Cuando pase el temblor

🌹 Las swifties como tumba del fascismo, las nenas de Sandro defendiendo Stalingrado. Villarruel y los monstruos que emergen de las catacumbas. A Córdoba, mandale soda con ganas. Y una corona de flores para la verdad que se va.

Oda al colectivismo

Las swifties como tumba del fascismo. Las fanáticas de BTS defendiendo Stalingrado. Las nenas de Sandro como las tropas de patriotas que detienen las invasiones inglesas. Los clubes de barrio, los fierreros, las iglesias evangélicas, los seguidores de Star Trek. Una serie interminable de grupos, organizaciones, espacios comunitarios. El subsuelo sublevado del colectivismo que se levanta contra la tiranía del individuo. El discurso de Milei aborrece al colectivismo, pero la sociedad argentina -que donde puede arma un grupo- responde. La contradicción es total e insalvable.

Pensé que se trataba de cieguitos

El debate de vicepresidentes dejó una cosa en claro. Victoria Villarruel no es una loca perdida con designios mesiánicos y que habla con su perro muerto. Es el mejor cuadro del fascismo local: de las catacumbas negacionistas que siempre existieron pero que hoy se atreven a ver la luz, de los subsuelos donde sobrevivieron escondidos nuestros peores monstruos y que, cuarenta años después, ven el momento para levantar cabeza. ¿Qué cambió? Posiblemente la imagen de futuro. Con la anulación de un futuro venturoso, también cambia la mirada sobre el pasado, la memoria colectiva. ¿Qué nos trajo hasta aquí? Una sociedad que no sonríe busca el origen de su tristeza en el pasado. Lo viejo no termina de morir, lo nuevo huele a rancio, y allí nacen los monstruos.

Debate y campaña del miedo

Esta noche tendrá lugar la batalla final: el encuentro cara a cara entre ambos candidatos. El debate será la instancia donde Sergio Massa intentará exponer a Milei y despertar todos los monstruos en torno a su figura. Si en una primera vuelta el voto es más visceral y de adhesión y en las generales es más táctico, el ballotage es un plebiscito de rechazo: el gran electorado, ese que no lee los editoriales a diario, apostará por el que menos temor le genere. Dato no menor: CELAG midió ese sentimiento y Milei encabeza 49% a 43% en factor miedo. El voto no es racional y tampoco es directa la traslación de los sentimientos a las urnas, pero es por lo menos un dato más indicativo que las miles de encuestas que circulan y que dan a uno y otro dos puntos arriba, con dos puntos de margen de error.

Fraude, dijo la partera

No hay novedad en el tema. Detrás de la imagen construida de «incells», «gordos compu» y adolescentes vírgenes, se esconde una pesada organización internacional que articula a los fascismos nacionales en todo el mundo. Vox, Bolsonaro o Trump. El guión es burdo y calcado: ante la amenaza de derrota, cantan fraude. Resta ver cuál será la conducta de estos grupos en un hipotético triunfo de Sergio Massa. Aquí tienen menos estructura y movilización que en otros lados, no hay un gran aparato libertario pero sí grupúsculos violentos que ya dieron cuenta de su accionar en el intento de magnicidio a CFK. Alerta que caminan.

Córdoba: con soda así pega menos

Llaryora en silencio, Schiaretti tan macrista como siempre y el viceintendente de Córdoba, que llegó con Passerini y el cordobesismo al poder local, llamando a votar a Milei. El corporativismo de la provincia mediterránea complica cualquier análisis: es el colmo del país localista, la oda a la patria chica y provincial, la meca del antiperonismo convertida en esperanza libertaria. En el distrito del país donde peor le fue a Massa, el peronismo apuesta a la desmovilización: cuantos menos vayan a las urnas, mejor. Una luz cegadora, un disparo de Nievi, una tormenta tropical, cualquier cosa con tal de que en la segunda plaza más poblada del país, los cordobeses elijan quedarse en casa, no votar.

Una lápida para la verdad

Campaña de fake news. Hace pocas horas, el candidato presidencial Javier Milei publicó una postal con una firma falsa de Presidencia Argentina, donde desmiente todos y cada uno de sus dichos en campaña. Salvo por «Javier Milei se cogió a su hermana» (lit), el resto de las aseveraciones tienen un archivo fílmico que sirve de soporte para refutarlo. No importa, a esta altura no es la verdad un elemento en discusión. Se trata de poder y cuando los medios son excusas para un fin mayor, todo vale. Lápida, minuto de silencio, y corona de flores para la verdad. (A menos que haya cambios de fondo) Las campañas en Argentina ya no volverán a ser lo mismo.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.