A poco menos de dos meses para el cierre de listas, la Ciudad de Buenos Aires aún no tiene contendientes definitivos para la elección primaria de agosto. Varios candidatos emergen desde el oficialismo y otros tantos se anotan desde la oposición peronista y liberal. La izquierda, con un peso relativo importante en el distrito, intentará capitalizar el descontento social y la crisis económica con una alternativa antagónica a la que ofrecen los libertarios. Diputada nacional y precandidata a Jefa de Gobierno por el Partido Obrero en el Frente de Izquierda, Biasi analiza la situación porteña, dispara contra Milei y señala que hubo sectores del oficialismo que facilitaron su visibilización.
¿Cuáles son las causas de la corrida y cómo ves la reacción del gobierno nacional?
En primer lugar, quiero reivindicar que lamentablemente se cumple por la negativa algo que advertimos muy tempranamente: cerrar el acuerdo con el FMI implicaba una política inflacionaria y recesiva. Hoy, finalmente lo que está ocurriendo con la Argentina, por las exigencias y los términos del FMI, terminó incentivando esta situación que obviamente se combina con la especulación y la presión de sectores exportadores para que se devalúe y por eso no están liquidando. Pero estamos hablando de un sector que fue beneficiado por el Gobierno y que ahora responde de esta manera cuando «más se lo necesita». Pero la matriz de esta situación es el acuerdo con el Fondo.
Sos precandidata a Jefa de Gobierno. ¿Cómo ves la gestión del PRO a 16 años de iniciado su período en la Ciudad?
Si algo simboliza los 16 años de macrismo es el derrumbe que se produjo en Floresta. Una tragedia que sintetiza una realidad en CABA atravesada por el incremento de las necesidades de los trabajadores y trabajadoras. Una Ciudad que ha decidido darle la espalda a las mayorías populares para beneficiar al negocio inmobiliario, que vive de espalda o ha expulsado a sus trabajadores, porque no pueden pagar un alquiler o terminan en villas. Los gobiernos de Macri y Larreta han triplicado la cantidad de habitantes en villas y la población general de la Ciudad no se ha incrementado. Una ciudad que recauda indexando por inflación todos los impuestos pero cierra paritarias del 60%, como ocurre con SUTECBA. En definitiva, la ciudad para que esté como está ha necesitado de más de un actor, como la dirigencia del SUTECBA o de gremios que son opositores a Larreta pero permiten que prosperen acuerdos a las bajas. Es un gobierno fracasado y que ha producido una desigualdad feroz.
Mucho se discute sobre nombres y candidaturas pero poco sobre programas políticos. ¿Cuáles serían las tres medidas que tomaría el FIT si gobernara la Ciudad?
En primer lugar, tenemos que tocar el interés inmobiliario para democratizar el acceso a la vivienda en la Ciudad y esto requiere por un lado de impuestos progresivos a los sectores que, teniendo tres o cuatro viviendas, no las colocan en alquiler. Un impuesto a la vivienda ociosa, no para quien tiene una vivienda única sino para los especuladores inmobiliarios. Punto número dos, un plan de obras efectivo y real para llevar soluciones habitacionales: hay 400 mil personas que no tienen solución habitacional y en 16 años construyeron 6 mil departamentos destinados exclusivamente a tapar villas miserias. Esto requiere una urbanización real de las villas y traería respuesta a la inseguridad, una preocupación muy fuerte por ejemplo en Soldati. Hay que terminar el negociado del GCBA con plataformas como AirBNB que hacen incrementar el precio de los alquileres en aras de construir una ciudad turística. Tercer cuestión, terminar con el trabajo precario: el primer precarizador en CABA es el Gobierno de la Ciudad que en estos 16 años ha incrementado brutalmente las relaciones laborales precarias. Por último, presupuesto para educación y salud, fondos para infraestructura.
A nivel nacional, ¿el FIT va a internas o con candidato único?
Nosotros siempre hemos tenido una posición consecuente. Rechazamos las PASO, nos parece un instrumento que el régimen se ha dado para resolver cuestiones internas de los partidos y limpiar el terreno de cara a las elecciones generales. Siempre hemos impulsado un Frente de Izquierda que estuviera unido a las luchas, combativo, en las calles, que no fuera a dividir cuestiones que deben ser dirimidas en congresos, asambleas, a través de las PASO. Durante años no tuvimos eco en esta propuesta y veremos cómo se terminan desenvolviendo los hechos pero para nosotros es un problema que la izquierda se presente a internas.
¿Cabe una autocrítica en la izquierda ante el crecimiento de Milei y su capacidad de representar a los sectores que impugnan el sistema?
En la izquierda tenemos una responsabilidad en relación a que hoy las expresiones de rebeldía y hartazgo frente a un régimen social con 40% de pobreza y 50% de niños pobres miren a Milei como salida. Y en esto está el debate de la izquierda. Nosotros somos una izquierda que queremos aparecer actuando en el territorio, llegar directamente a la gente para explicar que Milei es una estafa absoluta y es la expresión más concentrada del régimen de castas capitalista. Y es lo que estamos haciendo: hace 10 días atrás reunimos a 80 pibes de Soldati para combatir las posiciones de Milei. Quién no está en Soldati no puede hacerlo, no se puede hacer desde la tele o desde un videito en internet. Ahora, Milei es el producto de que aquellos que gobernaron orientaron la cuestión para que Milei sea el visibilizado de un sector que está harto de los que gobiernan: uno no ignora que quienes hoy gobiernan la Provincia de Buenos Aires le acercaron la posibilidad de que tenga personería electoral, mientras otros dirigentes plantean que hay que favorecer a Milei porque le saca votos a Juntos por el Cambio. Nosotros nos tomamos en serio las expresiones que pueden derivar en fascismo: hay que combatir a las expresiones como Milei.
¿Creés que le faltó un poco más de calle en el gobierno de Alberto a la izquierda? En 2015 cortaba Panamericana y movilizaba muchísimo contra el gobierno de CFK, pero ahora -salvo por Unidad Piquetera- se la nota más cauta.
No paramos de estar en las calles, estuvimos toda la pandemia en las calles. Se nos murieron las compañeras que sostenían los comedores por COVID, fuimos un sector que enfrentó las políticas del gobierno macrista como ningún otro mientras los sectores que hoy están en el gobierno y los movimientos sociales oficialistas estaban sentados con Stanley cerrando acuerdos de todo tipo. Nosotros estuvimos bajo en la calle bajo el macrismo y bajo este gobierno. La Unidad Piquetera es dirigida por el Polo Obrero.
