“Deberíamos poder vivir sin estar acomodándonos a lo preestablecido”

💜 Desde el colectivo de personas no binaries reclaman visibilidad y reconocimiento del Estado. En el Mes del Orgullo, El Grito del Sur habló con activistas sobre la necesidad de ser nombrades.

Foto: Agencia Presentes

“Hoy las personas no binaries no existen”, afirma tajante Pau Galanzino, integrante de la Asamblea No Binaries de Buenos Aires. Aunque parezca contradictorio, le activiste explica que, si bien existe un término para definir estas identidades y el uso de lenguaje no binario y pronombres neutros está cada vez más extendido, todavía falta un reconocimiento del colectivo por parte del Estado.

La definición más técnica del término no binarie se refiere a géneros que están por fuera o que no encajan completamente con los de varón-mujer, aunque también puede ser utilizado como término paraguas para abarcar una multiplicidad de identidades fuera del binarismo varón-mujer, pero siempre respetando la vivencia subjetiva de la persona. “Somos un colectivo muy amplio”, explica Antu Manque Villagra, militante de la JP Bariloche.

Para el Día de la Visibilidad No Binaria (14 de julio) del año pasado, la Asamblea No Binaries realizó en su cuenta de Instagram un listado de algunas de las identidades que se enmarcan dentro del colectivo: pangénero, género fluido, poligénero, amalgagénero, genderqueer, demigénero, género neutro y la lista sigue. Sin embargo, Galanzino aclara que no se puede hacer una sistematización exhaustiva porque “todo depende de la vivencia de cada persona y no se puede limitar”.  

“La identidad de género es muy compleja, pero la particularidad nuestra es que como no tenemos parámetros preestablecidos, cargamos con menos estereotipos de género, las reglas las escribe cada une -apunta Galanzino a este medio-. Desde afuera a veces nos quieren imponer que deberíamos tener un look andrógino, así que a veces no nos podemos escapar tanto de los estereotipos por la realidad en la que vivimos, pero intentamos mostrar distintas vivencias”.

Le integrante de la Asamblea No Binaries afirma que una de las principales dificultades que tiene el colectivo en Argentina es el reconocimiento de su existencia, especialmente en instituciones. “El Renaper (Registro Nacional de las Personas) es binario. La ley de identidad de género nos ampara, dice que podés tener un documento de acuerdo a tu identidad, pero cuando empezás el trámite y va avanzando te lo frenan. Muches compañeres están en un limbo legal”, asegura y lamenta que “por más que hay interés del Estado en cambiar las cosas, la ley no se aplica como debería”.

Villagra, por su parte, sostiene que la falta de reconocimiento de las identidades no binarias y el no poder tener un DNI acorde genera problemas en diferentes instancias de la vida cotidiana. “Por ejemplo, en el sistema de salud tenés cuestiones a las que no podés acceder diciendo que sos no binarie. Hay testimonios de compañeres que al momento de solicitar hormonas para un tratamiento se las niegan, consideran que ser no binarie no es suficiente. Al no reconocer la identidad de la persona, hay una vulneración de los derechos, no se reconoce a esa persona como un sujeto de derecho”, manifiesta. 

“Ya tenemos una herramienta jurídica que es la ley de identidad de género, el camino que deberíamos seguir es lograr una real implementación para que se incluya en la ley a más identidades y expresiones de género”, agrega le activiste.

Aunque no todas las personas trans se identifican como parte del colectivo no binarie, hay personas no binaries que sí se identifican como trans. “Porque la definición clásica de trans quiere decir que no se identifica con el género asignado al nacer”, explica Galanzino, algo en lo que Villagra disiente aunque reconoce que “es un tema en disputa”. “Dentro del colectivo algunes nos reivindicamos como personas trans, otres no. La vivencia identitaria es muy compleja”, afirma le activiste de la Asamblea No Binaries y remarca que la falta de reconocimiento provoca desigualdad a la hora de aplicar políticas de Estado. “En Santa Fe le dieron bolsones a personas trans durante la pandemia, pero no a no binaries”, cuenta.

Para muchas personas no binaries, asegura Galanzino, tener que dar esta pelea día a día se vuelve “algo violento que afecta a nuestro ánimo, en especial cuando existe un derecho a la identidad que es violado”. Por eso le integrante de la Asamblea enfatiza en la necesidad de reconocer todas las identidades y establecer marcos legales donde se contenga en vez de expulsar a les ciudadanes. “Deberíamos poder vivir nuestras existencias siendo quienes somos y no acomodándonos a algo preestablecido”, finaliza.

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.