La Ley de Humedales no es novedad. Desde hace 10 años la sociedad civil, la ciencia y numerosos expertos vienen alertando sobre la necesidad de una normativa que ordene el territorio y proteja los humedales. Quienes se oponen a su sanción argumentan que se busca prohibir actividades productivas en el ecosistema y boicotear el desarrollo, pero quienes la impulsan aclaran que esto no es cierto y que el objetivo es regular y evitar que los humedales se sigan consumiendo.
“La #LeyDeHumedalesYA no prohíbe producir, busca conservar y detener el daño, la pérdida de humedales. La urgencia es ambiental, no productiva. Sin humedales y sin bosques no hay vida sana pero tampoco producción posible”, dijo en sus redes sociales César Massi, naturalista y referente de la Red Nacional de Humedales (Renahu).
En estos 10 años lo hemos visto todo: incendios intencionales que arrasan con la vida en todas sus formas, ciudades como Rosario envueltas en nubes de humo tóxico, miles de personas saliendo a la calle y marchando por algo tan básico como respirar. En ese tiempo también hemos visto cómo el agronegocio, emprendimientos mineros e inmobiliarios se abrían paso en las mismas zonas que hoy siguen ardiendo a pesar de los reclamos y las advertencias de la comunidad científica.
“En América Latina tenemos el triste récord de haber destruido el 56 por ciento de los humedales de la región. Por todo esto es que estamos discutiendo una Ley de Presupuestos Mínimos de Protección y Uso Racional de esos humedales”, afirmó el diputado nacional y presidente de la Comisión de Ambiente y Recursos Naturales Leonardo Grosso en el inicio del plenario. Luego añadió: “En los últimos años se aceleró por 3 el ritmo de destrucción de los humedales y eso amerita la intervención y regulación del Estado. Necesitamos legislar porque, según el último monitoreo el año 2022, es el segundo peor año desde que se tiene registro en materia de incendios”.
¿Por qué este plenario de comisión conjunta es tan relevante? Dado el contexto apremiante de quemas y crisis ecosistémica es una instancia de diálogo, debate y toma de acción concreta por parte de las tres comisiones (Ambiente y Recursos Naturales, Hacienda y Presupuesto, y Agricultura y Ganadería) encargadas de estudiar y revisar los proyectos de ley vinculados a esta problemática.
“Estamos frente al debate más trascendental. Estamos hablando de un tema estratégico. Podemos adherir a todos los convenios, pero si no tenemos conciencia ambiental vamos irremediablemente a que todo se transforme en algo finito y rápidamente no vamos a defender determinadas producciones porque ya se habrán terminado”, sostuvo la diputada nacional Graciela Camaño y subrayó los peligros que se avecinan en términos de sequías y desertificación si se sigue produciendo de manera desmedida.
Mientras puertas adentro los diputados y las diputadas exponían, afuera y bajo el lema “del lado del fuego o del proyecto consensuado” activistas, organizaciones socioambientales y movimientos sociales colmaron las puertas del Congreso de la Nación y manifestaron su apoyo a la tan esperada Ley de Humedales.
“Ese ruido, esos bombos, esos cánticos que se escuchan de la calle nos marcan qué es lo que exige el pueblo argentino: una Ley de Humedales y no que rija el poder del agronegocio, de la mega minería que destruye los bienes comunes y que hace que ya no se pueda respirar. Ya se debatió mucho. Ya se quemó mucho. Toda quema es política. Todo humo es político porque es producto de la dilación que este Congreso ha tenido en sancionar esta ley”, expresó Myriam Bregman, diputada del Frente de Izquierda.
“Nunca llegó este proyecto a la Comisión de Agricultura”
Las palabras son de Ricardo Buryaile, diputado del bloque UCR-Formosa, presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería, productor agropecuario y ex Ministro de Agroindustria quien afirma no responder a ningún lobby (“ni al del agronegocio ni al minero ni al ambiental”) y quien solicita más tiempo para seguir debatiendo. En consecuencia, se pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo jueves 29/09 a las 10:00 hs donde se espera llegar a un dictamen.
“Hay un debate que no empieza cuando nosotros llegamos acá. Hay un debate en la sociedad argentina que construyó en la Ley de Humedales la expresión o la herramienta de un proceso que pretende resolver el problema de la destrucción de los humedales. No perdamos esta oportunidad. Asumamos la responsabilidad que tenemos a la hora de ser elegidos para poder defender los intereses del pueblo”, dijo Grosso y recordó que este 23 de septiembre se cumplen 9 años de la media sanción a la primera Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para el Uso Racional y Sostenible de los Humedales.
No fue la única instancia. En 2013, la Cámara de Senadores aprobó por unanimidad otro proyecto que finalmente perdió estado parlamentario en 2015. Lo mismo pasó con los 3 proyectos que se presentaron y unificaron en 2016 y con los 15 que ingresaron en 2020 a raíz de los incendios en el Delta del Paraná.
Entre las organizaciones socioambientales, el sabor es amargo. “Entendemos que lo que están haciendo es dilatar la discusión como lo vienen haciendo desde hace tres años. Ahora nos queda tiempo hasta el próximo jueves para seguir activando y persuadir a que más diputados apoyen nuestra ley. Este es el momento donde algo de la reparación de la trama de la confianza puede hacerse”, señalaron desde la Multisectorial de Humedales y remarcaron: “Creemos que hacer oídos sordos a estas manifestaciones es un acto de declaración de sus verdaderas posiciones vinculadas a los lobbies. Que la gente se manifieste y que los y las diputadas finjan demencia es un nuevo nivel de manifestación de la desintegración del lazo entre la gente y el Estado”.
Mientras se sigue estirando un debate saldado, les activistas se aferran a la lucha y recuerdan que la Ley de Humedales no es una normativa más: es una deuda histórica con el pueblo argentino que ya no puede esperar.
