Luego de una puja que se extendió durante varios meses acerca del destino de la concesión de la principal vía navegable de nuestro país, el gobierno nacional firmó la disposición que le otorga a la Administración General de Puertos el manejo de la Hidrovía Paraná-Paraguay por el plazo de un año. La definición implica que ahora el Estado asumirá la operación para el mantenimiento del sistema de señalización y las tareas de dragado y redragado en la vía navegable por donde pasa el 80% del comercio exterior argentino.
La noticia fue bien recibida por los sectores del kirchnerismo más duro que, desde hace tiempo, pujaban por una definición de este tipo. El senador Jorge Taiana y la diputada nacional Fernanda Vallejos fueron los voceros principales de esta línea de intervención que propone la reapropiación estatal de la gestión de la vía luego de 30 años de concesión a Hidrovía S.A. (integrada por la empresa belga Jan del Nul y la argentina EMEPA). «La decisión de nuestro gobierno vuelve a colocar al Estado al frente de la gestión del Río Paraná. Es un acto de restauración de la soberanía nacional inmensamente dañada durante las etapas neoliberales de nuestra historia», explicó la diputada Fernanda Vallejos, consultada por El Grito del Sur. «Con una empresa del Estado como AGP en el canal troncal (donde desde 1995 reinaba un monopolio privado) se da un primer paso importantísimo para resolver las vulnerabilidades que hoy presenta el sistema logístico en materia de subdeclaración de exportaciones o sobrefacturación de importaciones, junto con el ejercicio del cobro del peaje y la definición de las tarifas», agregó Vallejos.
Los puntos que señala la diputada son una de las principales preocupaciones que hacían a la concesión: la evasión fiscal y la subfacturación de productos agrícolas se había convertido en una herida sangrante por la cual se drenaban gran parte de los recursos producidos en nuestro suelo. Para muestra un botón: un estudio del Instituto WIDER (organismo dependiente de la ONU) señala que el contrabando de granos y oleaginosas hace que “cerca de 20% de las ventas argentinas de estos productos al resto del mundo no se declaran en el país”. La falta de controles, sumado a un aceitado dispositivo de evasión y contrabando, hace que los grandes productores rurales subfacturen su mercadería con el objetivo de evitar pagar impuestos.
«Hidrovía es el término economicista que se usa para olvidar que hablamos de los ríos», sostuvo en diálogo con este medio Oscar Verón, capitán fluvial y secretario de Relaciones Institucionales de la CTA Autónoma. Además es delegado general de ATE Vías Navegables y desde hace más de 40 años se dedica a estudiar los ríos de nuestro país. «Nosotros venimos defendiendo dos o tres cosas: la principal es el absoluto ninguneo que ha habido de los trabajadores que durante años hemos realizado todos los dragados, señalizaciones y estudios de ríos, costas y fondos. Decir que no estamos en condiciones o no tenemos la maquinaria necesaria es un desconocimiento de la historia argentina», señaló Verón, quien insiste en la necesidad de una solución de fondo que pueda poner los ríos argentinos en favor del desarrollo soberano nacional. «Entendemos que hemos ganado un año más, pero tiene que haber una propuesta concreta», sentenció.
En la misma línea se expresaron otros referentes. “Tenemos que ir por más. Este decreto va a significar quedarnos con una pequeña parte. Hoy discutimos quién se queda con las riquezas que pasan por el Paraná. Lo necesitamos todos», señaló el diputado santafecino Carlos del Frade en un acto realizado ayer por la Coordinación Nacional de Trabajadores/as de la Industria de la CTA Autónoma. «Para una definitiva independencia, vamos por la soberanía del Paraná. La extranjerización de la riqueza es inversamente proporcional a la pobreza que tenemos en nuestro país”, concluyó.
El Decreto 427/2021 otorga al Estado la concesión de la operación para el mantenimiento del sistema de señalización, el dragado y el control hidrológico de la Vía Navegable Troncal. Una medida de suma importancia en una vía de 820 kilómetros, por donde ingresa el 95% de las importaciones nacionales y donde 14 de los 18 puertos que operan están concesionados al sector privado. De hecho, un informe de Proyecto Económico y el IADE estima que entre 2011 y 2020 el Estado perdió en materia de recaudación 10 mil millones de dólares por maniobras ilícitas en la Hidrovía Paraná-Paraguay.
«Tiene que volver a quedar en manos del Estado», enfatizó Verón. «Durante 123 años lo hicimos nosotros. De hecho, presentamos como propuesta la construcción de una empresa 100% estatal a cargo de todos los puertos, de todas las vías navegables. Consideramos que recaudando adecuadamente se puede hacer una política en serio. Sin embargo, del otro lado, los poderes son muy grandes y por eso el pueblo tiene que seguir movilizado. Este es un primer paso que nos permite plantear las soluciones necesarias», señaló.
El dirigente gremial también enfatiza en un tema no menor: el impacto ambiental de las gestiones de los ríos. Las tareas de dragado realizadas por la empresa Jan de Nul se efectuaron sin ningún tipo de estudio de impacto ambiental. De hecho, el proyecto de las aceiteras consiste en llevar la profundidad de la vía navegable de 34 a 40 pies y ampliar el ancho de solera para llevarlo a 150 metros. «Quieren profundizar el canal Punta Indio y todo el Río Paraná para disminuir la cantidad de embarcaciones, lo que generaría menos trabajo para los portuarios. Pero el objetivo real es exportar más millones de toneladas de cereales y aumentar el área sembrada, con el consecuente aumento de incendios, desmontes y expulsión de pueblos originarios», finalizó Verón.
«Toda nación que deja hacer por otras una navegación que podría emprender por ella misma, disminuye sus fuerzas reales y relativas a favor de sus rivales», explicaba ya en 1799 el General Manuel Belgrano. Doscientos años después, llegó la hora de desempolvar algunos de los legados del gran patriota argentino para rediscutir nuestra soberanía. Enfrente se encuentran China, los belgas y otras empresas extranjeras al acecho de un negocio multimillonario. De este lado, trabajadores y sus organizaciones gremiales impulsan un modelo nacional de desarrollo. Comienzan a correr los días y el tiempo y la correlación de fuerzas dirán para qué lado se inclina el fiel de la balanza.
