Córdoba la del Cordobazo y Córdoba la de la Reforma Universitaria. La misma provincia que fuera vanguardia en los procesos de transformación política de nuestro país desde hace años se empantana entre opciones conservadoras. La expansión de la frontera de la soja en una provincia históricamente industrial, un peronismo cada vez más conservador en una relación conflictiva con Cristina Kirchner y una iglesia poderosa y conservadora en el mismo distrito que colgó togas moradas contra la educación religiosa. «Córdoba es así hoy porque desde el Navarrazo gobierna la familia cordobesa», dijo en diálogo con El Grito del Sur Pablo Carro, diputado nacional del Frente de Todos y secretario general de la CTA provincial.
Esta semana, el Presidente hizo unas declaraciones sobre la situación política en Córdoba que levantaron bastante revuelo. Uno recuerda la historia de Córdoba como una provincia combativa, de la Reforma Universitaria y del Cordobazo y se pregunta si hoy se convirtió en una provincia conservadora. ¿Cómo explicarías lo que sucede en el escenario político provincial?
Córdoba es así hoy porque desde el Navarrazo gobierna la familia cordobesa. Desde el año 1974, aún durante el tercer gobierno de Perón y con Perón en el gobierno antes de morir, hubo acá en Córdoba una asonada policial que dio un golpe de Estado provincial. Habían ganado las elecciones Obregón Cano y Atilio López, que era el secretario general de la CGT, un tipo muy combativo que llegó con el apoyo de Tosco. Estuvieron unos meses, hubo un golpe policial y después una intervención en la que Perón no repuso al gobierno sino que nombró a Lacabanne. Y en Córdoba existió lo que se llamó el Comando Libertadores de América, una especie de Triple A cordobesa en la cual participaban en simultáneo tipos de la derecha y personal de la policía y el Ejército en servicio. Es decir, mucho antes del golpe de Estado, en Córdoba liquidaron muchísimos compañeros y compañeras muy valiosos. Muchos años después, todavía estamos pagando esa rebeldía que tanto se reconoce de otros lugares y que nos va a seguir tomando tiempo modificar. A eso hay que agregarle la importancia de la soja en Córdoba, que es pampa húmeda, una de las provincias donde los terratenientes tienen mayor concentración y al mismo tiempo un negocio inmobiliario asociado muy potente. Y todo eso ligado a la Iglesia y a los sectores conservadores. No te olvides que cuando De La Sota logró ganarle al radicalismo fue porque se asoció con la Ucedé y lo bancó a Kammerath como intendente de la Capital. Tenemos una historia difícil, pero la concentración mediática también colabora con un discurso que está muy a la derecha y no refleja la realidad de los cordobeses. Además hoy tenés a todas las fuerzas políticas, con excepción del Frente de Todos, cuyo objetivo principal es atacar a Cristina.
¿Y qué representa el schiarettismo? ¿Es una vertiente conservadora del peronismo que logra aglutinar a sectores que a nivel nacional están con el Frente de Todos? ¿Ves un acercamiento a Larreta?
Yo no llamaría a Schiaretti un peronismo conservador. Ese era el peronismo de De la Sota. Schiaretti es un peronista neoliberal. Laburó con Cavallo, laburó en Sevel en las empresas del Grupo Macri, es un tipo de la Mediterránea, de peronista no le queda nada. De todos modos, obviamente que ganó con el peronismo y el peronismo tiene muy aceitada la cuestión electoral. No te olvides que siempre se despega en las elecciones provinciales, donde no hay financiamiento del Estado. El pensamiento de Schiaretti es muy cercano al de Larreta.
Desde la Comisión de Comunicación proponés varios proyectos para estimular la producción local. Uno de ellos tiene que ver con la posibilidad de gravar a las plataformas (como Facebook o YouTube) para financiar un fondo que estimule la producción local.
El proyecto al que hacés referencia de Promoción de la pluralidad y la diversidad informativa no grava las plataformas, sino que capta una parte del IVA que se paga por el uso de las plataformas. Cuando hicimos el proyecto hace más de un año, entendimos que para que tuviera chance de salir, en un momento de cierta debilidad de nuestra fuerza, agregar un impuesto (con lo que eso cuesta en Argentina) era complejo. De todos modos estamos discutiendo la posibilidad de gravar a las plataformas, lo hemos discutido con el Ministerio de Cultura, con Finanzas, con Economía, con AFIP y hasta las Naciones Unidas están de acuerdo con que las plataformas tienen que pagar en Argentina. Nosotros en el campo de las comunicaciones tenemos una agenda amplia con muchos pendientes: desde publicidad oficial hasta éste de pluralismo y diversidad, que busca cambiar la lógica y en vez de ir a pelear contra los molinos de viento de la concentración mediática, fortalecer lo que está por abajo que crece con mucha militancia y esfuerzo. Tiene mucho más sentido fortalecer el esquema de la comunicación popular, alternativa o comunitaria que ir a pelear contra los monopolios, aunque más tarde o temprano tengamos que enfrentar la cuestión de la concentración mediática ya que degrada la democracia y se vuelve muy difícil plantear tus ideas si no están en línea con el establishment. Cuando gobierna Macri, que hizo un desastre podés ganar, pero cuando la cosa está más peleada tienen un poder muy potente. Y cada vez extienden más sus negocios: telefonía, internet. En Córdoba una sola empresa tiene el 80% del servicio, si eso no es posición dominante… De hecho no estamos pudiendo hacer que se cumpla el decreto 690, que venía a reponer la ley Argentina Digital, que Macri mochó junto con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y que establece que los servicios TIC son esenciales, un servicio básico que tiene que estar garantizado para el conjunto. La pandemia lo puso muy clarito: vos para estudiar, para trabajar, para entretenerte necesitás tener internet, incluso para que te llegue el aviso de vacunación.
La historia ha demostrado que lo que no regula el Estado lo termina regulando el mercado y hoy en nuestro país adolecemos de una legislación que pueda poner límites y otorgar permisos a lo que sucede en internet. ¿Es posible legislar sobre la web?
Sí, claro. Es imprescindible. La Ley Argentina Digital es una buena ley, le sacaron los aspectos centrales, como el artículo que dice que el Estado puede regular el precio y que los precios tienen que ser justos y razonables con una ganancia para la empresa. Pero no como ha ocurrido durante los cuatro años de Macri: Telecom y Telefónica multiplicaron sus ingresos por diez en cuatro años y ahora te corren con que la inflación va más rápido que sus tarifas. Para la Argentina y el mundo que se viene, la internet es fundamental y no solo necesitamos que el Estado regule sino que además invierta en tendidos de fibra, en satélites, en inversiones de mediano y largo plazo. Para eso necesitás cuatro o cinco años, no es algo que resolvés en cinco minutos como los temas que le gustan resolver a Macri. Nos desarticularon todo eso y volver a tender fibras y demás requiere de inversión y hoy estamos en rojo económicamente hasta que se resuelva la deuda con el FMI. Pero esto es imprescindible y hay que reconocer que es un servicio que prestan grandes corporaciones telefónicas pero tenés muchas empresas Pymes, tenés el sector cooperativo y el sector comunitario. Hay que ser inteligentes y tener una lógica de regulación que sea simétrica.
Solemos seguir de cerca la política en Ciudad de Buenos Aires, otro distrito hostil para el peronismo y el progresismo. ¿Creés que es posible pensar en un gobierno popular, peronista o progresista en Córdoba?
Es posible. Nosotros tenemos un problema que somos porteño-dependientes. A pesar de que Córdoba es la segunda provincia del país en economía, cantidad de habitantes, en su desarrollo, nuestra fuerza política, al ser minoritaria, es muy dependiente de decisiones que se toman en Buenos Aires. Y el chauvinismo del interior es potente porque tenemos una larga historia de federalismo y de pelea contra el porteñismo. Y eso es algo que lo usa muy bien Hacemos por Córdoba, lo usa muy bien Luis Juez. Nosotros defendemos la idea de una fuerza nacional y eso nos desperfila un poco en la cuestión provincial y es una fibra que tenemos que aprender a tocar, porque tiene que ver con nuestra historia, la de tomar nuestras propias decisiones. Además, existe en la historia de Córdoba una tradición que te da elementos para construir un proyecto diferente para esta provincia. Y yo trabajo para eso. No es algo que vayamos a poder hacer de la noche a la mañana, pero si se trabaja con dedicación y de manera permanente, los resultados van a llegar.
