Si no hay regreso seguro, clases por Zoom

Organizaciones de derechos humanos y familias nucleadas en colectivos educativos coinciden en que no están dadas las condiciones para un regreso masivo a la presencialidad, tal como propone el Gobierno porteño. Reclamos por una mesa de diálogo y fuerte preocupación por la baja inversión en infraestructura.

Mientras el Gobierno de la Ciudad hace un esfuerzo notable para restarle importancia a la cantidad de contagios que se producen a diario en todo el distrito, gran parte de la comunidad educativa advierte esta situación y denuncia la falta de un plan de retorno seguro a las aulas por parte del Ejecutivo porteño. En ese marco exigen desde la creación de una mesa de diálogo hasta una respuesta urgente a los casi 30 mil estudiantes sin vacantes en las escuelas públicas, situación que se profundizó durante las últimas dos gestiones de Soledad Acuña al frente del Ministerio de Educación.

Organizaciones de derechos humanos y miles de familias nucleadas en diferentes colectivos educativos coinciden en que no están dadas las condiciones para un regreso masivo a la presencialidad como propone el Gobierno porteño. La punta de lanza comenzó la semana pasada cuando más de un centenar de familias del Mariano Acosta alzaron su voz y aseguraron que no van a enviar a sus hijos e hijas a la escuela en este contexto sanitario.

“Es fundamental establecer la diferencia entre no querer volver a la presencialidad y desear hacerlo de un modo seguro. Las familias queremos enviar a nuestros hijos e hijas a la escuela y que recuperen todo lo que eso implica. Pero no podemos hacerlo de cualquier modo”, señala en diálogo con El Grito del Sur Paula Acosta, del colectivo FOA (Familias Organizadas del Acosta), que agrupa a 150 familias de ese histórico colegio. “La apertura total de las escuelas implicaría 1.200.000 personas en la calle y el transporte público ya está desbordado en horarios pico. Realmente es necesario un plan de organización que no estamos viendo (…) y es esencial que este plan se organice con las comunidades educativas en su totalidad”, agrega Paula Acosta, quien por último le pide al Gobierno de la Ciudad “que actúe en consecuencia de eso y no instalando un discurso vacío de contenido. Seamos claros: en el 2020 se aprobó el presupuesto para educación más bajo de la CABA”. Por su parte, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH-CABA) sostuvo que ven “con profunda preocupación el anuncio del Jefe de Gobierno sobre el inicio de clases presenciales en la Ciudad. A pesar de las recomendaciones de los sindicatos docentes y de parte de la comunidad educativa, la ministra de Educación Soledad Acuña dispuso la la presencialidad para el próximo 17 de febrero”. También advirtieron que a partir de “la nula inversión en infraestructura escolar (…) no están dadas las garantías para que alumnos, alumnas, y trabajadores de la educación vuelvan a las escuelas”.

“La concurrencia a los establecimientos escolares supone el uso del transporte público por parte de gran parte de la comunidad educativa. Está suficientemente probado que todos los transportes públicos son fuente de contagio, sobre todo si son utilizados por gran cantidad de personas. Las soluciones que se propusieron fueron vagas e improcedentes y no se contemplaron todos los riesgos epidemiológicos que este movimiento de personas producirá”, agregaron desde APDH.

En el mismo sentido, la presidenta del Centro de Estudiantes del profesorado del Normal 1, Nara Madoni, afirmó que “es totalmente vergonzoso que estando a dos semanas de que docentes vuelvan a las escuelas y a tres de que lo hagan las y los pibes, no haya ninguna información sobre la vacunación de personal docente y no docente”. En diálogo con este medio, la referente estudiantil puntualizó sobre uno de los problemas que preocupa al conjunto de la comunidad educativa: “No informan cómo va a ser el traslado hacia las escuelas, siendo uno de los mayores problemas por la cantidad de personas que circulan en el transporte, y el alto riesgo de contagio que hay en ellos”.

Desde el Centro de estudiantes del Normal 1 también destacaron las malas condiciones de los edificios escolares y la falta de iniciativa del Gobierno porteño para ponerlos a tono con el contexto de pandemia. “Es necesario contar con espacios aireados para evitar la concentración del virus. Esto va de la mano con las experiencias que se vieron en las burbujas de fines del 2020, y en escuela de verano, actualmente, donde semana a semana aparecen más casos”, culmina Madoni.

«Por un regreso seguro»

Recientemente se dio a conocer un documento firmado por una decena de organizaciones de la comunidad educativa bajo el título “Por un regreso seguro para toda la comunidad educativa”. Éste fue firmado por el Cuerpo de Delegados y Delegadas de Cooperadoras; Cooperadores en Movimiento; el CEB (Coordinadora de Estudiantes de Base); Familias por la Escuela Pública; Familias del Mariano Acosta; el Grupo de Litigio; La Vacante es un Derecho; La Coope del Alva; la Universidad Popular Barrios de Pie; y Vacantes para Todxs. Desde el colectivo de familias autoconvocadas “La Vacantes es un Derecho” entienden que “no puede haber retorno seguro si no se visibilizan los problemas estructurales que tienen nuestros edificios escolares”. Micaela López Rodríguez, presidenta de la organización, manifestó a El Grito del Sur que “hay escuelas colapsadas y desbordadas de chicos porque en esta ciudad faltan vacantes y los chicos entran a presión en las aulas” y se pregunta: “¿Cómo se va a manejar el distanciamiento? ¿Cómo le decimos a los chicos que se laven las manos si hay escuelas con problemas crónicos de agua?”. Por último, López Rodríguez subraya que con este tema “el Jefe de Gobierno y la Ministra de Educación parecen atender más la agenda de los medios y del sector económico que la verdadera agenda: la salud de las comunidades educativas”.

Horacio Rodríguez Larreta y Soledad Acuña

En el caso de la escuela del Álvarez Thomas, que en septiembre del año pasado la ministra Soledad Acuña intervino apropiándose de los depósitos y materiales de las familias, “la presencialidad total es complicada porque los elementos que entregan desde el Ministerio duran poco tiempo, y es siempre la cooperadora la que hace el aporte para que la concurrencia a clases se garantice”, dice a este medio Guillermo Kechichian, presidente de la cooperadora. “En la escuela no se ha hecho ningún tipo de modificación y ninguna obra. De hecho, hay algunas aulas que tienen las persianas rotas desde hace varios meses y nunca las arreglaron, en esas aulas no corre ventilación. Es por eso que vemos difícil una presencialidad masiva, hay 900 alumnos conviviendo en el mismo espacio y para esa cantidad hay que duplicar la cantidad de docentes y ni hablar de auxiliares”, remata Kechichian.

Por último, Pablo Cesaroni -del colectivo Cooperadores en Movimiento y de la Cooperadora del Normal 7- señaló que “hay un evidente aumento de la circulación del virus, por esto es fundamental tener en cuenta el transporte para estudiantes, docentes y auxiliares y el inicio de la vacunación, priorizando en docentes y auxiliares”. “Queremos invitar al Gobierno porteño y a su ministra Soledad Acuña para que convoque a la conformación de una mesa de diálogo a los representantes de la comunidad educativa para evaluar en qué momentos y en qué condiciones se puede volver a las clases en forma presencial”, finalizó.

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Martín Suárez

Periodista y locutor nacional; Diplomado en Periodismo y Educación (Universidad Torcuato Di Tella). Actualmente escribo en Tiempo Argentino y hablo en AM 530 Somos Radio. Trabajé en Radio El Mundo, Radio Rivadavia, Radio Belgrano y me desempeñé como corresponsal de Buenos Aires para NTN24