Dejar de lado el exitismo y superar rápido el duelo de la derrota

🇦🇷 Un Mundial que no deja mucho margen a los bajones anímicos y un grupo desacostumbrado a la derrota. Mejor perder ahora que más tarde porque el triunfo saudí es apenas un tropezón y no una caída.

La Selección Argentina no perdía un partido de fútbol desde la semifinal de la Copa América 2019. Fueron un total de 35 encuentros atravesados en forma invicta, lo cual gestó la ilusión de una «Scaloneta imbatible». En la previa de Qatar 2022, existía cierta especulación respecto a si convenía o no llegar a la cita mundialista en esa condición porque podría tornarse una mochila pesada en caso de producirse un traspié en la fase de grupos o de eliminación directa.

Lo cierto es que la derrota iba a llegar algún día -no existe la victoria eterna si de fútbol se trata- y ocurrió tal vez en una de las instancias de mayor nerviosismo, que es el debut en una Copa del Mundo. En el análisis meramente futbolístico quedan varias conclusiones: la Argentina podría haber goleado en el primer tiempo pero la ficción del VAR se lo impidió, en el inicio del segundo Arabia Saudita encontró un par de espacios y la mandó a guardar con demasiada contundencia, luego el equipo de Scaloni tuvo cuarenta minutos para al menos encontrar el empate pero faltó una muestra de carácter y tampoco apareció en su esplendor el tándem Messi-De Paul. 

El rival también juega, eso está claro. El sentido común argento denota cierto aura de superioridad y suele despreciar al equipo contrario, más si se trata de un país ubicado en el Medio Oriente y con escasa tradición futbolera. Cabe destacar que todos sus jugadores se desempeñan en la ignota liga local, que en Rusia 2018 quedó eliminado en primera rueda y que tres años atrás no llegó a superar los octavos de final en la Copa Asiática. Toda una verdadera sorpresa.

La Selección de Lionel Scaloni debe recuperarse cuanto antes. Un Mundial no deja mucho margen a los vaivenes anímicos, con lo cual es necesario que los más experimentados del plantel -incluido el cuerpo técnico- asuman la responsabilidad que les cabe y levanten el ánimo a los suyos. A Messi nadie puede enseñarle lo que es jugar un Mundial, ya lleva cinco en su haber y ahora se necesita más que nunca su presencia como líder dentro y fuera de la cancha.

LUSAIL CITY, QATAR – NOVEMBER 22: Photo by Pawel Andrachiewicz/PressFocus/MB Media/Getty Images

Se vienen dos partidos ásperos en los que México y Polonia podrían verse envalentonados, dado que tendrán enfrente a una Argentina a priori golpeada. Al público argentino en Qatar sólo pedirle más apoyo, cánticos y griterío. A los terrenales que lo miran por TV, dejar de lado el exitismo y superar rápido el duelo de la derrota. Prohibido también subestimar o dar por muerta tan temprano a la Scaloneta, que le sobra potencial futbolístico y tiene jugadores que pueden dar vuelta la torta en cuestión de minutos.

Un país entero pendiente y un grupo desacostumbrado a la derrota, que debe levantarse con agallas y al mismo tiempo no creérsela por demás. Mejor perder ahora que más tarde porque lo ocurrido este martes es apenas un tropezón y no una caída.

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Sebastián Furlong

Licenciado y profesor en Ciencias de la Comunicación (UBA). Retrato periodísticamente el conurbano y la ciudad de la furia. Agenda popular y política para analizar la realidad y aportar al quehacer colectivo.