Los casos de dengue han alcanzado una cifra récord en todo el país y la Ciudad de Buenos Aires no es la excepción. Según el Boletín Epidemiológico del Gobierno porteño, hasta el viernes 14 de abril se registraron 9352 casos sospechosos de dengue, 5177 de ellos sin antecedente de viaje y 324 con antecedente de viaje a áreas reconocidas de transmisión. Por ahora, solo dos personas fallecieron a causa del virus que transmite el mosquito aedes aegypti. Pero los expertos advierten que la situación puede agravarse.
“Este es un problema que recién está amaneciendo, todavía no está en su máxima expresión -dijo a El Grito del Sur la infectóloga del Hospital Muñiz Gabriela Piovano-. Todavía no tenemos endemia (que esté el virus de forma permanente), ni circulación de varios serotipos, que en segundas infecciones generan peores evoluciones. Pero cuando aparece una tercera variante y la gente que se infectó se vuelve infectar, van a tener más posibilidades de tener un dengue grave y van a fallecer más personas. Es necesario hablar del cambio climático y tener una política coordinada respecto a la siembra. Porque estamos destruyendo los suelos, cambiando el clima y haciendo algo que va a ser muy malo a futuro”.
El Boletín Epidemiológico remarca que este año se ha registrado un brote mucho mayor a los de años anteriores. En diálogo con este medio, Daniel Stecher, infectólogo consultor del Hospital de Clínicas, explicó que este aumento de casos está directamente relacionado con el calentamiento global. “El cambio climático hace que cambien las condiciones en países que ahora resultan ser más cálidos y más húmedos. El mosquito necesita estar siempre por arriba de los 20, 25 grados, por eso no tenemos aedes aegypti en invierno. Pero las larvas tienen gran capacidad de resistencia y probablemente hagan eclosión. La manera de prevenirlo es evitar la reproducción de los mosquitos eliminando los criaderos, que son en agua tranquila y poco profunda como el plato de una maceta, tachos o neumáticos”, explicó.
Piovano, por su parte, agregó que otra de las razones por las que se produjo este brote de dengue es “la interrupción de los programas de control ambiental” que hubo a nivel nacional durante el macrismo a partir de que se convirtió en Secretaría -y se desfinanció- al Ministerio de Salud. “Después vino la pandemia y, aunque volvimos a tener Ministerio, los programas no se reinstauraron del todo. Se te junta el cambio climático con la falta de programas de control en la Ciudad y en todos lados”, remarcó y advirtió que no basta con la fumigación para prevenir. “Es pan para hoy, hambre para mañana”, sentenció.
Este brote, además, tiene la particularidad de tener pocos casos importados: el mosquito ya pasó a reproducirse en la Ciudad de Buenos Aires. “El dengue era una enfermedad tradicional de algunas zonas. Que una enfermedad se vuelva autóctona es que aparezca un caso que no haya viajado a un lugar con dengue ni aparezca un nexo epidemiológico. Eso es que el dengue está en esa ciudad y es lo que pasa en Buenos Aires hace 10 años. Ahora explotó el número de casos”, apuntó Stecher.
Si bien hay conglomerados de casos en distintos barrios de la Ciudad, el Boletín Epidemiológico señala que “en la Comuna 9, en particular en el barrio de Mataderos, se encuentra un cluster de crecimiento sostenido en las últimas semanas” con un total de 948 casos.
“Esto que pasa en Mataderos es porque dejaron el Mercado sin sanear y se acumuló agua. El brote anterior había sido muy fuerte en Flores porque había un señor que era acumulador compulsivo. Las brigadas (del Gobierno porteño para realizar prevención) pueden entrar a algunos lugares, hay que apelar a la concientización de las familias”, puntualizó la infectóloga que hace los programas Por las Dudas Escuchá (Radio Tu) y Domingo Piovano (Radio Rebelde).
Para Piovano es fundamental centrarse en políticas que frenen el cambio climático. “Los gobiernos y las empresas tienen que tomar conciencia de lo importante que es trabajar de forma colectiva. Hay que intervenir en lo que es el pull agropecuario, que hoy padece lo que generó: inundaciones y sequías. Si no tomamos medidas, esto va a ser mucho peor”, advirtió.
