«Los sectores vulnerables son los que más sufren las consecuencias de la crisis ecológica»

🗣️ Daniela Vilar, ministra de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires, habla de las líneas de acción del Ministerio y la perspectiva del ambientalismo popular: “Mejorar las condiciones ambientales de la población es un eje fundamental en la pelea por reducir la desigualdad”, señala.

Daniela Vilar es ministra de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires. Militante de La Cámpora y oriunda de Lomas de Zamora, asumió este importante cargo en la administración de Axel Kicillof a finales del año pasado. Los principales desafíos de su gestión, las políticas ambientales, la idea de ambientalismo popular y la transición hacia un modelo más justo y sustentable desde el sur global, en esta entrevista con El Grito del Sur.

Ya hace unos meses que estás al mando del flamante Ministerio de Ambiente de PBA. ¿Cuáles fueron los principales desafíos?

En diciembre del año pasado, el gobernador Axel Kicillof tomó la decisión histórica de crear el Ministerio de Ambiente en la Provincia, lo que sin dudas refleja una comprensión histórica del momento que atravesamos, así como una determinación política de visibilizar, jerarquizar y asumir el compromiso con las temáticas ambientales. Uno de los principales desafíos al que nos enfrentamos, desde toda la gestión pública, es el abordaje de una provincia tan extensa y diversa, con tanto patrimonio histórico, cultural y natural, que requiere a su vez medidas que solucionen las problemáticas urgentes pero también las estructurales. En ese sentido vamos a trabajar en diferentes ejes de trabajo ministerial a corto, mediano y largo plazo que integran las problemáticas y líneas de acción más urgentes para mejorar la calidad de vida de las y los bonaerenses.

¿Cuáles son las principales líneas para tu gestión?

La gestión de residuos es uno de los desafíos más importantes: el saneamiento de los basurales y la promoción ambiental que impulse una economía circular eficiente y a gran escala. Queremos seguir creando plantas de acopio y tratamiento de residuos, fortaleciendo los sistemas de gestión con inclusión social de la provincia, y garantizando las condiciones laborales de las y los recicladores urbanos y cooperativas de reciclado. Otro de los ejes fundamentales es el fortalecimiento de los espacios verdes y las áreas naturales protegidas. Buscamos garantizar el acceso y el derecho de todas y todos los bonaerenses a disfrutar de los espacios verdes y de todo nuestro patrimonio histórico, natural y cultural. Para eso estamos diseñando políticas concretas como el programa de Parques Ambientales que estamos por lanzar y el programa de fortalecimiento de áreas protegidas. Siguiendo con los espacios naturales, otro de nuestros ejes es la conservación y el aprovechamiento sostenible de los humedales, un ecosistema esencial para nuestra vida. En este sentido, firmamos un convenio con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación para seguir desarrollando el Inventario Provincial de Humedales. Conocer el estado de situación de estos espacios nos va a permitir coordinar una estrategia eficaz para garantizar el cuidado de los humedales y las comunidades que habitan y producen en ellos.

¿Y cómo están trabajando para llevar adelante políticas ambientales?

Otro de nuestros ejes de trabajo es la transición ecológica y el cambio climático. Queremos fomentar la transición de la Provincia hacia la incorporación de energías alternativas, en el marco de una política de adaptación y mitigación del cambio climático. Por otra parte, la alimentación saludable y sustentable también es una línea fundamental de nuestra gestión ambiental. A través de prácticas agroecológicas, vamos a fomentar la producción de alimento soberano, seguro y rico en nutrientes, con la incorporación de huertas comunitarias y el Programa Provincial de Compostaje. Nos proponemos también hacer un trabajo junto a las industrias y PyMES para fomentar el desarrollo, innovación y producción sustentable, a la vez que impulsamos el conocimiento científico para evaluar la calidad ambiental. En ese sentido, acabamos de firmar un convenio con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación para financiar la compra de equipamiento de última tecnología, multiplicando hasta cinco veces la capacidad de medición y evaluación del laboratorio actual, para mejorar los estudios y evaluaciones. Esto es un enorme avance, nos va a permitir conocer de manera más exacta las situaciones ambientales y, por lo tanto, diseñar políticas públicas acordes a estos diagnósticos. Sin dudas, ninguno de estos ejes estaría completo si no complementamos con acciones de Educación Ambiental y participación ciudadana. Consideramos que es inconcebible desarrollar políticas sin enfoque territorial, activo y participativo de las y los ciudadanos y actores claves de la militancia y el trabajo ambiental.

Soles decir que el principal problema ambiental es la pobreza. ¿A qué haces referencia? ¿Cuál es tu idea de un ambientalismo popular?

Nosotras y nosotros no concebimos la militancia ambiental como aislada de la discusión social, política y económica que estamos atravesando. Por eso hablamos de ambientalismo popular. Son los sectores más vulnerables los que más sufren y están más expuestos a las consecuencias de la crisis ecológica: falta de acceso al agua, falta de acceso al hábitat digno, pérdidas materiales ante incendios, inundaciones u otros eventos climáticos extremos, comunidades enteras sufriendo la contaminación, pibes y pibas con plomo en sangre. Vivimos en un mundo y un país desigual, y queremos cambiarlo. Por eso hablamos de ambientalismo popular: no podemos perder de vista el factor ambiental, que recrudece las condiciones de vida de los sectores vulnerables. Con esta perspectiva es que vamos a trabajar e impulsar políticas públicas desde el Ministerio: para mejorar las condiciones de vida de la gente con un horizonte de justicia social. Mejorar las condiciones ambientales de la población es un eje fundamental en la pelea por reducir la desigualdad. A este camino apostamos para construir una provincia más justa, más equitativa, más sustentable. Queremos transformar la realidad concreta de los y las bonaerenses.

Acaba de terminar la cumbre de «Estocolmo +50». ¿Qué importancia tienen estos eventos organizados por los países centrales?

El cambio climático es un hecho evidente, científicamente comprobado e incontrastable, además de una problemática global que alcanza a todos los países. Es muy claro y por eso se están dando los esfuerzos internacionales por generar un debate internacional y una agenda ambiental multilateral de cooperación y colaboración conjunta. Definitivamente, son espacios imprescindibles y tienen el espíritu de reunir a los actores internacionales y habilitar la participación. Sin embargo, hay una realidad y es que para los países del sur global participar de estos eventos no nos resulta fácil. Generalmente nuestras voces se encuentran ausentes o desestimadas, o bien no se tienen en cuenta aspectos históricos y estructurales. Nosotras y nosotros entendemos que quienes más contribuyeron a la crisis climática a lo largo del tiempo, fueron en gran medida los países centrales. De hecho, sabemos que el 10 por ciento de la población más rica en el mundo produce más del 50 por ciento de las emisiones de carbono, mientras que la población más pobre apenas el 7 por ciento. Por eso, hablamos de que las responsabilidades son comunes, pero diferenciadas.

¿Desde qué lugar deberíamos intervenir como parte del sur global?

La transición hacia un modelo más justo y sustentable tiene que contemplar las desigualdades globales. Sin un abordaje integral, ni un compromiso real de las partes por cambiar la situación, sin un reconocimiento de las profundas desigualdades y sin incorporar las voces y reclamos de los sujetos verdaderamente afectados por la crisis climática, no vamos a dar verdaderas soluciones sino que vamos a seguir perpetuando las desigualdades existentes. La salida de esta crisis tiene que ser justa y soberana, sin avasallar los bienes comunes naturales de los países del sur global. Necesitamos medidas coherentes y contundentes que solucionen y frenen el cambio climático, donde los países actúen en función de sus capacidades y responsabilidades. Esa distribución de esfuerzos y costos entre los Estados no viene dada, tenemos que disputarla, y lo hacemos en la construcción de la gobernanza ambiental: la arena donde estamos dando estas discusiones.

Compartí

Comentarios