“Una provincia que está pobre de tanta riqueza que tenemos”

✊ Miles de personas marcharon junto a comunidades de pueblos originarios de Jujuy para exigir la inconstitucionalidad de la reforma de Morales. No saben durante cuánto van a permanecer acampando, “pueden ser cinco días o un año".

El tercer Malón de la Paz llegó a Buenos Aires después de una semana de viaje por las provincias del centro y noroeste del país. La caravana inició su periplo el día 25 de julio y arribó a la capital el 1 de agosto, Día de la Pachamama, luego de transitar por Jujuy, Salta, Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba y Santa Fe.

Las más de 150 comunidades que integraron el Malón de la Paz reeditaron un viaje que se hizo por primera vez en 1946, en esa oportunidad a pie durante tres meses. El pedido es, en el fondo, el mismo: el reconocimiento y resguardo de sus tierras. En esta ocasión, el malón es motivado por la reforma de la Constitución de Jujuy, aprobada el pasado 20 de junio, en medio de una brutal represión al pueblo que se manifestaba en oposición. La reforma, sostienen, es inconstitucional, además de inconsulta, y allana el camino (restringe la libertad de protesta) para el extractivismo mineral y la explotación del litio.

El Malón de la Paz acampa en Tribunales y exige a la Corte Suprema de la Nación que se expida en relación a la inconstitucionalidad de la reforma. Les manifestantes también pasaron por el Congreso de la Nación: piden la intervención federal a la provincia debido a las situaciones de violencia y persecución que se mantienen desde hace más de un mes y el tratamiento de una Ley de Propiedad Comunitaria.

“En Jujuy no hay respuesta y por eso nos movilizamos a Buenos Aires. El gobierno de Morales está haciendo oídos sordos, está en campaña electoral y el reclamo del pueblo lo está dejando de lado”, señala Héctor Palacios, integrante del Malón en representación del departamento de Iruya. Orlando, compañero que se unió en Orán (Salta) indica que “Salta no es ajena a la situación con el litio. Somos dos provincias que podemos tener consecuencias a futuro. Hoy por hoy es Jujuy, mañana puede ser Salta, hasta Catamarca: todos los pueblos originarios podemos correr la misma suerte”.

Fotos: Santiago Oroz

En la Plaza Lavalle de Tribunales, los pueblos originarios realizan rituales, ceremonias, ofrendas y danzas en celebración por el Día de la Pachamama, a la que le piden por la protección de sus tierras. “Abajo la reforma”; “El agua no se negocia, no se vende, se defiende”; “Arriba los derechos”, son algunas de las consignas plasmadas en los carteles que se levantan entre las wiphalas y las banderas argentinas. Comunidades aborígenes de Uquía, Maymaras, pueblos de Atacama, kollas, quechuas, de Humahuaca y guaraníes, son algunas de las cientos de comunidades movilizadas hasta la Ciudad de Buenos Aires.

La caminata comenzó a las 10 de la mañana en la Plaza Miserere y recorrió el centro porteño hasta el Obelisco para terminar en frente al palacio de la justicia, donde el malón planea quedarse hasta recibir una respuesta positiva a sus reclamos. “Jujuy está totalmente movilizado, totalmente conmovido, eso hace que estemos muy fuertes acá. Nosotros vamos a hacer permanencia y a defender los derechos de la Constitución Nacional, no importa quién esté en el gobierno”, manifiesta Desi Olmos. “Vamos al Congreso para que todos los partidos políticos que son elegidos por el pueblo, y que en campaña pregonan el federalismo y la soberanía, ahora demuestren ese discurso con los hechos. Eso es lo que vamos a exigir”. Consultado por la precandidatura a la vicepresidencia del gobernador de Jujuy, Desi contesta: “En la provincia, Morales no puede hacer campaña, intenta hacer campaña, lo tienen escondido en los actos, viene bastante rodeado por la policía que cumple órdenes injustas, inmorales”.

Fotos: Santiago Oroz

Valerio Héctor, que participó del segundo Malón en 2006, llega a Tribunales desde la comunidad Cueva del Inca de Tilcara. “En este reclamo venimos a pedir por nuestros derechos. No los míos ni de las comunidades que están acá, sino los derechos de los pueblos y eso hay mucha gente que no lo entiende. Lo toman como que estás defendiendo una bandera política o a un gobernador. Eso hace que haya división y no se pueda conseguir lo que nosotros queremos más rápido”. Valerio es albañil e indica que al marchar con el malón sigue el camino de su mamá, comunera de su pueblo, y que hay amigos y hermanos que perdieron un ojo por la represión en junio.

“El gobernador nos trata como si fuéramos piqueteros o que estamos solventados por Milagro Sala o el kirchnerismo, cosas que desmiento totalmente. Nosotros somos una comunidad que pensamos que el agua es mucho más que el litio o que las riquezas que de ahí sacan, se la llevan mientras los maestros están ganando un salario miserable. Una provincia que está pobre, de tanta riqueza que tenemos. Están explotando y se la llevan sus amigotes, empresarios internacionales, los amigos del gobernador”.

Si bien reside en Capital Federal desde hace 27 años, Laura Ábalos es originaria de Tilcara y tiene a toda su familia allá. Ella es docente y este martes se acercó a los tribunales en apoyo al malón. Laura es maestra de grado, lleva un guardapolvo y un cartel en solidaridad con les docentes jujeños. “Es un ambiente muy hostil ahora, las libertades se han coartado, fundamentalmente de los que protestan, y los docentes están siendo amenazados, hostigados permanentemente. Sé que un docente allá no supera los 50 mil como sueldo básico, sé que los docentes no pueden tomar dos cargos y aparte deben buscar otro trabajo más para poder sobrevivir. Los docentes en las escuelas rurales hacen sacrificios inmensos porque todavía en el siglo XXI hay escuelas que no tienen ninguna condición, no están preparadas, son escuelas ranchos”.

“Como hemos visto históricamente a lo largo de la Cordillera de los Andes, las comunidades están siendo saqueadas. Lo único que nos queda a los lugareños es la contaminación, la infertilidad de las tierras. Creo firmemente en la unidad de los pueblos y la cultura indígena porque una de las costumbres indígenas es actuar en comunidad, actuar con fuerzas conjuntas”, plantea.

Las denuncias de persecución y hostigamiento en la provincia son otro de los fuertes reclamos del malón. “Los abogados que nos defienden no pueden hacer su trabajo porque están detenidos hace más de dos semanas”, asegura José Sajama, parte de la comisión que viajó a Buenos Aires para organizar al Malón. “Vamos a acampar para que la Justicia se pueda expedir lo más pronto posible y para ver si se generan canales de diálogo en Buenos Aires porque en nuestra provincia no es posible el diálogo”. José asevera que la represión y la persecución es el “modelo, la forma de gobierno de Morales. No lo ha hecho ahora, lo viene haciendo hace mucho”.

Al interior de la organización del tercer Malón no saben durante cuánto van a permanecer acampando, “pueden ser cinco días o un año”. No tienen pensado retornar a su provincia sin una respuesta positiva a sus reclamos.

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