A pesar de haber iniciado las campañas de vacunación, el coronavirus no da tregua a América Latina y los casos no paran de crecer. Mientras en Argentina el gobierno nacional amaga con la posibilidad de anunciar algún tipo de cierre de actividades -como un toque de queda en Ciudad y Provincia de Buenos Aires- para frenar los contagios, los países vecinos han ingresado a la lista de los que más muertes por millón de habitantes registran y, en consecuencia, cierran fronteras e imponen toques de queda para hacerle frente a la segunda ola.
Según datos estadísticos de Our World in Data compartidos por el bioquímico Santiago Olszevicki en su cuenta de Twitter, «en el último mes los casos aumentaron casi 300% en Uruguay, 110% en Argentina y 80% en Chile». «Los países del continente que empezaron la segunda ola antes están entre los que más muertes/millón reportan a diario en el mundo: Brasil (8°), Uruguay (14°), Paraguay (18°) y Chile (19°)”, escribió.
Brasil
El colapso de Brasil no es novedad y, según un informe de Ojo Público, se ha convertido en el país con más casos y más muertos por Covid-19: hasta el 5 de abril registró 13.013.601 casos acumulados (el primer caso se detectó el 25 de febrero de 2020) y 332.752 fallecidos. Además, la ocupación de camas de terapia intensiva ya llegó al 90 por ciento.
A principios de enero Manaos, la capital del estado de Amazonas, se quedó sin oxígeno en sus hospitales y pacientes graves debieron ser trasladados a otras localidades brasileñas de urgencia. En ese momento, el presidente Jair Bolsonaro -cuya gestión de la “gripezinha” le ha valido fuertes cacerolazos en su contra- sostuvo: «No somos responsables de llevar oxígeno allí».
Pero a pesar del negacionismo de Bolsonaro, Brasil es uno de los pocos fabricantes de vacunas contra el coronavirus del continente, ya que el Instituto Butantan de Sao Paulo y la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) producen dosis para abastecer al país. Sin embargo, hasta el momento llevan vacunadas a poco más de 20 millones de personas en todo el territorio brasilero, lo que representa apenas el 9,46 por ciento del total de la población que cuentan al menos con la primera dosis.
Mientras tanto, las variantes P1 (Amazonas) y P2 (Río de Janeiro), ambas originadas en Brasil por el colapso sanitario, comenzaron a extenderse por el mundo y, en especial la primera, se contagia con mayor velocidad y produce una forma de la enfermedad más virulenta que la cepa original. La cepa de Manaos ya circula en Argentina.
Uruguay
Durante todo 2020 llovieron elogios al “paisito” por ser “un ejemplo” y tener una “singular y exitosa estrategia” contra la pandemia de coronavirus. Hoy el panorama es muy distinto: se convirtió en el único país del mundo que tiene 800 casos diarios por cada millón de habitantes y, al mismo tiempo, gracias a su pequeña población de 3 millones de personas, también lidera el ranking de vacunación per cápita contra el Covid-19.
Hace dos semanas, el presidente Luis Lacalle Pou decidió suspender las clases presenciales, cerrar las oficinas estatales y cancelar espectáculos públicos hasta el 12 de abril para frenar los contagios. Pero este lunes, el coordinador del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), Rafael Radi, aseguró que la reducción de la movilidad no es suficiente para contener el virus.
El funcionario recordó que en enero de este año la movilidad se redujo un 40% y eso ayudó a que los casos diarios pasaran de 800 a 400, pero que “hoy estamos partiendo de un piso mucho más alto, 2.500 o 3.000 casos diarios en promedio, y la reducción de la movilidad que hemos observado no supera en ningún caso el 20%”.
La propuesta de Radi es “blindar abril”: “En abril, no me reúno con mis amigos. Hay varias medidas para reducir las interacciones. Desde el Estado se pueden imponer medidas y hay que generar condiciones para que se cumplan”.
Por su parte, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP, el organismo estatal que se encarga del sistema educativo) se reunirá con las autoridades sanitarias y evalúan extender la suspensión de las clases presenciales. La idea es acompañar la propuesta de Radi de “blindar abril” para llegar a mayo con menos casos.
Al mismo tiempo, Uruguay avanza con su plan de vacunación. Esta semana llegaron las vacunas del laboratorio Pfizer y desde el próximo sábado comenzará la inoculación en personas mayores de 70 años.
Chile
El país trasandino -también muy elogiado por los opositores al gobierno de Alberto Fernández- ya superó el millón de casos confirmados y el presidente Sebastián Piñera (en medio de una profunda crisis institucional) decidió cerrar las fronteras aéreas a partir de este lunes y restringir el ingreso de extranjeros no residentes al territorio.
Las medidas, anunciadas el pasado jueves 1 de abril, incluyen la restricción de viajes al extranjero por un plazo de 30 días, tanto para ciudadanos chilenos como extranjeros residentes, con la excepción de casos con motivos “urgentes y calificados de carácter humanitario, tratamientos de salud o gestiones imprescindibles para la marcha adecuada del país”; la prohibición del ingreso de extranjeros no residentes en Chile y que los choferes de camiones que intenten ingresar por vía terrestre presenten un resultado de examen PCR negativo de máximo 72 horas desde su emisión.
El desplazamiento también se encuentra limitado dentro del territorio y solo pueden salir de sus casas aquellos trabajadores y trabajadoras considerados “esenciales”. Según el Ministerio de Salud chileno, hay al menos 15 millones de ciudadanos y ciudadanas en cuarentena y todos ellos tienen acceso a dos permisos de circulación por semana. El toque de queda empieza a las 9 de la noche y finaliza a las 5 de la mañana del día siguiente.
“En Chile hemos sido duramente golpeados por este rebrote, por esta reembestida que tiene a nuestro sistema de salud al límite de sus capacidades”, dijo Piñera este lunes en una conferencia de prensa. Según los datos del último fin de semana, Chile superó los 7 mil casos positivos diarios y ya superó el millón de contagios y el gobierno informó que ya se han vacunado contra el coronavirus 7 millones de personas.
Paraguay
A finales de marzo Paraguay decretó una cuarentena estricta -que según medios locales tuvo muy bajo cumplimiento- hasta el 4 de abril. “Nuestro objetivo con estas medidas sanitarias es bajar los niveles de contagios; es importante aclarar que lo que hicimos en Semana Santa recién se va a finales de esta semana”, sostuvo el presidente Mario Abdo Benítez.
El gobierno paraguayo relajó las restricciones sanitarias, aunque le exige siete días de aislamiento a aquellos viajeros que lleguen desde Brasil. Aún así, los especialistas le exigen a Abdo Benítez el endurecimiento de las medidas para frenar la segunda ola de coronavirus.
El director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, aseguró que la ocupación de camas tanto en hospitales públicos como privados está en niveles muy altos. “Desde el Ministerio de Salud queremos una cuarentena total que dure más tiempo, presidente. Desde la parte técnica, sabemos que las cuarentenas muy duras y prolongadas no pueden aguantar por mucho tiempo”, advirtió Sequera y sugirió imitar las medidas del gobierno chileno.
Según cifras oficiales, Paraguay registró hasta este momento 4399 muertos y 221.207 casos, pero al tener un sistema sanitario débil, las cifras actuales de contagios lo ponen al borde del colapso.
