«Soldati es un barrio abandonado por el GCBA»

😡 No hay comisaría, ni hospital. La semana pasada mataron a una vecina y desde el barrio señalan que no existe política de seguridad. ¿Qué sucede en Soldati, el barrio olvidado por Larreta y sus amigos?

Lourdes Avendaño vivía en Soldati, tenía 35 años y dos hijos de 14 y 16. El pasado sábado fue asesinada de un disparo en la espalda por ladrones que intentaron robarle su celular y sus pocas pertenencias. El homicidio fue la gota que rebalsó el vaso: desde ese día, vecinas y vecinos autoconvocados se reúnen diariamente junto a organizaciones políticas y religiosas para exigir soluciones al Gobierno de la Ciudad (GCBA).

Hasta el momento hubo una misa, varias reuniones y una masiva marcha. Se acercó el comisario y un funcionario de segundo rango del GCBA. Pero las soluciones no llegan. «Hace mucho tiempo que venimos padeciendo la inseguridad en el barrio y ya se está haciendo insostenible. Los vecinos no pueden ir a las paradas de colectivos, hay muchos robos a los chicos cuando salen de las escuelas. Si bien tenemos cámaras, el comisario de la 36 nos confirmó ayer que muchas no están funcionando», explicó Cecilia Maza, vecina de Villa Soldati, en diálogo con El Grito del Sur.

Hasta el momento hubo una misa, varias reuniones y una masiva marcha. Pero las soluciones no llegan.

«No queremos que se militarice el barrio pero hay una gran ausencia de rondas de policía», señaló Maza y dio cuenta de los cambios en los modos de vida que trajo aparejada esta situación. «Tristemente uno se va a adaptando a las circunstancias del barrio: se sabe que a tal hora, entre tales calles, no se puede pasar, o que hay cuadras en las que no podemos transitar», planteó.

Gimena Quintana es enfermera y también vecina de Soldati. «Vivimos una situación muy similar al resto de los barrios del sur de CABA: falta de políticas públicas, hacinamiento, problemas a nivel educación y falta de vacantes», aseguró. «De Rivadavia para el norte es un mundo y de Rivadavia para acá es otro. Comuna 7 y 8 son dos barrios distintos de la Capital: tenemos más demandas de vivienda, salud y educación pero los mismos recursos», agregó.

Ni hospital ni comisaría

El hospital de la Comuna 8 duerme el sueño de los justos desde hace casi 20 años y las dos salitas que atienden en el barrio no dan abasto. En sobradas ocasiones, estos espacios o los profesionales que allí trabajan han sido también víctimas de robos. Tampoco hay comisaría: la 31 fue trasladada a Lugano, junto al Jumbo de Parque Brown. Las consecuencias son atroces: para hacer una denuncia, las y los vecinos deben tomar al menos un colectivo.

Fátima, Piletones, La Veredita y La Paloma son solo algunos de los nombres de los barrios más postergados por el Gobierno de la Ciudad, donde la transformación no avanza. «Soldati es un barrio abandonado por el GCBA. A la inseguridad y la falta de salud se agrega que tenemos problemas con las veredas que están explotadas. Lo mismo con el hacinamiento y los cortes de luz. Al sur llega solo el subte E, el que peor funciona y el único que no está adaptado para personas con discapacidad», acotó Cecilia. «La seguridad es todo: salud, educación, transporte y también poder caminar por el barrio tranquilamente. Y eso es lo que hoy Soldati no tiene», concluyó.

En su exigencia de seguridad, los vecinos y las vecinas anunciaron que continuarán con los encuentros diarios hasta tanto los reciba el ministro. Critican la falta de respuestas y el estado obsoleto de las cámaras, exigen mayor inversión en infraestructura y educación en el barrio y denuncian la demora de las soluciones. «Nos ofrecen respuestas de largo plazo pero mientras tanto los muertos los seguimos poniendo nosotros», cuestionaron.

El nuevo ministro de Seguridad de la Ciudad, Eugenio Burzaco, aún no ha pisado Soldati. Asumió el cargo hace quince días luego de la salida de su predecesor, Marcelo D´Alessandro, implicado en una trama de tráfico de intereses y prebendas a partir de la difusión de sus chats con funcionarios judiciales ligados al presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.