Cuando faltan solo tres semanas para las PASO de agosto, Unión por la Patria y el Frente de Izquierda denunciaron problemas de organización por parte del Instituto de Gestión Electoral porteño (IGE) vinculados a la disposición de la pantalla con la oferta de candidatos para el voto electrónico y a las demoras que se pueden registrar el día de los comicios concurrentes para cargos nacionales y locales.
La advertencia de las agrupaciones políticas irrumpió tras la realización de la denominada “Audiencia de Pantalla” para definir el diseño a través del cual serán elegidos los postulantes de la Ciudad para jefe o jefa de Gobierno, legisladoras y legisladores y representantes en las 15 juntas comunales con la Boleta Única Electrónica.
Reunidos el miércoles pasado en el Centro Cultural San Martín, los representantes de las cuatro alianzas y los ocho partidos que se presentarán en las elecciones escucharon, en primera instancia, una explicación introductoria del sistema de voto electrónico a cargo de Federico Fahey Duarte, quien asumió al frente del IGE hace diez días.
El funcionario arribó a la dirección del organismo encargado de organizar los comicios porteños para reemplazar “de urgencia” a Ezio Emiliozzi, quien declinó su lugar por “cuestiones de salud” de acuerdo a la información oficial; no obstante, el alejamiento quedó envuelto en medio de versiones sobre las crecientes preocupaciones del exdirector por las irregularidades del proceso.
A propuesta del actual jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, las elecciones en la Ciudad serán concurrentes ya que coincidirán las fechas establecidas en el cronograma local con el nacional, por lo cual más de 2,5 millones de personas tendrán que votar con dos modalidades, en boleta papel y electrónica, y también depositarán el sufragio en dos urnas distintas.
Con la presión de una jornada atípica, el IGE inició -paralelamente a las reuniones con los partidos políticos- la coordinación para la capacitación de 23 mil autoridades de mesa y estimó que en los primeros días de agosto arrancará con la campaña de divulgación del circuito de votación doble para la ciudadanía que sumará simulacros con los dispositivos.
Malestar por la disposición de la pantalla
De acuerdo con el acta de la audiencia del miércoles, los partidos políticos hicieron 15 observaciones relacionadas a las fotos de los candidatos, los colores seleccionados, nombres erróneos en las listas y, sobre todo, a las opciones de voto que muestra inicialmente el dispositivo para la emisión de la BUE sobre la posibilidad de elegir por “Categoría” o por “Agrupación Política”.
El planteo objetó que, en el caso de seleccionar la segunda alternativa de “Agrupación Política”, en la pantalla solo se exhiba la imagen de los candidatos y las candidatas a jefe y jefa de Gobierno y no la oferta electoral completa con fotografías también de los postulantes a la Legislatura y a las Comunas, lo que va contra el artículo 146 del Código Electoral.
“El diseño del voto electrónico demostró nuevamente que se trata de un sistema totalmente antidemocrático y adaptado a la ocasión para los intereses del oficialismo porteño”, aseguró Patricio Del Corro, referente de una de las listas del Frente de Izquierda. Y agregó que “a esta altura del proceso, hay una manipulación sin precedentes y una organización caótica”.
La decisión del IGE de colocar solo la fotografía de los aspirantes al Ejecutivo, en tanto, también fue interpretada como una maniobra que beneficiaría a la lista “Vayamos por Más” de Jorge Macri en la interna de Juntos por el Cambio (JXC) sobre la restante “Evolución” que lidera Martín Lousteau.
Según explicaron, el candidato radical estaría acompañado -si se mostrara la oferta completa- por Graciela Ocaña, cuya presencia en la pantalla traccionaría votos en favor, lo que no ocurriría con el postulante al Parlamento capitalino que secunda al exintendente de Vicente López.
“Estamos a tres semanas de las elecciones y no sabemos aún cómo va a ser la pantalla”, dijo Lisandro Teszkiewicz, apoderado de la lista de Unión por la Patria, y consideró que tanto los planteos efectuados por JxC como desde La Libertad Avanza y la realización de ambas audiencias “son extemporáneas en los términos del artículo 116 del Código Electoral”.
“Está establecido que la audiencia de pantallas debe realizarse 35 días antes de la elección y a 21 días de la elección todavía no sabemos cuáles son las pantallas que verán los electores”, reiteró; en tanto que evaluó que lo ocurrido esta semana con el IGE representa “una nueva improvisación” en torno a la planificación del voto electrónico en la Ciudad.
Señaló también que la convocatoria a elecciones concurrentes agregó “complejidad a la jornada electoral” porque “se va a modificar un sistema culturalmente tan arraigado como el sistema electoral argentino”.
La falta de garantía del voto electrónico
La Fundación Vía Libre (FVL), dirigida por Beatriz Busaniche que desde hace 20 años trabaja sobre el tema de voto electrónico y es una referencia internacional en la materia, presentó un amparo y el pedido de una medida cautelar contra el Gobierno porteño para que suspenda la concesión otorgada a la empresa MSA para la prestación del servicio de BUE.
“Tanto el amparo como la cautelar están parados en el Tribunal Electoral pese a que están los plazos prescriptos para que se expida porque existe ya un dictamen de Fiscalía”, dijo Busaniche en diálogo con El Grito del Sur.
Para la experta, “no hay nada que contradiga la presentación hecha” a propósito de las consideraciones efectuadas ante la Justicia electoral sobre la empresa MSA, que fue contratada por 29 millones de dólares por el Gobierno porteño para proveer el software y los dispositivos del voto electrónico.
Para la FVL, la compañía de capitales argentinos y con base en el Distrito Tecnológico porteño, registra antecedentes de “serios problemas de seguridad” lo que hace que “no se encuentren garantizados los principios y garantías mínimas en torno al sufragio”.
Por otra parte, consideró que “tener que capacitar a la ciudadanía sobre el sistema de voto electrónico indica que no es un hecho que facilite la participación porque mucha gente no va a llegar a ver de antemano cómo es exactamente”. “Todo parece insuficiente”, concluyó.
