El veganismo y la alimentación basada en plantas

🍐 El Grito del Sur habló con @tubetabel y @vegana.arg , dos referentas de la alimentación basada en plantas y el veganismo en Argentina. Ambas utilizan sus redes para difundir recetas, tips y nuevos ingredientes. Cómo desterrar los mitos y prejuicios que trae aparejado este estilo de vida y su alimentación.

Cada vez más personas alrededor del mundo optan por la alimentación vegetariana, vegana o basada en plantas. Aquello que alguna vez fue una rareza o una excepción se convirtió -al día de hoy- en un hábito extendido en muchos países, incluso en el nuestro, donde tradicionalmente la carne era considerada un ingrediente fundamental de la dieta. Por la ley de oferta y demanda, el aumento de esta población se reflejó en la crecida de restaurantes, fondas y bares que ampliaron su variedad de platos para adaptar el menú a quienes no consumen alimentos de origen animal. Si bien el veganismo es una propuesta ética y no solo una dieta, tanto en éste como en la alimentación basada en plantas los ingredientes, las preparaciones y tipo de alimentos que se consumen son una pata fundamental.

Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que “una dieta vegana bien planificada puede ser saludable y nutritiva, siempre y cuando se tenga en cuenta la ingesta de ciertos nutrientes esenciales” y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) presentó un informe donde aceptaba que la alimentación basada en plantas es la mejor opción a nivel global debido a su sustentabilidad y la reducción de los gases nocivos para el paneta que trae aparejado el ganado para consumo humano. Hasta Netflix incursionó en la temática a través de la serie “Somos lo que comemos”, donde la popular plataforma de películas investigó el efecto de la dieta con y sin alimentos de origen vegetal en gemelos idénticos.

Mora es vegana desde el año 2016 y actualmente dedica la mayor parte de su tiempo a crear contenido sobre el tema para redes. Fanática del untable de arvejas, divertida y espontánea, la joven influencer ganó popularidad a través de su cuenta @vegana.arg, donde tiene una comunidad de 174 mil seguidores que prueban y comparten sus recetas. Entre sus preferidas están las milanesas de berenjenas y la ensalada de papa con mayonesa vegana. Además, acaba de lanzar un recetario de 30 ensaladas para todos los gustos y tipos de paladares. A través de sus historias documenta y comparte lo que come día a día -desde sanguchitos de miga hasta helado, pasando por tentadores budines y muffins- y recomienda restaurantes, panaderías y parrillas veganas. En paralelo, Mora se dedica a estudiar Artes de la Escritura en la UNA y a hacer pilates.

Vicky Murphy tiene el feed lleno de preguntas: “¿Qué hago con avena?, “¿Qué hago con zanahorias?” “¿Comer con otrxs nos hace más felices?”. Las dudas se resuelven en los posteos que comparte con sus 117 mil seguidores. Su pasión por las imágenes estéticas -trabajó en cine y publicidad- es fácilmente rastreable: todo su perfil está lleno de jugosos manjares sobre manteles y servilletas de tela estampados. En su cuenta comparte desde caldos de vegetales hasta tortas, sin dejar pasar los aros de cebolla que convierte en un manjar vegano. La pizza de manzana también puede llegar a sorprender.

Militante de las legumbres, Vicky es más conocida como @tubetabel, su alter ego en redes. Dicta cursos de cocina básica basada en plantas y es la autora del libro “Deconstruyendo el paladar”, que hace un análisis sociológico del acto de comer. Le gusta recomendar películas y mostrar la decoración de su casa. En noviembre decidió posicionarse públicamente de cara al ballotage, lo que causó diferentes reacciones por parte de su comunidad.

Mora @vegana.ar

¿Cuándo y cómo empezaste con la cocina vegana?

Vicky (V): Yo empecé a cocinar en 2017 cuando dejé el trabajo como productora de cine y me dediqué a vender viandas. Al mismo tiempo, comencé a subir contenido de cocina a mi cuenta de Instagram. Si bien en ese momento cocinaba de todo, ya había bastante presencia de verduras y cereales. Recuerdo que en el menú había platos veganos, pero no los nombraba así porque sabía que sino la gente no los pedía. Incluso usaba la palabra frijoles en vez de porotos porque me daba cuenta que generaba cierto rechazo. En 2018 empecé a subir más contenido sin carnes ni lácteos y yo misma dejé de consumirlos, un poco porque me daba impresión manipular la carne, un poco porque me caían mal los lácteos. No fue algo moral ni ético sino una sensación física, por eso no me considero activista vegana.

Mora (M): No fue de un día para el otro, fue más bien un proceso. Cuando me hice vegetariana, decía que jamás iba a ser vegana, me parecía una locura, demasiado extremo. Tampoco sabía mucho sobre la industria láctea o los huevos. Mi prima se hizo vegana y verla me cambió el panorama. Ella me empezó a contar más y la idea me dejó de parecer loca. Primero dejé de consumir huevos y lácteos en mi casa, pero lo seguía haciendo cuando salía. Después empecé a decir que yo no comía eso, y por suerte no recibí respuestas terribles. Me empecé a sentir más cómoda al respecto, así que dejé completamente, dentro y fuera de mi casa. Después cambié los productos de limpieza, el shampoo, la pasta de dientes, empecé a prestarle atención a la ropa, los materiales, etc. 

Vicky @tubetabel

¿Por qué utilizas las redes sociales para difundir tu alimentación?

Vicky: Yo desde el comienzo utilicé las redes. En mis viandas había una búsqueda de que el plato fuera estético: pensé un envase especial, diseñé las etiquetas, armé la presentación. Instagram me permitía explotar esto más allá de quienes compraban las viandas, incluso para quienes no vivían en Buenos Aires, por eso me pareció útil.  

Mora: Al principio de mi veganismo yo experimentaba mucho en la cocina. Quería aprender a hacer todo y que fuese rico. En esa época las opciones eran muy pocas. Yo cocinaba para mis amigos y familia porque quería que vieran que había otra forma de alimentarse. Entonces una amiga me dijo que tenía que subirlo a las redes para compartirlo y darle ideas a la gente. Y así fue. Mi objetivo siempre fue mostrar que la alimentación basada en plantas puede ser muy fácil, accesible y rica.

¿Ves un aumento de la población vegana? ¿Creés que la gente se está quitando los prejuicios alrededor de la comida basada en plantas?

V: Creo que hay un aumento del consumo de plantas y que mucha gente está comiendo más verduras, frutas, legumbres y cereales. Con la pandemia hubo un auge de estos temas por muchos motivos: desde las enfermedades que venían del consumo de productos de origen animal, el impacto ambiental, las noticias sobre el calentamiento global y el tiempo para dedicarse a la cocina, hizo que mucha gente se acerque a la comida basada en plantas. Capaz lo más difícil es seguir normas estrictas, pero sí veo una reducción del consumo diario de carne. 

M: El veganismo creció muchísimo en estos años y se cambiaron muchos prejuicios. Obviamente hay personas que lo ven como una aberración, pero también hay muchas que lo respetan y hay muchas otras que incluso se hicieron veganas. Cuando yo me hice vegana la gente me preguntaba qué era eso, ahora se sabe.

¿Sentís que sos cuestionada por tu alimentación? ¿Recibís comentarios malintencionados?

M: Recibo esos comentarios solamente en redes, cuando aparecen en mis publicaciones personas que no me siguen, que comentan solo para tirar hate. Pero por suerte las personas que conozco jamás me cuestionaron o me dijeron comentarios negativos. En parte creo que es porque yo siempre intento comunicarlo desde el amor y el respeto.

Mora @vegana.arg

Estructuralmente sabemos que el consumo de carne tiene toda una industria detrás. ¿Creés que hay una resistencia de estos sectores?

V: Hay un poco de saña con el veganismo. A mí no me suele pasar porque no hago activismo y tengo otra forma de comunicarlo pero veo en otras cuentas el trolleo constante de parte de varones jóvenes insultando a mujeres, algo similar a lo que pasa con la violencia política.  

M: El dinero es la base de todo, si la industria o determinados sectores ven que están perdiendo plata, van a hacer algo al respecto. Pero también veo que, más que resistencia, ellos notan la oportunidad. Por ejemplo, la Serenísima sacó quesos untables 100% vegetales. Eso habla notoriamente de un cambio.

Hay un prejuicio de que la alimentación vegana es compleja y cara. ¿Es así? 

V: Creo que ese prejuicio viene de la falta de conocimiento. Cuando comparás un kilo de asado con un kilo de lentejas, te queda en claro que no es más caro. Obviamente siempre va a ser más barato cocinar en tu casa que comprar hecho, pero eso no tiene que ver con lo vegano. La alimentación vegana puede ser más cara o más barata e incluso puede ser en base a ultraprocesados o productos que no sean saludables. Más que ver etiquetas, creo que lo importante es pensar qué estás comiendo: la comida no es solo el plato servido sino la compra, la preparación, el acceso a la energía, etc.

M: No, para nada. La base de esta alimentación son las legumbres, que rinden muchísimo, los cereales, las semillas, las verduras y las frutas. Se puede tener una alimentación basada en plantas súper completa, variada y accesible. Es como cualquier tipo de alimentación, si te alimentas a base de productos que compras hechos en la dietética, va a ser cara. Es como la gente que vive a base de delivery, es carísimo.

Tu libro se llama «Deconstruyendo el paladar». ¿Podríamos pensar que el veganismo tiene alguna relación con el feminismo?

V: Hay muchas autoras que han escrito sobre el tema. A mí me parece interesante pensar cómo se asocian ciertos alimentos que son de origen vegetal a lo femenino, como si la comida estuviera generizada. Si van una mujer y un hombre a un restaurante y piden una pizza y una ensalada, se va a asumir que la mujer pidió la ensalada. En esas cosas te das cuenta que el machismo es estructural, más allá de que esté o no verbalizado.

Vicky @tubetabel

¿Qué le dirías a alguien que quiere comenzar una dieta basada en plantas pero no se anima?

V: Depende de donde venga el miedo. Si es por miedo a la falta de nutrientes, le diría que se informe con fuentes confiables o que realice una consulta con un profesional formado en la materia. Si es un tema de no saber qué cocinar, le diría que vaya reduciendo de a poco el consumo de lácteos y carnes, buscando opciones y recetas. Cada vez hay más ofertas, incluso si no querés cocinar. 

M: El veganismo es una postura ética, no es lo mismo que la alimentación basada en plantas, son dos cosas diferentes. Alguien puede tener una dieta basada en plantas sin ser vegano, por cuestiones de salud o ambientales. Pero hablando del veganismo, le diría que si lo que hace no coincide con lo que piensa, lo haga. Es decir, si sigue comiendo animales pero le genera culpa, que se anime. No hay nada más lindo que actuar en consecuencia de lo que creemos y pensamos. Por suerte el veganismo creció un montón, ya no va a estar solo. Lo mismo con este tipo de alimentación: hay muchísimas opciones, restaurantes y personas en Instagram subiendo recetas.

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Dalia Cybel

Historiadora del arte y periodista feminista. Fanática de los libros y la siesta. En Instagram es @orquidiarios