Cientificas de acá, por más mujeres y diversidades en la ciencia

👩‍🔬 Científicas de Acá es un proyecto que busca visibilizar a las mujeres que hicieron y hacen ciencia y tecnología en Argentina contando sus historias de vida. El Grito del Sur habló con la investigadora Julieta Elffman sobre la propuesta.

Científicas de Acá es el proyecto de Carolina Hadad, Valeria Edelsztein, Julieta Elffman y Julieta Alcain que busca visibilizar a las mujeres que hicieron y hacen ciencia y tecnología en Argentina. Las investigadoras se conocieron estudiando un posgrado de Comunicación de la Ciencia en la Universidad de Buenos Aires y pronto notaron la falta de otres sujetes polítiques como protagonistas del campo científico que no fueran varones blancos cis heterosexuales.

«Científicas de Acá es un proyecto para visibilizar mujeres e identidades disidentes en la ciencia en Argentina. Cuando comenzamos nos llamó la atención que ni siquiera entre nosotras conocíamos a las mujeres y población LGTBQ+ que se desempeñaban en nuestra propia disciplina. A partir de allí comenzamos a compilar y contar historias, en principio de manera individual en redes y después como libro físico», cuenta Elffman a El Grito del Sur.

Si bien el trabajo comenzó de forma artesanal a través de historias resumidas en planillas y encuestas en redes sociales, cuando ya contaron con un corpus significativo, Científicas de Acá decidieron volcar su trabajo en un libro diseñado por Cristina Angelini e ilustrado por Aymará Mont, Luchi Fruli, Agustina Lemoine y Andrea Cingolani. «Desde el comienzo nos importaba que fueran historias diversas, federales, que hubiera personas que fueran tanto de laboratorio como de territorio, de ciencias naturales como sociales y hacia allí fuimos. Cuando salimos en redes la misma comunidad nos fue contando sus historias y fuimos haciendo alianzas con mujeres que vienen haciendo esto dentro de sus entornos. Las trabajadoras de la tierra nos contaron de geólogas, las lingüistas de lingüistas y así fuimos recolectando «, continúa la joven.

Si bien todo el material del libro se encuentra de manera libre en la web, el compromiso de las Científicas de Acá con la divulgación excede el rol técnico y busca tejer alianzas con los territorios. Es por eso que el 10 por ciento de las ventas son donadas a organizaciones sociales. como La Garganta Poderosa, la Asociación Civil Isauro Arancibia y la Asociación Civil Mocha Celis. «Quien compra el libro quiere tener el objeto físico y por eso buscamos que encuentre un diferencial y le dimos tanto peso a las ilustraciones. Sin embargo, también tiene que ver con el compromiso con la comunicación de la ciencia para mostrar que no es una materia aburrida de la escuela ni un discurso técnico inaccesible sino que es interesante, divertida, activa y cuando la mirás de cerca puede ser más amena y entretejerse con la vida».

Según las Científicas de Acá, el estereotipo del investigador como genio individual solo refuerza modelos negativos, alejando a quienes no encajan en él que terminan siendo excluides. Esta idea tiene tal repercusión que, aseguran, «las mujeres son menos propensas a cursar títulos superiores en campos que, según la creencia establecida, requieren brillantez intelectual». «Nosotras empezamos este proyecto porque no creemos en el estereotipo de científico que la historia nos ha endilgado y esto requiere romper un paradigma. Como toda ruptura cultural, lleva tiempo y trae dificultades. Sabemos que no vamos a lograrlo nosotras solas y por suerte tenemos muches aliades que están trabajando en el mismo sentido», refiere Elffman. «Romper la idea del genio individual enriquece la ciencia y permite que sea más inclusiva dejándole un lugar a quienes no se ven reflejades en el sistema».

Aunque en los últimos tiempos han habido significativos progresos, actualmente el campo científico es hostil no solo para aquellas mujeres y disidencias que quieren ingresar al sistema sino incluso para quienes ya están insertes. Según cifras del CONICET, «las investigadoras reciben un 25 por ciento menos de recursos que sus colegas varones para financiar los proyectos científicos que dirigen» y «los principales órganos de políticas científicas tienen autoridades en distintos cargos con un fuerte sesgo de género que tiende a la masculinización». Estos pisos pegajosos persisten por la falta de políticas con perspectiva de género como la ausencia de guarderías, la falta de lactarios, el peso diferencial de las tareas de cuidado sobre las mujeres y una larga lista de etcéteras.

«Sabemos que las mujeres sufren violencias dentro de las ciencias y éstas se han ido evidenciando aún más en el último tiempo. Esto tiene que ver con cómo está articulado el mundo científico: la falta de derechos en el sistema de investigación, licencias por maternidad, el peso de las tareas de cuidados, entre otras. Para nosotras, la idea no es quedarse en la denuncia sino pensar en políticas que puedan corregir las inequidades de base», explica la investigadora y agrega que la ciencia no debería estar aislada en un laboratorio ni lejos del territorio, especialmente aquella que es financiada por el Estado.

Entonces, ¿qué implica una ciencia feminista? Elffman asegura que es aquella que toma decisiones que corrijan las inequidades de base y contribuye a integrar identidades sexuales disidentes pero también marginadas, racializadas y marronas, entre otras intersecciones. «Una ciencia feminista es aquella que contempla las necesidades que tenemos las mujeres, por ejemplo dejando de penalizarnos cuando somos madres o poniendo lactarios en los lugares de investigación. Eso debería hacer que la ciencia sea más rica y mejor, no en el sentido de los estándares que tenemos actualmente, como publicaciones internacionales o papers, sino que se integre a la sociedad. Si cada persona con sus particularidades puede aportar sus preguntas y deja de haber una mirada única, pueden sumarse vivencias y experiencias transversales y transdisciplinares que estén en relación con las comunidades».

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El Grito del Sur es un medio popular de la Ciudad de Buenos Aires.
Fundado el 23 de septiembre de 2012 en el natalicio de Mariano Moreno.