Precios Justos, el programa que el Gobierno nacional lanzó en noviembre de 2022 con el objetivo de bajar la inflación y recuperar parte del poder adquisitivo pulverizado en los últimos años, incorporó en su segunda etapa una novedad que promete “aliviar el bolsillo” de las familias con niñes y adolescentes en edad escolar. A partir de un acuerdo con la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) y la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines (CAPLA), la Secretaría de Comercio sumó este mes al listado 316 productos de canasta escolar con precios fijos hasta fines de marzo.
La oferta incluye útiles escolares, guardapolvos, buzos, pantalones y zapatillas. Según informó el organismo, que depende del Ministerio de Economía, los productos estarán disponibles en Carrefour, ChangoMas, Coto, Disco, Jumbo, La Anónima y locales adheridos a la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines (CAPLA) con un valor congelado hasta el 31 de marzo. Después de esa fecha, tendrán una pauta promedio de aumento del 3,2% hasta el 30 de junio.
La ampliación de Precios Justos, anunciada días antes de que el Indec diera a conocer la inflación de enero, que fue del 6%, no generó gran entusiasmo en las familias consultadas por El Grito del Sur. El diagnóstico compartido es que “se trata de una buena herramienta” que, sin embargo, “no alcanza” para solucionar el problema de fondo. “Ayer, por ejemplo, me comentaba una madre por chat que pagó $6.000 un guardapolvo. Yo el año pasado lo pagué $3.500”, contó indignada Patricia, de CABA, quien todavía no pudo realizar la compra de útiles e indumentaria para sus 2 hijos.
“Al momento de comprar no suelo guiarme por Precios Justos. En el caso de los útiles, trato de conseguir lo más económico y de ir a librerías de Constitución o de Once, donde hay ofertas. O a supermercados, por las cuotas sin interés, aunque eso ya casi no existe”, explicó sobre sus prácticas de consumo.
Para muchas familias, continuó Patricia, la compra de materiales para que sus hijos e hijas puedan comenzar las clases requiere de un enorme esfuerzo económico. “Y eso de empezar a fin de febrero también te mata, porque antes al menos el gasto era con el sueldo de marzo, que suele venir con pequeño aumento por paritarias. Pero empezar un 27 es una locura. ¿Quién tiene dinero post vacaciones a fin de mes? Quienes piensan el calendario viven otra realidad muy distinta a la de las familias trabajadoras”, reflexionó.
Sonia, otra madre de CABA que compartió su experiencia con El Grito del Sur, tampoco suele guiarse por Precios Justos al momento de comprar la canasta escolar de sus dos hijes. “Me encantaría poder entrar en ese nivel de detalle pero siendo mujer separada con tres laburos, imposible. Nos escribimos con otras mamás, vamos buscando y nos pasamos el dato de qué es más económico y ya. Ahora estoy manejándome por WhatsApp con las librerías, pidiendo presupuestos. Recién me llegó uno (solo de útiles) de $19.817,50. Creo que voy a tener que seguir buscando”, relató preocupada.
Precios Justos, evaluó Sonia ante la consulta de este medio, “no alcanza para resolver una situación económica” como la que atraviesa desde hace años el país. Sin embargo, destacó, “sí es verdad que ayuda para frenar a las grandes empresas, para que no abusen tanto del aumento de precios”.
La lista de Precios Justos incluye diferentes opciones para cada categoría: lápices negros entre $30 y $250, lápices de colores entre $249 y $633, cartucheras entre $520 y $2.099, cuadernos entre $185 y $465, carpetas entre $420 y $1.190, repuestos de hojas de carpeta por 96 entre $345 y $380, bolígrafos azules entre $66 y $299, gomas de borrar entre $89 y $219, adhesivo escolar entre $88 y $205, reglas entre $99 y $250, sacapuntas entre $54 y $268, guardapolvos entre $1.990 y $2.999, zapatillas entre $3.199 y $6.490, pantalones entre $2.599 y $3.999, y buzos entre $3.599 y $3.999 son algunos de los ítems principales.
Una solución a medias
Para Angélica Graciano, secretaria general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), la inclusión de productos escolares en Precios Justos es una “buena noticia, porque siempre es promisorio que se apoye a la educación”. Sin embargo, opinó la referenta gremial, no es suficiente: “Yo creo que además habría que acordar con las cámaras empresarias un abastecimiento a todas las escuelas de cuadernos, lápices, y otros útiles fundamentales que muchas veces terminan adquiriendo los maestros y maestras con sus salarios porque la compra inicial de las familias dura solo un par de meses”.
Por otro lado, siguió Graciano, “hay que tener en cuenta que en los supermercados todo lo que está en Precios Justos suele estar desabastecido, entonces es Precios Justos a góndola vacía, con lo cual orienta al consumidor a comprar otra cosa”.
Para combatir ese problema, indicó la sindicalista, “se requiere un control ciudadano muy importante”, ya que “acá la educación es universal, entonces la cantidad de demanda va a ser muy grande y si las cámaras empresarias acuerdan pero no abastecen, como ocurre en otros rubros, va a ser muy complicado poder llegar a eso que llaman precio justo”.
Si bien todavía es temprano para analizar el stock disponible de los productos de canasta escolar, “dado que la gran demanda empieza la última semana de febrero y la primera de marzo”, cuando llegue el momento “como CTA nos sumaremos a las convocatorias para ir a supermercados a controlar precios”, adelantó Graciano, quien es también Secretaria Gremial de CTERA-CTA.
Tope a las cuotas de los colegios privados
En febrero, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció también un acuerdo con la Cámara Argentina de Instituciones Privadas (Caiep), la Junta Coordinadora de Asociaciones de la enseñanza Privada de la República Argentina (Coordiep) y el Consejo Superior de Educación Católica (Consudec), que establece un tope de aumento de 16,38% en las cuotas de marzo de escuelas privadas con subvención estatal y, a partir de entonces, un incremento del 3,35% mensual hasta junio.
El acuerdo, cerrado en el marco de Precios Justos, actuará como referencia nacional, ya que el sistema educativo argentino es descentralizado y son las provincias las que autorizan los aumentos. Según informó el ministro de Educación, Jaime Perczyk, ya adhirieron a la iniciativa las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Chubut, Entre Ríos, La Pampa, La Rioja, Misiones, Río Negro, Salta, San Juan, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Tucumán, Formosa y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
