Falacia del fraude

🗳️ Facundo Cruz, politólogo e investigador del CICaD analiza el clima de descrédito electoral que busca instalar La Libertad Avanza. "Es una estrategia de movilización del voto de parte de Milei. No hay posibilidad de fraude en Argentina", señala.

La película no es nueva: movimientos ultraderechistas que descreen en la democracia y ante la posibilidad de una derrota política invocan fraude. Pasó en Estados Unidos y culminó en la toma del Capitolio. Sucedió en Brasil, donde hordas de bolsonaristas coparon la explanada de los Ministerios en Brasilia. A pocos días del ballotage, aquí también, una serie de declaraciones del candidato libertario Javier Milei calientan el clima para instalar esta hipótesis.

«No fueron limpias», declaró Milei en relación a las elecciones del pasado 22 de octubre. Patricia Bullrich, su socia política, salió inicialmente a despegarse, aunque luego advirtió sobre el robo de boletas, en una especie de mensaje encriptado a sus seguidores para garantizar la fiscalización, tema sensible en el que se pone en juego la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza.

Facundo Cruz es politólogo, integrante del Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CICaD) y autor del newsletter La Gente Vota de Cenital. «La similitud principal con otros casos en el mundo es que las denuncias de fraude se están haciendo antes de la elección, como sucedió en EE. UU. y Brasil», señala.

«Como en EE.UU. se vota por correo (un voto que tiende a ser más favorable al Partido Demócrata) y como la legislación es estatal y Trump no tenía margen para tomar una medida federal, empezaron a abrir el paraguas antes. En Brasil pasó lo mismo: incluso en 2018, cuando Bolsonaro es elegido presidente, comenta que si no hubiera sido por el mismo sistema electoral que lo lleva a ballotage hubiera ganado en primera vuelta. Es el primer caso del mundo en que un presidente que gana las elecciones dice que la elección fue fraudulenta».

El cuestionamiento en común se ampara en la complejidad técnica del proceso electoral, mecanismos de seguridad del voto que hacen más complejo para la ciudadanía comprender la manera en que funciona el proceso. «En Argentina las posibilidades de fraude se reducen a cero. Es fácil instalar la idea de fraude y complejo explicar por qué no podría haber fraude», señala Cruz.

Hay tres puntos claves para entender la seguridad del sistema. La corresponsabilidad del proceso es la primera: participan espacios oficialistas, opositores, la justicia, las fuerzas de seguridad y el gobierno de turno. El segundo punto es que el escrutinio definitivo es organizado por la justicia, un poder del Estado autónomo que no depende del gobierno de turno. El tercer punto es que para que la elección se considere fraudulenta debe haber un número considerable de irregularidades y realizado de manera sistemática. Nunca en la historia de nuestra joven democracia ha sucedido esto.

«Además tenés elecciones en todas las provincias. Necesitás una estructura federal para generar fraude», destaca el politólogo, que descree que se reedite aquí la toma del Capitolio o el ataque sucedido en Brasil. «Hay cosas que me llevan a pensar que puede no ser de tanta magnitud: lo de Milei es una apuesta para movilizar al electorado. En su contradicción entre peronismo y antiperonismo, el votante cambiemita ha asimilado muy bien el apoyo de Macri a Milei y construyeron una asociación entre la idea de la corrupción y la forma en que el fraude es un elemento más de la corrupción», agrega.

Cruz destaca la tarea de una innumerable cantidad de referentes, organizaciones de la sociedad civil, organismo e instituciones por acreditar el correcto funcionamiento del sistema electoral argentino. «No hay posibilidad de fraude en Argentina y es muy importante instalar este tema en análisis y notas periodísticas. Después mucho de esa información cae en la grieta: quién cree o no».

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.