A ocho años del primer grito de #NiUnaMenos, las iniciativas para visibilizar los pisos pegajosos, los techos de cristal y las inequidades sociales y económicas en materia de género siguen dando cuenta de una cruda y disímil realidad.
Esta vez, un informe conjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Ministerio de Economía reveló que los hogares con jefatura femenina son los más endeudados. Así lo explicita un trabajo de la socióloga e investigadora del CONICET, Malena Rubinstein.
Las cifras dan cuenta de una desigualdad estructural: mientras en los hogares donde la jefatura está a cargo de un varón asalariado la tasa de endeudamiento asciende a un 44,7%, en los casos donde una mujer está al frente este número escala al 49,5%.
La diferencia es aún mayor si se hace foco en el sector informal: entre quienes tienen una relación laboral no registrada la tasa de endeudamiento en hogares conducidos por varones es de 60,7%, mientras que para las mujeres escala casi 10 puntos más, hasta ubicarse en 69,2%.
El análisis fue difundido por el Centro de Estudios Sociales de la Economía perteneciente al IDAES de la Universidad de San Martín (UNSAM). Entre la serie de hallazgos resalta también que al desagregar los usos que se les da al endeudamiento, la única categoría en donde priman los varones es en la compra de autos, productos electrónicos y refacciones del hogar. Es decir, las mujeres gastan más en comida, salud, expensas o alquiler, entre otras.
Por último, el análisis señala los factores que inciden en esta desigual situación financiera: una ética conservadora en materia de cuidado, una creciente financiarización del consumo y la superposición de desigualdades, que termina afectando sobremanera a mujeres con situaciones laborales informales.
