Dirigentas sobran, lugares faltan

💚 La foto que publicó días atrás el diputado nacional Facundo Moyano dejó en evidencia la falta de visibilización que mujeres y diversidades tienen al interior de los sindicatos. Dirigentas y militantes gremiales responden al machismo.

“Queremos estar en la foto. Dirigentas sindicales sobran, pero también queremos estar en la toma de decisiones”. La vehemencia del comunicado que, días atrás, publicaron mujeres y diversidades que integran la CTA de los Trabajadores, la CGT, la CTA Autónoma y la UTEP no sólo expone el machismo enquistado en las estructuras sindicales. También hace estallar en mil pedazos la falsa certeza de que no hay mujeres para sentar en la mesa.

“La cantidad de trabajadoras es enorme y no se condice con su representación sindical”, resume Soledad Alonso, dirigenta del Sindicato de Empleados de la ex Caja de Subsidios Familiares para el Personal de la Industria (SECASFPI), diputada provincial y una de las impulsoras del espacio Mujeres Sindicalistas en la Corriente Federal de Trabajadores. Uno de los mayores problemas del panorama actual —agrega— es que el sindicalismo sigue rigiéndose por el cupo del 30 por ciento: lo que debería ser un piso se convierte, muchas veces, en un techo. Y esto se profundiza en los trabajos masculinizados. “Esta última foto, como muchas otras fotos que venimos viendo hace décadas, no se condice con la realidad: la foto deja en evidencia una situación de burbuja aislada en la que no están representadas, bajo ningún punto de vista, las necesidades, los derechos y las perspectivas de las mujeres y disidencias”, apunta Alonso.

Soledad Alonso

La foto de la que habla es la que el pasado 15 de junio publicó en Twitter el diputado nacional del Frente de Todos Facundo Moyano. En ella, 17 hombres almuerzan sobre un mantel violeta. “Reunión con sindicalistas sub 55 de diferentes sectores. Charlamos sobre la importancia de hacerle frente a las demandas actuales de los trabajadores en base a 3 objetivos: futuro del trabajo, democracia sindical y perspectiva de género en los sindicatos”, escribió Moyano en la red social. Cuando las críticas —tanto de militantes y dirigentas gremiales, como de funcionarias públicas— comenzaron a amontonarse, el legislador de origen sindical respondió: «La foto refleja una realidad en el sindicalismo. En porcentaje, son más hombres los que ocupan cargos de jerarquía, por eso tenemos que abrir la discusión».

Según el relevamiento “Sexo y poder: ¿Quién manda en la Argentina”, publicado este año por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), solo el 18 por ciento de los lugares de poder son ocupados por mujeres en la Argentina. Al interior de las organizaciones sindicales, el porcentaje disminuye al 11 por ciento. El número, sin embargo, enmascara otra realidad: la gran mayoría de esos cargos encabezados por mujeres son secretarías, subsecretarías y prosecretarías sindicales que tienen como eje la igualdad de género y la acción social. Esto diluye el verdadero impacto que las mujeres y diversidades pueden generar en términos de política gremial y ampliación de derechos laborales.

El comunicado de las mujeres y diversidades sindicalistas apunta en ese sentido e insiste en las demandas históricas de los feminismos, como las licencias igualitarias, el reparto equitativo de las tareas de cuidados, el cupo laboral trans, la erradicación de la violencia laboral y de género y el avance en convenios colectivos con perspectiva de género. Además, condensa las disputas que, de forma articulada, se vienen planteando en los últimos años en relación a los silencios y las ausencias en las estructuras gremiales. “Quienes elegimos la militancia sindical como una forma de vida, de ver el mundo, y de defender a quienes trabajan está lejos de ser alcanzada”, agrega el documento.

Dina Sánchez. Foto: Abril Pérez Torres

“El sindicalismo todavía no hizo ni el trasvasamiento generacional, ni incorporó la perspectiva de género como una condición humana necesaria para transformar la realidad de los trabajadores y trabajadoras”, indica en esta línea Alonso. Habla de “una deuda insoslayable que debe saldarse de forma urgente” y remarca que “hay muchos obstáculos por la resistencia del patriarcado y por el privilegio de los hombres que salen en esas fotos y que le tienen miedo a la llegada de las mujeres a los lugares de poder”. “Es una miopía política y sindical, porque las mujeres transformamos la realidad cotidiana de nuestra sociedad”, concluye.

Por su parte, la secretaria adjunta de la UTEP, Dina Sánchez, coincide en que “falta muchísimo trabajo para poder deconstruirnos al interior de los sindicatos y romper estas lógicas machistas”. “Nos cansamos de decir que no necesitamos voceros y que podemos hablar por nosotras mismas”, agrega. La dirigenta subraya la importancia de los espacios de encuentro y discusión que las mujeres y diversidades vienen consolidando al interior de los sindicatos y destaca la necesidad de fortalecer una agenda en común que desarme para siempre “las fotos y las mesas de varones hablando por nosotras”. “Pensarnos en conjunto es fundamental, las mujeres y diversidades somos las que históricamente ponemos el cuerpo”, asevera.

La imagen que publicó Moyano no es la primera ni será la última. Es posiblemente el sindicalismo el espacio en el que la lógica patriarcal impone su mayor resistencia. Sin embargo, la foto cristaliza menos una realidad que una visión del mundo, porque las mujeres y diversidades no están ausentes en ella porque no existan, sino porque no son mostradas.

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Sibila Gálvez Sánchez

Periodista y socióloga. Escribió sobre política en Página/12 y actualmente investiga sobre comunicación y diseño. Colecciona datos inútiles y los sistematiza rigurosamente.