La campaña de la ex ministra de Seguridad de la Nación como precandidata a presidenta de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich, se inició con varios ataques narrativos en contra de las y los estudiantes extranjeros al afirmar que «las universidades están vacías de alumnos argentinos porque casi la mitad de la matrícula la ocupan extranjeros que vienen y toman esos lugares”. Desde la comunidad de migrantes y refugiados rechazamos esta operación discursiva y mediática. El maestro en la práctica de la persecución xenófoba y antisemita fue el genocida Adolf Hitler. La retórica de Patricia Bullrich es propia de un aprendiz racista y xenófobo.
Cuando, en medio de una campaña política, una precandidata no toma conciencia de que las narrativas políticas pueden influir en la comprensión de la realidad, sucede que las narrativas basadas en falacias y odios tienen fuerzas para perjudicar las relaciones entre grupos sociales e individuos. El discurso de Bullrich no es muy distinto de la operación de mentiras de Philip Ruddock, ministro de Inmigración de Australia, quien había declarado en el año 2001 que, junto con las Fuerzas de Defensa de dicho país, deben impedir el ingreso de barcos de migrantes «ilegales» porque arrojaban hijos por la borda. Cabe destacar que el Senado australiano descubrió que Ruddock y los otros ministros del gobierno habían utilizado esta falacia como una técnica política para ganar la elección federal de 2001.
La contribución de las y los migrantes en Argentina alcanza los USD 5000 millones sólo en el sector formal y representa además el 77% del sector informal y de la economía popular (Impacto de las migraciones actuales en la estructura económica y sociocultural de la Argentina. Buenos Aires, UNTreF, 2015). En cuanto a los estudiantes migrantes en la Argentina en las carreras de grado y posgrado representaban apenas el 2,8% en el año 2015. Además, entre los estudiantes extranjeros que eligen carreras cortas, sólo en la Ciudad de Buenos Aires dejan 1900 millones de pesos al año en concepto de alquileres, gastronomía y turismo (Encuesta de Turismo Internacional del INDEC para el año 2016). Si bien no hay una cifra oficial para los años siguientes, todas las comunidades migrantes observan disminuciones totales de sus integrantes fruto de la crisis económica y la pandemia del Covid-19. Este es el caso de la comunidad haitiana que se reduce en un 90%, según datos de la Dirección General de Inmigración (DGI, 2021). El 83% de los integrantes de esta comunidad son estudiantes, de acuerdo con la Encuesta Nacional de los Migrantes en Argentina (ENMA, 2020).
Las y los estudiantes migrantes ayudan a la Argentina no solo a diversificar cultural, social y epistemológicamente a las universidades argentinas, sino que también -cuando regresan a sus países de origen o transitan otros lugares- brindan imágenes positivas de la universidades nacionales; en otras palabras, se transforman en “Brand Ambassador” de Argentina.
Patricia Bullrich oculta los datos científicos y verdaderos sobre las participaciones de los migrantes, pero también que las universidades nacionales son financiadas por los impuestos del Estado (21% de IVA, por ejemplo) que 2,2 millones de migrantes pagamos sobre todos los productos que compramos. La ignorancia social y migratoria de Bullrich vuelve a justificar la necesidad de que el próximo gobierno acompañe la AGENDA MIGRANTE 2023 e implemente sus propuestas de políticas públicas con perspectiva decolonial y antirracista, anti xenófoba y anti discriminatoria. Es la mejor forma para construir una próxima generación de políticos y políticas con conciencia social y étnico-racial en la sociedad argentina y la Patria Grande.
