Match: la literatura del amor

😘 Pablo Ottonello es escritor, crítico y guionista argentino residiendo en Chicago (EE.UU.). Desde esta ciudad atendió a El Grito del Sur para charlar sobre su libro Match, donde indaga en la lógica amatoria y las aplicaciones de citas.

Enamoramientos pasajeros, idealizaciones engañosas y tristezas irremediables: éstos son algunos estados de ánimo por los que debe pasar el protagonista del libro Match cuando intenta superar a su expareja en base a citas casuales. Como él, actualmente hay cientos de miles de corazones ansiosos utilizando aplicaciones de citas que, frente a la ausencia de medias naranjas, buscan al menos un limón para pasar el rato.

Escrito por Pablo Ottonello y publicado por Vinilo Editora, Match es un reflejo de la lógica amatoria contemporánea. Un libro pequeño y simpático, con la belleza efímera de una estrella fugaz y el placer dosificado de una caja de bombones. El registro, mezcla entre diario íntimo y guión, utiliza el tono socarrón y la ironía para interpelar al lector sobre la naturaleza del amor, tan ridícula como desgarradora. 

El narrador incurre una y mil veces en falsas expectativas con mujeres que no son lo que aparentan tras la pantalla. Para ello conserva un tono mordaz y una esperanza incansable que nos hace empatizar rápidamente con sus desventuras.

En el Día de los Enamorados, El Grito del Sur habló con Ottonello, escritor, crítico, guionista y Doctor en Letras por la Universidad de Chicago que, desde esa ciudad, contestó algunas preguntas sobre su libro. Ottonello es también autor de textos como Quiero ser artista (2015), El verano de los peces muertos (2017) y El vello álmico (2019).

¿Cómo fue la decisión de escribir sobre tus desventuras amorosas? 

La respuesta más sincera es que me la paso escribiendo sobre todo lo que sucede. Hace muchos años, desde 2006, llevo un diario íntimo. De repente, cuando empecé a estar soltero, el diario se llenó de historias de amor y desamor. Hay un mito que supone que si tenés una vida interesante tenés algo que contar y eso es un poco falso: las experiencias no te garantizan que puedas escribir. Lo cierto que si te la pasas escribiendo las historias surgen. Observar y entender al otro te da buen material. Yo siempre estoy a la pesca de algo que me satisfaga como autor. 

¿Creés que las redes sociales y las aplicaciones de citas cambiaron la forma en que nos relacionamos? 

Sin duda. Las redes sociales no solo cambiaron la forma en la que nos vinculamos, sino que incluso abrieron el juego a la gente más grande a la que le cuesta salir. Las apps de citas generan perfiles digitales en los cuales uno se plantea todo el tiempo como un sujeto apto para el amor. Hay un libro que se llama «La intimidad como espectáculo», de Paula Sibilia, que aparece como un telón de fondo en mi libro sin estar citado explícitamente. Sibilia dice que los avatares digitales son una continuación de lo que antes era la correspondencia o el diario íntimo, donde uno se inscribe de diferentes maneras. En Tinder, Happn, Bumble, todo el tiempo estás produciendo materiales autorreferenciales. Las aplicaciones son también esas narrativas que las personas arman de sí mismas. Esta exacerbación del yo no es propia de nuestra época, pero contribuye al boom de la autoficción que tuvo la literatura argentina de un tiempo a esta parte.

¿Qué significa el concepto de pre-amor?

El pre-amor es un concepto que creó el psicoanalista James Hollis en su libro «Proyecto Eden». Éste refuta el mito occidental de que si no encontrás a tu alma gemela estás fracasando y otros mandatos que están por detrás del encuentro con el otro. Esto a algunas personas les pesa, como si lo casual y lo efímero fuera una derrota. Yo estoy muy en contra de esta idea que viene de la educación católica que nos infundieron desde niños. Yo creo en la libertad sexual, el goce y el placer. Hay un montón de prejuicios en contra del sexo casual, como si fuera lo contrario a lo real. En su libro «Fragmentos de un discurso amoroso», Roland Barthes se pregunta: «¿Por qué hay que durar y no arder?«. Yo defiendo el ardor y lo intento representar en este libro.

Decís que las apps de citas tienen que ver con la soledad y no con el encuentro. ¿Por qué?

Esa es una experiencia personal. Yo entré al mundo de las aplicaciones después de un divorcio, atravesando el duelo por un matrimonio que terminó. En ese contexto, las citas eran una manera de llenar el tiempo. Yo no podía dormir solo. Por eso este libro no es un alarde de un hombre creído que sale de cacería, sino la confesión de una persona muy rota. Si bien de repente hay buenos momentos como una charla o el sexo, hay un costado muy doloroso de quien no tiene de dónde agarrarse para enfrentar lo más oscuro. Personalmente, todo el tiempo que usé las apps de citas me divertí porque incluso las citas más desastrosas eran una excelente crónica para mí.

¿Cómo fue escribir del amor en primera persona desde la visión de un hombre? ¿Creés que los varones tienen que hablar más de sus fracasos amorosos?

Yo creo que las verdades generan más empatía y por eso opté por la sinceridad. Me parece mucho mejor que hable un hombre quebrado que alguien que niega el sufrimiento. Creo que el libro muestra un hombre vulnerable que expresa su frustración, no un tipo langa. Si bien el deseo sexual masculino es un gran tópico de la literatura y es representado hace siglos, con los editores de este libro (Nota de Redacción: Mauro Libertella y Johana D’Alessio) hablamos de que estaba bueno que apareciera una faceta más genuina del deseo. 

¿Tenés alguna otra historia graciosa que no contaste en el libro? 

Hubo cosas que quedaron fuera porque era necesario acotarse al formato. Igualmente lo que cuento no está apegado totalmente a la realidad. El protagonista soy yo, pero cada historia está atravesada por la ficción y fue adaptándose a la trama. No es un texto testimonial, sino más bien habita ese borde donde la ficción y la no ficción se cruzan.

¿Pensaste seguir escribiendo sobre amor?

Uno siempre escribe sobre amor, es uno de los grandes tópicos de la literatura. Mi próxima novela, que ya está escrita esperando ser editada, es una novela de amor en un matrimonio. El tema de las apps de citas creo que ya lo agoté y no lo quisiera seguir desgastando. Igual me llama la atención la buena recepción de los y las lectoras y la repercusión que tuvo el libro. Creo que, lejos de lo que dijo Hernán Casciari sobre la muerte de la literatura, la literatura está realmente muy viva y pujante a pesar de la coyuntura política adversa y eso se nota cuando el trabajo editorial acompaña.

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Dalia Cybel

Historiadora del arte y periodista feminista. Fanática de los libros y la siesta. En Instagram es @orquidiarios