Preocupación en Caballito por la conservación del patrimonio histórico

🤔 A partir del inicio de la obra en la plazoleta Primera Junta, vecinos se mostraron preocupados por la posible destrucción de lo que funcionaba como parada de tranvías en el barrio y pidieron la patrimonialización del lugar.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires comenzó una obra en la plazoleta Primera Junta, ubicada en el barrio de Caballito, pero un grupo de vecinos manifestó su preocupación ya que en los renders del proyecto se observó que tirarían abajo el techo que cubre la entrada a la estación de subte de la Línea A y que solía ser la parada de tranvías de la zona. “Presentamos un pedido ante la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos para patrimonializar esa glorieta”, dijo a El Grito del Sur Osvaldo Sorrentino, miembro del consejo consultivo de la Comuna 6.

La plaza, que tiene una forma triangular, se inauguró el 25 de mayo de 1908. Seis años después, se construyó la estación terminal de la primera línea de subte argentina y luego se sumaron los tranvías en la superficie. “Esta fue hasta principios del siglo XX la única plaza que tuvo Caballito. Era parada obligatoria de carruajes y jinetes que viajaban hacia el oeste por el Camino Real -denominado Avenida Rivadavia en 1857”, explica el sitio del GCBA, que declara el lugar de “interés cultural”.

Según detalló Sorrentino, la ejecución de la obra se había anunciado antes de la pandemia, pero la situación sanitaria demoró los planes. “Ahora lo reflotaron, supongo que producto de las elecciones”, agregó.

La publicación barrial Revista 6 indicó que la propuesta de “renovación y puesta en valor” de la plazoleta, que lleva adelante el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, “consta en reemplazar las baldosas por hormigón con pendiente hacia los cordones para evitar un desagüe interno, la construcción de dos canteros, el reemplazo total de los puestos de libros y diarios, nueva luminaria y un nuevo acceso vidriado a la estación de subte”, similar al que realizaron en la estación Constitución de la Línea C.

“La obra en la plaza ya empezó. Fuimos a preguntar ahí y no saben decirnos si la van a demoler o no. La glorieta ahora está en pésimas condiciones, le faltan vidrios, pero hay fotos de lo que solía ser y sería bueno que hagan una puesta en valor -afirmó Sorrentino-. En la última década, Caballito fue uno de los tres barrios donde mayor densidad de construcción hubo. Esta cantidad de construcciones ha ido borrando huellas históricas, casas fueron demolidas para hacer torres y edificios”.

En diálogo con este medio, el abogado ambientalista, urbanista y en Derechos Humanos, Jonatan Baldiviezo, señaló que el GCBA “está teniendo un total desinterés de proteger el patrimonio”. “Es como si considerara que el patrimonio son solamente aquellas viviendas o edificios protegidos, pero no así el espacio público y su morfología o el paisaje. Por eso vemos estas obras en el espacio público que no tiene en cuenta el patrimonio, como pasa en el centro de Buenos Aires, donde el casco histórico tiene protección patrimonial, o como se puede ver en Caballito, con elementos que deberían tener protección patrimonial y se los ha modificado”, apuntó el precandidato a legislador porteño del Movimiento La Ciudad Somos Quienes la Habitamos.

Baldiviezo, además, remarcó que en la Ciudad existe una ley que establece que es necesario hacer una evaluación patrimonial previa cuando se quiere demoler un inmueble construido antes de 1941, pero que “no existe nada parecido cuando se quiere realizar una modificación en el ámbito público”. “Siempre solicitamos que las obras que realiza el Gobierno tengan una instancia de participación para permitir que la ciudadanía opine sobre estas intervenciones en el espacio público, no solo sobre la cuestión patrimonial, sino también qué tipo de intervención le gustaría a esa comunidad”, dijo.

Si bien Sorrentino afirmó que “no se puede mantener en pie todo lo antiguo”, reafirmó el valor histórico y patrimonial que tienen tanto la plaza como la glorieta. “Tiene una historia de más de cien años. Vemos cómo el Gobierno de la Ciudad va demoliendo sin importarle la historia o el patrimonio de los barrios y nosotros entendemos que son varias las causas históricas que dan lugar a esta defensa patrimonial”, concluyó.

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.