No es una novedad que las organizaciones gremiales atraviesan un momento de profundo debate interno. Lo motiva una crisis de conducción que no solo es de contenido político sino que fundamentalmente desnuda los límites de la biología de sus protagonistas. En algunos casos ese proceso ha sido silencioso; en otros, la mayoría, es producto de las tensiones que se expresan en las bases y que encuentran eco en algún dirigente de peso considerable en la estructura.
La emergencia de Adrián Pérez y Abel Furlán en la UOM, la victoria de Pablo Santín en la seccional de los gastronómicos de Mar del Plata, el triunfo de Carlos Rojo en la Asociación de Médicos Municipales porteños (AMM), las chances de Ramón Muerza en el Sindicato de Comercio y un eventual desplazamiento del titular de la UTA, Roberto Fernández, en manos del “Vasco” Bustinduy son algunos ejemplos de que algo está pasando en el movimiento obrero organizado.
En este marco, el Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de la Ciudad de Buenos Aires (SUTECBA) no es una excepción. Desde 2019, la Lista Celeste, encabezada por el histórico militante del PJ, Carlos “Chapita” Elías, congrega a una oposición plural con miras a desbancar al octogenario Amadeo Nolasco Genta quien el año que viene va a cumplir cuatro décadas al frente del gremio.
Es la primera vez desde 2005 que Genta debe enfrentarse a un armado opositor. La última vez fue frente a la lista verde que desde 1985 lideraba Haydée Bello y su marido Genaro Cáceres, y que con el tiempo fue integrada al oficialismo. Sin embargo, la Lista Celeste, que intentó hacer su aparición en las elecciones previstas para noviembre del año pasado en las que logró cumplimentar con los 520 cargos requeridos y más de 1.700 avales, fue llamativamente excluida de la contienda por una decisión de la Junta Electoral y que hoy está judicializada.
Pero el asunto no termina allí. Carlos Elías denunció que en esa elección del 26 de noviembre se falsificaron actas de escrutinio. Según la Junta Electoral votaron alrededor de 24.480 afiliados, mientras que de la constatación que hicieron los fiscales de la Lista Celeste, los votantes no llegaron a 8.000. También solicitaron acceder a las cámaras de seguridad del Hospital Santojanni donde se observaron a fiscales y presidentes de mesas, realizar todo tipo de maniobras para fraguar la elección y que, según la oposición, fue el modus operandi del oficialismo durante toda la jornada. La denuncia de estos hechos se encuentra tramitando en la fiscalía 25 de la Ciudad de Buenos Aires.
También resulta llamativo que el presidente de la Junta Electoral del SUTECBA, Juan Carlos Cela, quien excluyó la lista de “Chapita”, sea además el presidente de la Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires (OSBA), hecho por el cual la interna que sacude al gremio se trasladó a la cuestionada obra social que tiene actualmente un rojo de 6.500 millones de pesos.
Elías, que lleva la misma cantidad de años afiliado al gremio que Amadeo en su conducción, se presentó como querellante en la Justicia en la causa que investiga el vaciamiento de la obra social que cuenta con unos 250.000 afiliados y, ante la inactividad de la fiscalía Nº 26 donde tramita la causa OSBA, la semana pasada denunció al fiscal ante el Consejo de la Magistratura.
Cabe destacar que a la cantidad de prestaciones que fueron dadas de baja, se suma el alto porcentaje que deben abonar los afiliados para su atención médica y que excede largamente el tope del 3 por ciento establecido por ley. Fue luego de la creación de ObSBA (en agosto de 2000 por la Ley municipal 472) para reemplazar a la quebrada IMOS cuando se estableció un monto de afiliación superior al que estaba vigente por entonces y que hoy alcanza al 6 por ciento del salario de los trabajadores activos y un 3% del ingreso de los pasivos.
Por si el manotazo al salario de los trabajadores fuera poco, esa misma ley también establece en su artículo 6 que “la obra social será administrada por un Directorio, integrado por un Presidente, un Vicepresidente, y diez directores, todos los cuales serán designados por el señor Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de la siguiente forma: a) el Presidente, a propuesta del Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de la Ciudad de Buenos Aires. b) el Vicepresidente, por el Señor Jefe de Gobierno de la Ciudad. c) Cuatro (4) directores, propuestos por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. d) Cuatro (4) directores propuestos por el Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de la Ciudad de Buenos Aires”… Tener la vaca bien atada, como se dice.
Es inevitable que la interna del SUTECBA y la crisis actual de la Obra Social de los municipales no salpique al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. De la propia norma surge con claridad la responsabilidad que tanto la conducción actual de dicho gremio, como el propio jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, tienen al respecto.
Desde que Mauricio Macri asumiera la jefatura de Gobierno hasta hoy, el Ejecutivo porteño ha sabido construir un fuerte vínculo con Amadeo Genta, quien a pesar de las condiciones miserables en las que trabajan los municipales, ha mantenido un sospechoso silencio en lo que a lucha gremial se refiere.
En poco tiempo, tal vez algunos meses y por decisión de la Justicia, volverá a haber elecciones en el Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de la Ciudad de Buenos Aires. Quizá esa batalla que parecía ser solo gremial, se constituya también en un punto de inflexión para quienes hace años gobiernan a su antojo el territorio porteño.
