A poco más de 10 días para que se realicen las elecciones en Ecuador, un evento de violencia política sacudió el escenario electoral: este miércoles a la tarde, tras salir de un mitin político en una escuela de Quito, el candidato presidencial Fernando Villavicencio fue ultimado por sicarios que abrieron fuego contra el auto que se aprestaba a trasladarlo.
Las preguntas y las hipótesis son múltiples y se meten de lleno en una campaña que ya venía empañada por la violencia: el 17 de julio pasado había sido asesinado un candidato a la Asamblea Nacional, Rider Sánchez, y apenas cinco días después sucedió un hecho similar con Agustín Intriago, alcalde de la ciudad costera de Manta.
El hecho se encuadra dentro de una escalada de violencia que ya había tenido varios sucesos trágicos en las disputas territoriales entre bandas narcotraficantes. Esta mañana, el grupo «Los Lobos» se atribuyó el asesinato a través de un video de un minuto y medio donde una veintena de hombres encapuchados acusan al candidato de haber traicionado al grupo criminal y amenazan a Jan Topic, otro de los aspirantes presidenciales de la derecha local.
«Los Lobos» es una estructura narco vinculada al Cártel de Jalisco, grupo criminal mexicano con influencia en bandas delictivas de la región. Pocos días antes de su asesinato, Villavicencio había denunciado amenazas por parte de grupos narcos referenciados en «alias Fito», líder del grupo mafioso «los Choneros», originario de la ciudad de Chone y estrechamente ligado al Cártel de Juárez.
El asesinato impacta de lleno en una campaña donde el correísmo encabeza todas las encuestas. Luisa González, candidata del progresismo y referenciada en la figura de Rafael Correa, extendió su solidaridad con la familia de la víctima y suspendió su campaña hasta nuevo aviso. De la misma manera actuó el líder indígena de estrechos vínculos con ONGs, Yaku Pérez, quien instó al resto de los candidatos a adherir a un pacto contra la violencia.
La escalada de violencia creció de manera atroz durante la presidencia del banquero Guillermo Lasso: mientras en 2018 se registraron 884 homicidios, para 2021 esa cifra había escalado a los 2496.
Un dato no menor y que suma confusión al episodio es el asesinato del principal sospechoso de haber cometido el homicidio. Uno de los sicarios fue hallado muerto en la comisaría luego del intercambio de disparos con las fuerzas de seguridad locales.
Las preguntas emergen alrededor del caso: Villavicencio contaba con custodia oficial, ya había sido amenazado y se movía por el país en el tramo final de su campaña. ¿Hubo complicidad con las fuerzas encargadas de velar por su seguridad? ¿Quién está detrás del financiamiento del crimen? ¿Cómo podría impactar esto en la campaña electoral en curso?
Villavicencio, periodista de investigación que se encontraba entre el segundo y el tercer lugar en las encuestas, había sido un ferviente crítico del correísmo y enarbolaba un fuerte discurso anticorrupción. Su asesinato cambia de cuajo el escenario político en Ecuador y podría afectar los resultados de los comicios del domingo 20 que definirán al Ejecutivo que estará al frente del país hasta 2025.
