Ley de Etiquetado: ¿Dónde están los sellos?

🧐 El 20 de agosto se cumplía el primer plazo para la adecuación de la Ley de Etiquetado Frontal. Pero más de una semana después los productos de las góndolas todavía no llevan los octógonos.

Pedro Palacios

Es temprano, pero la fila del supermercado es larga.

—Andá vos a buscar la carne que yo me quedo haciendo la fila.

La señora se ubica atrás de un hombre con el changuito que desborda de gaseosas y bebidas, otra tiene dos o tres productos en la mano y mira el reloj.

—¿Vas a pagar con tarjeta? Dale, pasá por acá.

—Gracias. Disculpa, te hago una pregunta. ¿Se sabe algo de la ley de etiquetado? Esperaba ver los productos con los sellos y nada.

—No, la verdad que ni idea.

A partir del 20 de agosto las góndolas de los supermercados debían empezar a ofrecer productos con octógenos negros que advierten sobre el exceso de nutrientes criticos, de acuerdo a la Ley de Promoción de la Alimentacion Saludable. Pero ya pasó más de una semana y, al menos en los comercios que visitó El Grito del Sur en el barrio porteño de Caballito, todavía no hay señal de que algo haya cambiado.

La Ley 27.642, más conocida como Ley de Etiquetado Frontal -aprobada en octubre de 2021-, establece que deben llevar octógonos negros los alimentos y bebidas con cantidades de azúcares añadidos, grasas saturadas, grasas totales, sodio y/o calorías igual o superior a los límites definidos por el Decreto N°151/22 y siguiendo el sistema de perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Es decir, solo aplica para alimentos procesados o ultraprocesados.

Además prevé que los paquetes de productos destinados a las infancias no podrán incluir personajes infantiles, dibujos animados, celebridades, deportistas o mascotas.

Pero en las góndolas y a la altura de la vista -el lugar por el que las marcas pelean por estar- el paquete de cocoa en polvo sigue teniendo a su conejo y Lionel Messi adorna la edición especial del paquete de papas fritas negro.

Consultadas por este medio, fuentes del Ministerio de Salud remarcaron que la aplicación de la ley es gradual y que se empezarán a ver los productos una vez que haya renovación de stock en las góndolas. Sin embargo, los mismos comercios visitados más de una vez durante la semana no dieron señal de cambio alguno y sus empleados desconocían cuándo debería implementarse la norma.

El 20 de agosto se cumplía el primer plazo para que las grandes empresas se adecuaran a los nuevos parámetros, el segundo se cumplirá en mayo de 2023, mientras que para las pequeñas y medianas empresas tienen tiempo hasta el 20 de febrero del año que viene.

Las grandes empresas de alimentos en Argentina no perdieron el tiempo y presentaron 2.658 solicitudes y, según datos del Ministerio de Salud, fueron aprobados alrededor del 35 por ciento de los pedidos. En tanto, del total de registros con autorización sanitaria, solo un 3,13 por ciento fueron prorrogados y corresponden en su mayoría a grandes empresas. Aún así, no hay un registro claro y accesible al público de cuáles son las compañías y los productos que habrían logrado obtener este plazo de gracia.

“Es importante transmitir una vez más que la Ley 27.642 tiene como objetivo la promoción de una alimentación saludable; en ese contexto, el etiquetado frontal es solo una parte que busca dar la información para que las personas tomen las mejores decisiones y las empresas traten de adecuar sus productos en la medida que puedan”, sostuvo la ministra de Salud, Carla Vizzotti. 

Y agregó: “Algunos motivos de la prórroga son justamente para readecuar el perfil nutricional, que es el objetivo más importante de la ley: que alimentos y bebidas puedan tener la menor cantidad de grasas, azúcar, etcétera. Hay algunas otras empresas que tienen dificultad para cumplir con el envase, con la importación o alguna situación puntual”.

Por el momento, el Gobierno dispuso de una calculadora online -no una aplicación- para que los consumidores puedan ingresar datos y verificar qué sellos deberían tener aquello que están por comprar. Parece que solo queda esperar a ver cuándo aparecen los productos en la góndola y si la ley, además de brindar información clara a las personas, fomentará también un cambio positivo en la manera de comer y el consumo de alimentos producidos de forma más justa.

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.