En el marco de una serie de obras para dotar de infraestructura básica la Reserva Ecológica Ciudad Universitaria-Costanera Norte (RECU-CN), cuya co-gestión depende de la UBA y el Gobierno de la Ciudad, activistas ambientales advirtieron en los últimos días sobre la inminente construcción de dos locales gastronómicos que pondrían en peligro el ecosistema de la Reserva. «Las obras que está construyendo Larreta, principalmente los baños y el centro de interpretación, se están haciendo sobre una zona intangible, que concentra la mayor biodiversidad. Además, son todas iniciativas inconsultas que cuentan con el silencio de la UBA», dijo a El Grito del Sur Jorgelina Bueno, estudiante de la Licenciatura en Ciencias Biológicas (FCEyN-UBA) e integrante de la Asamblea en Defensa de la RECU-CN.
Precisamente, las zonas denominadas intangibles tienen prohibido cualquier tipo de construcción dado que se pueden producir una serie de daños tales como el cambio de uso del suelo -al impermeabilizar y edificar sobre áreas naturales de bosque y pastizal-, los disturbios ecológicos sobre las distintas especies de fauna (yararás, comadrejas, etc.) y el uso de materiales no aprobados por el plan de manejo. «Asimismo, la contaminación lumínica nocturna perturbará la vida de aves, reptiles y peces, y la futura contaminación generada por las implicancias del funcionamiento y uso que tendrán los locales, que terminará indefectiblemente afectando al río y a la propia reserva, junto a cientos de especies animales y vegetales que allí habitan», señalaron desde la Asamblea a través de un comunicado.
Frente a esta situación, estudiantes, docentes y no docentes se vienen organizando junto a integrantes de organizaciones ambientales. El pasado 23 de mayo, en un masivo encuentro, se manifestaron «contra la política de privatización del espacio público y la avanzada antiecológica» en un espacio público. «¿Qué va a pasar con los residuos que generen esos bares en medio de una concurrencia constante de gente?», se preguntó la joven estudiante que también milita en Izquierda Socialista.
La Reserva dispone de 23 hectáreas con senderos que se pueden recorrer caminando, con vista al río y una biodiversidad propia de la región. En total se han registrado 522 animales, de los cuales el mayor número de especies son las aves, luego insectos, arácnidos y reptiles. De los mamíferos, la mayor parte son roedores terrestres y acuáticos, como coipo y cuis, pero también murciélagos (Chiroptera). De las aves, se han registrado 242 especies (aproximadamente un cuarto de las aves de Argentina). Hay aves de pastizal, acuáticas (varias de ellas playeras) y de bosque.
«Esta Asamblea es amplísima porque nuclea organizaciones políticas, estudiantiles y ambientales. Las mismas organizaciones que vienen cuidando la Reserva hace 20 años, con un peso histórico muy importante, se sumaron también», concluyó Jorgelina. Dado que las actuales construcciones ya se están llevando a cabo, las organizaciones exigen un «accionar inmediato». A futuro, el peligro es enorme: si se construyen progresivamente más locales, habrá cada vez mayor daño ambiental.
Para más información, pueden ingresar al instagram @asambleaporlareserva .
