Una vez finalizado el receso escolar y con nuevas disposiciones sanitarias para las escuelas, anunciadas por el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta dos semanas atrás, los sindicatos docentes, centros de estudiantes y colectivos de familias se organizan contra la eliminación del distanciamiento social de 1,5 metros y el establecimiento de la presencialidad total en el conjunto de los niveles educativos, ya que aseguran que las escuelas no están en condiciones para que la actividad se desarrolle de manera segura. Luego del enfrentamiento entre el Gobierno de la Ciudad y la comunidad educativa en el verano por el «retorno apresurado» a la presencialidad, y la posterior disputa entre Nación y Ciudad por la suspensión de la presencialidad, ahora las autoridades porteñas buscan dar un paso más: reafirman que las escuelas no son focos de contagio y habilitaron un regreso total de la comunidad a las aulas, sin distanciamiento social. La Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Mendoza son los únicos dos distritos del país que decidieron eliminar la distancia social en las aulas.
«Mientras desde el discurso le agradece a la docencia y a la comunidad educativa, en la realidad no destina presupuesto a la infraestructura escolar, ni a la educación pública en general. Es decir, hablan de presencialidad completa, en aulas que ya veníamos denunciando estaban hacinadas, y sin ninguna readecuación, con sistemas de calefacción que no funcionan, falta de insumos y personal auxiliar de limpieza», expresaron desde Ademys en un comunicado en el que anunciaron el cese de tareas por 24 horas para este lunes. «Los anuncios de Larreta, lejos de responder a una preocupación educativa -recuérdese además que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires nunca garantizó equipos ni conectividad para sostener la educación virtual-, tienen un objetivo electoralista. Lamentablemente, el costo en salud y vida de esta irresponsabilidad lo pagamos las familias trabajadoras», cierra el escrito que convoca a una asamblea para esta tarde, en la que buscan definir las próximas acciones que llevarán adelante en la semana.
Por otra parte, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) -junto a cooperadores y representantes estudiantiles- se concentró frente al edificio de Parque Patricios, donde se encuentra la Jefatura de Gobierno, para hacer entrega de un escrito en el que solicitan a las autoridades porteñas que respeten los cuatro pilares que acordaron en el Consejo Federal de Educación y garanticen una presencialidad cuidada en las aulas. «El Jefe de Gobierno y la ministra Acuña han autorizado una presencialidad sin distanciamiento. No se puede terminar la pandemia por decreto ni resolución. La pandemia está ahí, acecha, es amenazante y toda la comunidad tiene que garantizar los cuidados. Vamos a constituir los comités comunitarios para controlar que se cumplan los protocolos en las escuelas», dijo la titular del sindicato, Angélica Graciano.
Estuvieron presentes también las secretarias de nivel inicial y primario de la UTE, María José Gutiérrez y Natalia Militi respectivamente, así como también el secretario de nivel secundario, Marcelo Parra, quien sostuvo que «es fundamental en este momento, en el que se está propagando la nueva cepa Delta, que el protocolo, el distanciamiento y los cuatro pilares que la ministra Acuña firmó y acordó en el Consejo Federal de Educación se cumplan. No cumplirlos empuja a la comunidad educativa a que se contagie, que haya más enfermos y más muertos». Por último, el secretario de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo, Pablo Francisco, insistió en el sostenimiento del metro y medio de distancia y pidió que se entregue a todas las escuelas al menos un medidor de carbono.
Las estudiantes Luana Pereyra y Amparo López fueron en representación de la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB) para expresar también su apoyo y acompañamiento al escrito presentado y sumarse a los Comités de Autocuidado. «Les estudiantes secundaries estamos presentes frente a la Jefatura de Gobierno para reclamar una presencialidad cuidada y con protocolos, porque nuevamente el Gobierno de la Ciudad plantea una presencialidad descuidada, marketinera y riesgosa», planteó Pereyra, secretaria general del Centro de Estudiantes del Julio Cortázar. Mientras que su compañera y vocera del Lenguas Vivas sumó: «No queremos estudiar con hambre, no queremos estudiar con frío, no queremos estudiar con riesgo de contagios, sino que queremos estudiar con ESI y queremos estudiar sin riesgos, con una comunidad que siga alzando la voz ante los ataques de la gestión porteña».
Por último, el referente y miembro del colectivo Cooperadores en Movimiento, Pablo Cesaroni, se acercó también hasta Uspallata 3147 para adherir a la acción y sumar su voz al reclamo por una presencialidad cuidada y responsable. «El Gobierno de la Ciudad y la ministra Soledad Acuña vuelven a incumplir las resoluciones del Consejo Federal de Educación. Se vuelve a las clases presenciales sin tomar las medidas sanitarias necesarias y desde las cooperadoras estamos reclamando principalmente que se cumpla el distanciamiento social», destacó.
