Los anuncios del ministro de Economía, Luis Caputo, cayeron como un balde de agua fría para el empresariado nacional. Si bien no esperaban grandes noticias, se trató simplemente de la ratificación de que los años venideros serán muy duros con caída del consumo y posible cierre de sus comercios. Nada que no conozcan, aunque el shock que representan estas medidas posiblemente impacte en mayor medida que lo ocurrido ocho años atrás.
Referente de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), Leo Bilanski dialogó con El Grito del Sur sobre el impacto de las medidas de la administración Milei sobre las pymes argentinas. «Este plan termina afectando primero al sector industrial, después al comercial porque hay menos ventas y por último al de servicios, que complementa ambas cadenas de valor», aseguró.
A grandes rasgos, ¿cuál es tu análisis sobre las primeras medidas económicas del Gobierno?
Luis Caputo ya fue ministro en el gobierno de Mauricio Macri y parece ser un segundo tiempo de esa gestión. Ya en 2016 se lanzó un plan de devaluación, ajuste, deuda y apertura. Entonces lo que está planteando Caputo es más o menos ese sendero. Si no funcionó la primera vez, ¿por qué va a funcionar la segunda? Eso no lo aclaró el Ministro de Economía, fue confuso en su intento de lección de economía al principio del anuncio. Los anuncios que haga merecen más amplitud y explicaciones, por lo que se perdió la posibilidad de profundizar la explicación de las medidas que toma y demostrar que no va a ir por el mismo camino que ya se implementó y fracasó con Macri.
En la provincia de Buenos Aires, más precisamente en Coronel Suárez y Chivilcoy, ya hay fábricas de calzado que anunciaron suspensiones y planes de retiro. ¿Qué situación observan en el sector que ustedes representan?
Muchas empresas se están preparando para un esquema de sustitución inversa de manufacturas nacionales, es decir importar lo que fabricaban acá. Caputo hizo una manifestación de posición política: todos van a poder importar y punto. Es una señal al sector privado, aunque no clarificó con qué dólares se podría hacer esto. Por lo tanto, hay un sector manufacturero que va a despedir gente.
¿Qué significa la apertura indiscriminada de importaciones para el presente y futuro de las pymes argentinas?
Fundamentalmente reducción de trabajadores formales, que son los mejores remunerados y los mejores calificados. Se degrada la matriz laboral y, por otro lado, se achica el mercado interno con un correspondiente impacto sobre el consumo. Termina afectando primero al sector industrial, después al comercial porque hay menos ventas y por último al de servicios, que complementa ambas cadenas de valor. Por eso fracasó el primer tiempo de Mauricio Macri.
Ves muchas continuidades entre esta película y las anteriores…
Hasta ahora hay un segundo tiempo de un mismo modelo económico, tradicional y conservador. No innovaron por ahora en la propuesta de gobierno, me da la sensación que ganó Milei pero el plan es de Macri.
Recientemente mantuviste junto a ENAC un encuentro con la Embajada de China en Argentina. ¿Qué opinión tiene China sobre el nuevo gobierno argentino y por qué ahora Milei, después de fustigar al país asiático, pide una renovación del swap?
No hablamos sobre el gobierno de Milei, somos una organización de empresarios privados y tenemos una agenda de desarrollo. Hablamos sobre exportar valor agregado pyme a la República Popular de China, buscar inversiones estratégicas en sectores pyme nacionales y articular con entidades empresariales chinas para procurar intercambio comercial con desarrollo de los pueblos. La Embajada se vio más que interesada en esta agenda, nosotros creemos que las economías deben ser complementarias y el factor «costo de la mercadería» no es el más relevante. Hay un área de oportunidades gigantes en beneficio de ambas naciones. Ahora hay una distancia entre el modelo argentino y el chino, que espero se mitigue rápidamente porque China realiza inversiones estratégicas en nuestro país. También ayuda financieramente con el swap en el marco de la escasez crónica de dólares.
¿Qué consejos le darías al Presidente respecto a su obsesión de reducir el déficit fiscal?
Tiene que crear 100 mil empresas pyme nuevas, trabajar fuerte en formalizar la economía y simplificar la vida económica a los argentinos y las argentinas. Eso va a hacer que la distribución de los impuestos se recargue en una base mucho más grande, lo que generará un mercado más eficiente y va a oxigenar al Estado de una carga que no puede sostener. El camino que se eligió no da buenos resultados, ahí hay una tensión permanente pero la sociedad eligió el camino planteado por el Presidente. Entonces nosotros somos respetuosos.
¿Cuánto crees que el pueblo argentino, incluso los votantes de Milei, está dispuesto a soportar un ajuste de la magnitud que plantea Milei?
Esa es una pregunta muy interesante porque lo que tenemos que hacer es identificar a los votantes de Milei y planteárselo. En el ámbito empresarial a la Cámara Argentina de Comercio, el Coloquio IDEA, la Sociedad Rural, la Bolsa de Comercio, la CAME y la UIA. Ante cada caída de venta y cada destrucción de pymes, la pregunta que habría que hacerle a dichas instituciones -que fortalecieron la elección de Milei- es hasta cuándo le van a dar el apoyo y lo van a soportar porque, en definitiva, ellos le concedieron ese placer. Lo que yo te puedo decir es que cuando haya recesión, van a perderse comercios e industrias. Hay una correlación directa que se manifiesta siempre así.
