Las Unidades Febriles de Urgencia (UFU) son espacios de atención primaria que surgieron durante la pandemia para atender a pacientes sintomáticos y evitar las aglomeraciones en las guardias. En CABA funcionan en más de 20 puntos, la mayoría en hospitales públicos donde trabajan enfermeros, doctores y administrativos. Ahora, según pudo saber El Grito del Sur, Horacio Rodríguez Larreta amenaza con cerrar todos los dispositivos y dejar en la calle a cientos de trabajadores y trabajadoras.
La noticia se disparó como pólvora luego de que se conociera el despido de cuatro enfermeros del Hospital Elizalde que realizaban tareas en la UFU. El personal de salud que se desempeña en el área comenta que desde el Gobierno de la Ciudad habían garantizado la continuidad de los dispositivos durante todo marzo, pero este tipo de eventos despierta todas las alarmas sobre la continuidad de los espacios y los puestos labolares que de ellos dependen.
Desde ATE Enfermería confirmaron esta información. «Así viene la cosa: quieren dejar sin trabajo a todo lo que tiene que ver con UFU y postas de vacunación. Eso incluye enfermeros, técnicos, administrativos y médicos. Se viene la segunda ola de despidos, se están dejando enfermeras sin contrato», explicaron en diálogo con este medio.
La situación es compleja, pero resulta aún difícil para los y las enfermeras: a diferencia de los médicos, que revisten como suplentes y quedarían sin ese ingreso laboral, los profesionales de enfermería cuentan con un contrato que sería rescindido y quedarían sin empleo. «Dejar tanta gente sin trabajo es una preocupación enorme», explicó Héctor Ortiz, delegado gremial de ATE y enfermero. A esta situación se le suma la falta de reconocimiento de la enfermería como campo profesional en la Ciudad de Buenos Aires, un reclamo histórico del sector.
Consultados por este medio, desde el entorno del ministro de Salud porteño justificaron la decisión a partir del descenso de casos que se registra desde enero y que hizo bajar la demanda de testeo. Asimismo, confirmaron que están «reorganizando recursos» en las Unidades Febriles de Urgencia.
