expresó contra un reclamo sumamente legítimo.  

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Sebastián Furlong

Licenciado y profesor en Ciencias de la Comunicación (UBA). Retrato periodísticamente el conurbano y la ciudad de la furia. Agenda popular y política para analizar la realidad y aportar al quehacer colectivo.