SAD o no SAD: decidir ser clubes deportivos o empresas

⚽ En medio de especulaciones y declaraciones cruzadas, los clubes del fútbol argentino ratificaron su postura en rechazo de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Idas y vueltas de las SAD en Argentina y la actualidad en el resto del continente.

La elección de Javier Milei generó un cimbronazo en varios sectores de la sociedad. En un contexto cargado de especulaciones e incertidumbre, el fútbol argentino marcó la cancha y ya le hizo saber al presidente electo que su intento por incorporar las SAD en los clubes no cuenta con el apoyo de la AFA ni de sus instituciones afiliadas.

¿Qué son las SAD?

Antes que nada, conviene recordar que en la actualidad los clubes del fútbol argentino son asociaciones civiles sin fines de lucro, es decir, instituciones que reúnen a un grupo de socios y socias que poseen los mismos derechos regulados por el estatuto de cada club. 

En cambio, las SAD son modelos en los que uno o varios dueños poseen la propiedad del club, y operan orientados al lucro y los beneficios económicos. Los socios y las socias no participan de las decisiones, ya que las mismas son tomadas por un Consejo de Administración conformado por accionistas, que pueden ser empresas o individuos particulares. En la mayoría de los casos permiten el ingreso de inversiones extranjeras para financiar las actividades del club. Asimismo, los clubes propiedad de SA pueden cotizar en la bolsa de valores o ser vendidos como si fueran una empresa.

Posturas a favor y en contra

La idea de dejar ingresar a las SAD en el fútbol argentino está instalada desde la época del menemismo en los ’90. Por aquellos años y a principios de los 2000, Mauricio Macri -por entonces presidente de Boca Juniors- intentó que este modelo sea aplicado en el país. En aquel momento hubo un plebiscito en la AFA presidida por Julio Grondona, y la respuesta de los clubes fue contundente: 39 votos en contra y 1 a favor. Más adelante, el mismo Macri volvió a la carga cuando fue electo presidente de la nación y nuevamente se encontró con la negativa de la AFA. Ahora es Javier Milei quien vuelve a insistir con el tema.

El candidato libertario había declarado en octubre de 2022: “A mí me gusta el modelo inglés, no les va mal. La pregunta es cómo se financia. Las sociedades anónimas, de hecho, tienen clubes que cotizan en bolsa y todo. ¿A quién carajo le importa quién es (el dueño) si le ganás a River 5-0 y sos campeón del mundo? ¿O preferís seguir en esta miseria que tenemos cada vez de fútbol de peor calidad?». En 2023 volvió a la carga y, en cuanto tuvo ocasión, ratificó su postura: modificar el estatuto actual, para permitir que los clubes puedan optar por ser sociedades anónimas. Quienes están a favor de este modelo suelen destacar que posibilitará un fútbol más «eficiente, exitoso y rentable».

Por otro lado, los dirigentes y miembros representativos de las instituciones deportivas, así también los propios deportistas, han mostrado su desacuerdo con las SAD. Principalmente destacan el rol de los clubes como asociaciones civiles que buscan ganancias para cumplir con objetivos sociales, en beneficio de la institución y sus socios e hinchas, a contramano de las SAD, que sólo tienen por objetivo el puro beneficio económico. «Las SAD no tienen existencia jurídica, es algo que algunos ven como superador a lo que nosotros tenemos. Si no tuviéramos los clubes cumpliendo la función que cumplen, no seríamos los que somos, somos defensores de las asociaciones civiles sin fines de lucro y buscamos fijar esa posición institucional», declaró Claudio ‘Chiqui’ Tapia, presidente de AFA, en el plebiscito que tuvo lugar el pasado jueves 23 de noviembre en el predio de Ezeiza. En el mismo, los dirigentes del fútbol argentino rechazaron de manera unánime la posibilidad de incorporar las Sociedades Anónimas Deportivas en los clubes.

En la misma sintonía, un grupo de más de 100 mujeres que trabajan en las instituciones deportivas del país manifestaron en la sede de la AFA su rechazo a las SAD. En diálogo con Télam, Paula Ojeda, gerenta de Equidad y Género de la AFA, defendió su postura y afirmó: «La figura de las SAD se basa en generar beneficios económicos, persigue ganancias de empresas o grupos. Es decir, son completamente lucrativas. Su eventual llegada generaría un daño muy grande a todo el fútbol y más al femenino».

Hernán «Cherno» Aisenberg, socio e hincha, declaró a El Grito del Sur: «No hay posibilidad de convivencia con las SAD. Estoy en contra porque es una privatización de los clubes y directamente es la forma de dejar de existir de las instituciones así como los conocemos. Los clubes existen porque tienen socios que votan y eligen sus autoridades, por lo que una privatización elimina todo eso». El también fundador de la Coordinadora de Hinchas agregó: «Los clubes son una comunidad. No es que uno esté a favor o en contra, forma parte activa de algo más grande que no le pertenece a uno mismo, es del conjunto de miembros. Si quieren las SAD que empiecen de cero con nuevos clubes, pero no con los clubes que ya existen y eligieron no ser empresas. Transformar los clubes que existen en SA es un robo. Los clubes no están en venta, si no respetan eso no están respetando nuestra propiedad privada, los socios somos dueños de una parte del club».

«Las SAD no tienen existencia jurídica, es algo que algunos ven como superador a lo que nosotros tenemos. Si no tuviéramos los clubes cumpliendo la función que cumplen, no seríamos los que somos, somos defensores de las asociaciones civiles sin fines de lucro y buscamos fijar esa posición institucional», declaró Claudio ‘Chiqui’ Tapia, presidente de AFA, en el plebiscito que tuvo lugar el pasado jueves 23 de noviembre en el predio de Ezeiza.

Antecedentes argentinos

Si bien no ha existido un club propiedad de SA como tal, en el fútbol argentino sí hubo casos de «gerenciamientos» que permitieron la entrada de capitales privados en algunos clubes. Quizá el caso más recordado es el de Racing Club, que en 1999 presentó la quiebra debido a las malas condiciones económicas de la institución. Así desembarcó Blanquiceleste SA para hacerse cargo del club de Avellaneda. Sin embargo, luego de un comienzo prometedor, este tipo de «financiamiento» provocó la movilización de los socios y las socias de la Academia, que lucharon para sacar adelante al club ante la ineficiencia de la gestión y las dudas sobre el origen de los capitales.

Otros casos, que resultaron experiencias negativas, son: San Lorenzo (2001, a cargo de la empresa Suiza ISL), Ferro (2004, a cargo del empresario Gustavo Mascardi) y Quilmes (2002, a cargo de Exxel Group), entre otros.

En algunos casos, este «gerenciamiento» por medio de capitales privados resultó medianamente exitoso: como en el caso de Talleres de Córdoba (único club que no estuvo presente en el plebiscito de Ezeiza), que está presidido por Andrés Fassi, un empresario vinculado al Grupo Pachuca. Existe la sospecha de que la «T» es una «SA encubierta»; sin embargo, el propio Fassi desmintió esta versión.

Ante la posibilidad de que Mauricio Macri sea vicepresidente de Boca Juniors, una vez más, el velo de las SAD vuelve a sobrevolar Brandsen 805, siendo uno de los temas de debate de campaña que enfrenta a las listas encabezadas por Juan Román Riquelme-Ameal (oficialismo) y Andrés Ibarra-Macri (oposición). «Quienes somos hinchas y socios de un espacio comunitario, queremos seguir siéndolo y no hay ninguna votación, ni ningún presidente privatista que diga lo contrario», sentenció Aisenberg.

Contexto sudamericano

Argentina no es el único país sudamericano que prohíbe las SAD, también sucede lo mismo en Ecuador y Paraguay. En el resto del continente han permitido su ingreso como una figura optativa. Esos son los casos de Uruguay (desde 2001), Brasil (desde 2021), Chile (desembarcaron en 2005), Colombia y Perú. También está el caso de City Group (grupo inversor dueño del Manchester City y otros clubes a nivel mundial), que invierte en el Bolívar de Bolivia. En Brasil la mayoría de los clubes de Primera División presentan una estructura basada en SA; no obstante, los principales equipos -Palmeiras o Flamengo- no optaron por incorporar ese modelo y han sido (siguen siendo) los clubes que mayores éxitos deportivos han logrado en el último tiempo. Por otro lado, en Chile la sensación es que el modelo de las SA ha fracasado o al menos no cumplió con las expectativas.

Si bien es una tendencia generalizada, la incorporación de las SA en los clubes presenta diversidad de experiencias. No necesariamente implican la excelencia deportiva, ni son soluciones mágicas. Vuelve un dilema recurrente: copiar lo que hacen los demás, o defender lo nuestro y respetar la manera que tenemos de vivir nuestro fútbol.

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