Operativo aguas frías: la respuesta de Soledad Acuña a la ola de calor en las escuelas porteñas

🥵 Más de 400 escuelas arrancaron las clases con ventiladores rotos, cortes de luz, falta de agua potable, obras sin terminar, inundaciones y otras dificultades que, sumadas a las altas temperaturas, provocaron descompensaciones, faltazos grupales y, en algunos casos, la suspensión total de actividades.

La ola de calor que atraviesa la ciudad de Buenos Aires volvió a dejar en evidencia los problemas de infraestructura que, producto de la desinversión del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, padecen desde hace años varias escuelas porteñas. La semana pasada, según denunciaron referentes de la Multisectorial por la Escuela Pública, más de 400 establecimientos iniciaron las clases con ventiladores rotos, cortes de luz, falta de agua potable, obras sin terminar, inundaciones y otras dificultades que, sumadas a las altas temperaturas, provocaron descompensaciones, faltazos grupales y, en algunos casos, la suspensión total de actividades.

La respuesta de la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, llegó recién este lunes, cuando el termómetro seguía marcando máximas superiores a los 30 grados y el número de edificios con inconvenientes se había elevado a 600, de acuerdo a un relevamiento realizado por la Secretaría de Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo (CyMAT) de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). Por Twitter, y sin mención alguna a los reclamos de fondo, Acuña comunicó que daría inicio este martes a “un operativo de distribución de aguas frías para promover más intensamente la hidratación en los colegios”, que implicaba la entrega de botellitas de agua. El anuncio fue rápidamente criticado por docentes, familias y estudiantes.

Es una risa, una tomada de pelo. Es algo que surge frente al enojo de la comunidad, como para decir ‘estoy haciendo algo’, pero la realidad es que no alcanza para nada, porque siguen sin arreglar los ventiladores, sin colocar aires acondicionados, sin habilitar la suspensión de clases cuando no están dadas las condiciones. Parece una provocación”, observó Pablo Cesaroni, referente de Cooperadoras en Movimiento y de la Multisectorial por la Escuela Pública, en diálogo con El Grito del Sur

Falta de ventiladores, aires acondicionados sin instalar y obras demoradas

La situación que están atravesando las instituciones porteñas, explicó Cesaroni, responde a la falta de inversión por parte del Gobierno de la Ciudad, que no garantiza el número necesario de ventiladores por aula ni se ocupa de la reparación de los aparatos dañados. Además, añadió el referente educativo, “en algunas escuelas donde las cooperadoras hicieron el enorme esfuerzo de comprar aires acondicionados, la Dirección General Mantenimiento Escolar no está autorizando la colocación de los artefactos debido a que las instalaciones eléctricas no están en condiciones y no existe intención alguna de invertir en un nuevo cableado”. 

En muchos casos, aseguró por su parte Pablo Francisco, secretario de la CyMAT, suele hacer más calor en las aulas que en el exterior. “El lunes algunos compañeros y compañeras hicieron mediciones de temperatura y mientras en el exterior había alrededor de 30 grados, en las aulas la temperatura era de 35, 36, 37”, denunció a este medio el referente de UTE, un escenario que empeora en las escuelas técnicas, “donde hay talleres con maquinaria funcionando que no tienen ningún sistema de climatización”. 

A la falta de ventiladores y aires acondicionados, agregó Francisco, se le suma la ausencia de cortinas en las ventanas y los reiterados cortes de luz, algunos originados por las empresas distribuidoras y otros por problemas de infraestructura del propio edificio escolar, “que terminan generando cortes de agua, ya que cuando no hay electricidad las bombas no cargan agua en los tanques”. 

Por otro lado, hay escuelas en las que las obras de refacción no finalizaron a tiempo, como el Colegio N°10 D.E. 8, el Comercial N°23 D.E. 7 y la Escuela de Educación Especial Nº 7 D.E. 19, donde alumnes, docentes y auxiliares deben convivir con polvo, ruidos y otras condiciones que, junto a la falta de ventilación, “dificultan enormemente el dictado de clases”, detalló Francisco. 

Faltazos, suspensión de clases y presiones 

Entre las escuelas que debieron suspender actividades durante una o más jornadas por inconvenientes con la ventilación, el agua o la luz, los referentes mencionaron, entre otras, la Escuela N°23 D.E. 1, la Escuela Mariano Acosta, el Colegio Mariano Moreno, la Escuela N°17 D.E. 12, la Escuela Normal Superior N°1, la Escuela N°5  D.E. 21, la Escuela Infantil N°11 D.E. 5 y el Jardín de Infantes Integral Nº 9 D.E. 4. También hubo suspensión de clases en el Centro Educativo Isauro Arancibia, debido a inundaciones con aguas cloacales que imposibilitaron el uso de las aulas, del comedor y de los baños.

Ante el caos, señaló Cesaroni, “cada comunidad responde como puede, de acuerdo al grado de organización que posea”, ya que “hay mucha presión hacia los directivos por parte de los supervisores para no suspender las clases y cumplir así la promesa del Gobierno de un ciclo lectivo de 192 días, por más que no haya ventilación, luz y agua, o que se descompensen alumnos y docentes”. La solución por la que optan muchas familias, frente a la falta de respuesta de las autoridades, es no llevar a sus hijes a la escuela, como ocurrió el viernes en la N°6 D.E. 8, “donde todo se hace más difícil porque además de tener ventiladores que funcionan mal, el techo es de chapa”.

Las presiones para evitar la suspensión de clases por parte de supervisores y supervisoras, advirtió Cesaroni en ese sentido, suelen venir acompañadas por amenazas de traslados, “lo cual es muy cómico porque en ningún edificio sobra lugar”. En el Colegio N°10 D.E. 8, por ejemplo, “el año comenzó con la mitad de los ventiladores funcionando y con una obra en construcción. El Centro de Estudiantes propuso tomar la escuela y recién ahí los supervisores autorizaron a suspender las clases dos días. Esta semana, los chicos están volviendo por partes pero los supervisores ya le advirtieron a la comunidad que si hay alguna toma o alguna protesta docente los van a trasladar al Vieytes de Caballito”, contó.

Falta de inversión: crónica de un caos anunciado

Para la Multisectorial por la Escuela Pública, muchas de las dificultades que están presentando los establecimientos podrían haberse evitado escuchando más a la comunidad educativa y menos a las consultoras de marketing. “El año pasado, durante el invierno, hicimos un informe sobre las escuelas que tenían falta de calefacción y problemas de infraestructura. Habíamos detectado que de 950 edificios escolares que tiene la Ciudad de Buenos Aires, más de 200 no podían garantizar una climatización adecuada ni en invierno ni en verano”, recordó el secretario de CyMAT de la UTE.

“Lo que exigimos hace años, justamente, es que se invierta más en las escuelas. Desde 2011 a este año cayó más de 14 puntos la participación de Educación en el presupuesto total de CABA. Y la parte destinada a infraestructura disminuyó un 70% en 2021, nivel que se mantiene en la actualidad”, denunció Francisco. 

Este jueves 9 de marzo, informó el referente de UTE, docentes, auxiliares, familias y cooperadoras de la Multisectorial por la Escuela Pública se reunirán para analizar la situación y organizar “acciones de visibilización y de seguimiento de lo que ocurre en cada establecimiento para reclamarle al ministerio que dé una solución definitiva a los problemas de infraestructura”.

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