El pasado 7 de agosto, luego de un año y medio sin salir a las calles, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) marchó desde la Iglesia de San Cayetano -barrio porteño de Liniers- hasta Plaza de Mayo en «defensa de la agenda marcada por Tierra, Techo y Trabajo», con eje en la creación de «trabajo genuino en todo el país». La multitudinaria movilización dio lugar también a ciertas críticas desde sectores de la oposición (y también desde el periodismo oficialista) sobre el funcionamiento de los movimientos sociales y el tema de los «planes sociales», cuestión que resultó una nueva oportunidad para estigmatizar a este sector.
En una entrevista con El Grito del Sur, el referente de Somos-Barrios de Pie y precandidato a diputado nacional por el Frente de Todos, Daniel Menéndez, hizo un balance de la marcha de San Cayetano y también habló de la campaña electoral rumbo a las PASO del domingo 12 de septiembre. «Se define si volvemos a las recetas que Macri y Vidal llevaron adelante en la Argentina y la Provincia de Buenos Aires, o si hay un voto de confianza al gobierno de Alberto-Cristina-Axel para seguir dando vuelta esas políticas», asegura.
¿Qué balance dejó la marcha a Plaza de Mayo por Tierra, Techo y Trabajo en el marco del Día de San Cayetano?
Fue una multitud que se expresó en una fecha identitaria para los movimientos populares. Ya pasaron 5 años del primer punto de este proceso de movilizaciones que dieron voz a quienes estaban ajenos a la vida política y social de la Argentina. Primero se avanzó en el cuestionamiento del gobierno de Macri, siendo un pilar de resistencia de dicha etapa. Luego estuvo el antecedente de la conformación del Frente de Todos para avanzar en la unidad que nos permitió construir una alternativa política. En ese marco, esa multitud es la misma que sostiene una red inmensa de espacios comunitarios donde los vecinos y las vecinas pudieron alimentarse, acceder a información sobre el cuidado y la vacuna, y es la misma que va a protagonizar pasiones vinculadas con el trabajo, una Argentina productiva que desarrolle el sector y que nos permita ser uno de los sectores que sostenga al Frente de Todos de cara a lo que se viene.
¿Qué intenciones tuvo esta multitudinaria marcha? Algunas voces llegaron a plantear que se trató de una forma de marcarle la cancha al Gobierno sobre el rumbo económico y de una cierta inconformidad con el cierre de listas…
La marcha expresó la identidad del 7 de agosto como parte central de nuestro agrupamiento al interior de la UTEP y mostró la vocación de las transformaciones que necesitamos a futuro. Queremos protagonizar la Argentina del futuro, somos un torrente central en el dispositivo del Frente de Todos y estamos convencidos, como dice Alberto, que somos parte de la solución a los problemas que existen en nuestro país.
En los últimos días se reavivaron una serie de críticas contra el rol de los movimientos populares y la cuestión de los «planes sociales». ¿Por qué les atacan tanto por izquierda como por derecha?
El ataque a los movimientos sociales siempre es por derecha. Por supuesto que en las prácticas cotidianas siempre hay cosas por mejorar, pero estamos convencidos de nuestra acción política relacionada con la organización y participación de la comunidad. Como dice Máximo Kirchner, muchos entienden la política en monopatín y no nos comprenden porque cada decisión tomada es en forma colectiva. Compartimos nuestras visiones políticas, las consensuamos y esa es nuestra forma de intervenir en la vida pública.
Recientemente, Somos-Barrios de Pie entró en un proceso de confluencia con el Movimiento Evita. ¿Qué implicancias tiene esta unidad?
Creemos que la unidad de los movimientos populares es necesaria, el neoliberalismo no sólo tuvo que ver con una ecuación económica vinculada con la desregulación de los mercados y con la valorización financiera sino también con un esquema cultural en el que prima el individualismo y la competencia entre hermanos de una comunidad. En la política, el neoliberalismo también prioriza la carrera individual por sobre los proyectos colectivos y cada proceso de unidad tiene como etapa previa resolver las cuestiones vinculadas con la individualidad de la política. Por eso hoy estamos muy contentos de transitar este nuevo camino, hermanados, en unidad y con el horizonte puesto en mejorar la situación existente en nuestro país. Algunos nos quieren estigmatizar, pero estamos convencidos del poder popular expresado en la UTEP para avanzar en más y mejores derechos.
¿Qué medidas urgentes debería implementar el Gobierno para paliar la situación social y resolver el problema de la inflación en un contexto de alta pobreza e indigencia?
Primero hay que entender que la inflación es un problema estructural y, por lo tanto, una sola medida no puede resolverlo mágicamente. El talón de Aquiles en Argentina es la inflación en los alimentos, es un problema crucial que tiene que ver con la concentración en la producción y la comercialización de los alimentos. Esto hace que los costos de los alimentos y la rentabilidad del sector estén decididos por un grupo de tres o cuatro familias. Para contrarrestar esto hay una serie de medidas como el desarrollo de la pequeña y mediana empresa, del cooperativismo y de los emprendimientos productivos de la agricultura familiar para ganar cada vez más mercado. La Ley de Góndolas ha sido un avance en este sentido.
Sos precandidato a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires. ¿Qué se juega en esta elección parlamentaria?
En definitiva, se juega garantizar un rumbo que resuelva los problemas de la Argentina post-pandemia. Si volvemos a las recetas que Macri y Vidal llevaron adelante en la Argentina y la Provincia de Buenos Aires, o si hay un voto de confianza al gobierno de Alberto-Cristina-Axel para seguir dando vuelta esas políticas, no endeudarnos y avanzar en el sostenimiento del consumo y de la producción. Lo mismo con sostener la obra pública, la política sanitaria y un Estado presente. Hay dos modelos de país en discusión.
En las elecciones de 2019, el voto de los sectores populares fue principalmente en favor del Frente de Todos. Teniendo en cuenta la difícil situación económica, ¿existe la posibilidad de que este voto se fragmente en mayor medida entre el FdT y Juntos por el Cambio?
Yo creo que va a haber un acompañamiento mayoritario al Gobierno y un reconocimiento a la política social, sanitaria y económica desplegada durante la pandemia. También va a haber una esperanza en la Argentina que se viene y en la capacidad de nuestro proyecto para transformar la realidad que vivimos generando un horizonte de futuro.
