En el diciembre caluroso de 2020, Cecilia Moreau fue una de las diputadas “verdes” que llevó la voz cantante en el debate que finalmente logró la legalización del aborto en Argentina. La legisladora proveniente del Frente Renovador, titular de la comisión de Legislación General, cerró la jornada de exposiciones en la Cámara Baja con un discurso en el que contó que a los 16 años ella tomó la decisión de interrumpir un embarazo. “Era una nena que quería tener una vida”, dijo. Esta semana, Moreau se convirtió en la primera mujer en presidir la Cámara de Diputados.
«Soy consciente que tengo una responsabilidad adicional por ser mujer. Me genera un orgullo extra ser la primera mujer presidenta de la Cámara”, afirmó la legisladora al momento de asumir su nuevo cargo, pero advirtió: No se confundan, no voy a gobernar esta Cámara por mis hormonas. Lo voy a hacer con mi cabeza, con mi corazón militante y con mis convicciones políticas».
Nacida el 5 de diciembre de 1976, Cecilia es hija de dos dirigentes de la Unión Cívica Radical: la exdiputada María del Carmen Banzas de Moreau -que coordinó el Programa Alimentario Nacional (PAN)- y Leopoldo Moreau, que preside la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia del Congreso y quien durante el mandato de Raúl Alfonsín asumió la presidencia de la Cámara baja en reemplazo de Juan Carlos Pugliese, que entonces juró como ministro de Economía, en reemplazo de Juan Vital Sourrouille.
Cecilia también dio sus primeros pasos en la política dentro del centenario partido: primero fue secretaria de la Juventud Radical y luego pasó a ser secretaria de Acción Política del radicalismo en la provincia de Buenos Aires.
Su llegada a la vida parlamentaria fue en 2007, cuando asumió como diputada bonaerense, cargo que ocupó hasta 2011. En 2014, abandonó la UCR para unirse a Sergio Massa, que se separaba del kirchnerismo para conformar el Frente Renovador. En 2015, Moreau fue electa como diputada nacional por el sello UNA y en 2019 fue reelecta por el Frente de Todos, en ambos casos por la provincia de Buenos Aires.
En la Cámara Baja, Moreau tejió buenos lazos políticos con Máximo Kirchner, quien fuera jefe de la bancada oficialista. Ella ofició como vicejefa del bloque hasta esta semana: luego de que el líder de La Cámpora renunciara al cargo debido a la votación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, Moreau fue ratificada y acompañó desde entonces la gestión de Germán Martínez.
Su trabajo en el recinto
Además de integrar L@s soror@s -el grupo de legisladores de distintos partidos que articularon para lograr la sanción de la IVE-, Moreau ha tenido un rol clave como impulsora de la ley de Etiquetado Frontal y de la compra de vacunas contra el coronavirus, aunque también fue quien llevó adelante la labor parlamentaria para que se trate la modificación a la ley de Alquileres que propuso su líder político, Sergio Massa.
Durante el debate en la Cámara para sancionar la ley que permitió la compra de vacunas a laboratorios extranjeros, Moreau enfrentó a la oposición y los llamó “lobbistas de Pfizer”, ya que insistían en que la única vacuna que debía comprarse era la producida por la empresa estadounidense.
«Ellos saben que el ritmo de vacunación en la Argentina en los últimos días es alto. Ven además que el proceso de vacunación funciona, que se observa en la baja de la tasa de internación de los mayores de 70 y 80 años. Entonces hay una gran defensa a Pfizer, en parte porque la oposición tiene una relación con el laboratorio, pero más que nada porque es una forma de pegarle a Alberto. No es que Pfizer erradique el virus mejor que otras vacunas, pero creo que la oposición encontró con esto un tema de campaña», criticó en ese entonces.
Asimismo, Moreau defendió el texto del proyecto de ley, en especial la decisión de incluir el término «negligencia» en la cláusula que limitaba la «indemnidad patrimonial» de los laboratorios. «Nosotros teníamos que cuidar el patrimonio y la salud de la gente. Nos podíamos hacer cargo de que la vacuna podía no funcionar o tener efectos adversos, porque si no no hubiésemos podido firmar con ningún laboratorio. Pero no teníamos por qué hacernos cargo de si venía un lote en mal estado, se les rompía la cadena de frío o enviaban la vacuna diluida con agua», explicó en una entrevista que brindó a Página|12.
Sin embargo, Moreau apoya la modificación de la ley de Alquileres actual. El dictamen que impulsa el Frente de Todos propone sumarle a la norma actual beneficios fiscales a los propietarios que, esperan, mejore la oferta de viviendas.
La ahora presidenta de la Cámara ha asegurado que “la ley de Alquileres no funcionó”, pero que “el dictamen de Cambiemos es un retroceso, plantea volver a los contratos de dos años con una actualización cada tres meses”.
De todas formas, la responsabilidad y el nuevo rol de Moreau -que, como dijo la legisladora Graciela Camaño, la ubicará en los libros de historia- son también una oportunidad para que en esta nueva etapa que se abre para el Frente de Todos haya mayor gobernabilidad y el Congreso pueda funcionar como una brazo del nuevo superministro.
