El conflicto saltó a los medios con un titular en el que se denunciaba que el Ministerio de Seguridad judicializaría una protesta de vecinos de Bariloche que se manifestaban «contra la ocupación de tierras» en el Lago Mascardi. Pero la disputa de fondo no es nueva, tiene aproximadamente unos 500 años y éste es un nuevo capítulo de una disputa histórica. «Esto es absurdo, quieren apropiarse de una propiedad del Estado Nacional», declaró al diario La Nación Enrique San Juan, uno de los aparentes defensores de la propiedad estatal, que se movilizó hasta la zona. Ahora, en redes sociales, el mismo grupo de vecinos convoca a un nuevo «banderazo patriótico» para este sábado.
La caravana que llegó el último fin de semana hasta el lugar en disputa portaba la típica estética que han sabido adoptar las marchas de oposición al gobierno de Alberto Fernández: banderas argentinas, camionetas de alta gama, boinas de campo, cabelleras rubias y un evidente componente clasista. En respuesta a la movilización, el Ministerio de Seguridad dispuso un operativo para evitar que hubiese enfrentamientos con la comunidad originaria que vive en ese lugar, la misma ubicación donde fuera asesinado de un tiro por la espalda el joven mapuche Rafael Nahuel.
¿Quién está detrás de las protestas blancas y racistas de Río Negro? «Acá está presionando el empresariado hotelero, que la mayoría no son de Bariloche», explica Pity Jones Huala, madre de Facundo, dirigente mapuche que se encuentra cumpliendo condena en una penitenciaría de Temuco, Chile. «Son grupos empresariales que explotan distintos lugares. El Cerro Catedral ya se los entregaron todo, con la gente adentro. Es como volver a la época de Ezequiel Bustillo», explica la militante mapuche.
«Lo poco que pudimos averiguar, por algunos medios independientes, es que detrás estaría el empresariado del Hotel Llao Llao queriendo hacer un hotel de muchas estrellas en esa zona y que gran parte del territorio estaba negociado para los israelitas», agrega Pity Jones Huala. Y compara: «Es como lo de Lewis y Benetton».
No sólo las presiones empresariales se hacen sentir. El intendente de El Bolsón, Bruno Pogliano, ligado a Alberto Weretilneck, es uno de los promotores de las movilizaciones y se ha convertido en vocero anti-mapuche. «El intendente mira para otro lado y no dice nada», explica Jones Huala en referencia a la actitud adoptada por la autoridad política de Bariloche.
Gabriel Fuks, responsable de la articulación con las comunidades desde el Ministerio de Seguridad, aseguró que el Estado Nacional está avanzando con el Relevamiento de Tierras para Pueblos Originarios. «La reivindicación nuestra es la recuperación del territorio. Todo aquello que nos quitaron en la conquista del Desierto y la pacificación de la Araucanía. Somos un pueblo preexistente a las dos repúblicas: tanto Chile como Argentina», explica Pity. «La historia oficial nos niega acá y del otro lado: acá dicen que vinimos de Chile a matar Tehuelches y en Chile dicen que fuimos corridos desde Argentina y le quitamos la tierra a ellos. La historia está escrita por quien la pudo escribir, pero la realidad es que nosotros ya existíamos desde hace más de 9 mil años en la zona».
Las autoridades provinciales, en voz de la gobernadora Arabela Carreras, volvieron a declarar que «el camino es el diálogo, no la violencia». Sin embargo, desde la comunidad mapuche declaran que seguirán firmes en sus reclamos mientras del otro lado ya se anunció un nuevo «banderazo patriótico» para este sábado.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:
