Paritarias y elecciones: dirigentes que se van al mazo y otros que cantan retruco

💰 Las diferencias entre los acuerdos de la UOM y Comercio y su trasfondo en medio de la campaña electoral.

Mientras el debate nacional en las últimas semanas se sustrajo a los eventuales resultados de la contienda electoral que tendrá lugar el próximo 13 de agosto en el marco de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), poco se ha hablado del impacto de una serie de paritarias que fueron cerrándose recientemente y que en suma representan a casi un 14% de las y los trabajadores registrados de nuestro país. 

Nos referimos a los acuerdos alcanzados por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) liderada por Abel Furlán, del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) conducido por el octogenario Armando Cavalieri, y de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) encabezada por el también Secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez, quien desde 1990 se mantiene inamovible al frente del gremio.  

A pesar de no existir datos oficiales sobre la cantidad de afiliados de cada gremio, el cálculo aproximado se puede obtener a través de quienes son titulares de las Obras Sociales. Según los datos de la Superintendencia de Servicios de Salud, el SEC y la UOCRA -en ese orden- se encuentran en el podio de las entidades que cuentan con mayor volumen de afiliados: más de 1.200.000 trabajadores para el líder de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), y unos 404.000 para el vidrioso Martínez. Si bien la UOM no supera los 185.000 afiliados, se ubica entre los 10 sindicatos más nutridos de Argentina. Los números sirven apenas para señalar la importancia de estos acuerdos que, excepto por el plan de acción que lanzó Furlán y que interrumpió la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, pasaron sin pena ni gloria por algunos portales especializados. 

El magro 27% acordado por el “Gitano” Cavalieri para el trimestre julio – septiembre, en tres cuotas iguales de 7,5% más un “recupero” del 4,5%, fue ponderado en un comunicado: “Se logró un acuerdo por un tramo más corto de manera de ir siguiendo de cerca la evolución de los precios para que los trabajadores y las trabajadoras no pierdan poder adquisitivo”. El anuncio de un básico de $ 286.000 -incluyendo el presentismo- vuelven a ubicar al SEC muy por debajo de la performance que vienen teniendo otros sectores. Incluso se despegó negativamente de los estatales nacionales con los que mantenía cierta paridad, ya que estos últimos superaron el 33,02% para el mismo periodo. 

Pero la cuestión no queda allí. Lo que pareciera ser el piso de un sueldo básico razonable, según las escalas publicadas por el mismo gremio, el monto anunciado con bombos y redoblantes de $ 286.000 (brutos) solo podría percibirse en la medida en que se apliquen algunos adicionales que no constituyen el básico, el presentismo y también la antigüedad. En ese marco, Natalia Maldonado -integrante de la conducción de la lista que disputa con el oficialismo- afirmó a El Grito del Sur que ese monto “pueden recibirlo quienes hacen jornada completa, dejando afuera a la gran mayoría de los trabajadores del sector”. Cabe aclarar que una gran parte de las y los trabajadores de Comercio se encuentran hiperprecarizados, con jornadas fragmentadas y siendo parte de establecimientos que aún no cuentan con representación sindical. A esto se suma que el acuerdo para el sector de los Call Centers -hasta el día de publicación de esta nota- no fue homologado, y por su cercanía con la fecha de liquidación, difícilmente el personal de esa área reciba en tiempo y forma los beneficios de la paritaria. 

El caso de la UOCRA es similar, aunque ni siquiera tuvo la pomposidad con el que presentaron algunos medios la paritaria de los mercantiles. El 29,6% para el periodo julio – septiembre distribuido en tres tramos de 10%, 9% y 8%, y un acumulativo semestral del 58% para las cuatro categorías (ayudante, medio oficial albañil, oficial albañil, albañil especializado) dan cuenta de que la negociación del hombre al que se lo vincula con certeza al Batallón 601, va a un ritmo demasiado lento, si se toma en cuenta la expectativa inflacionaria que el propio Banco Central a través del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) establece para el año calendario donde la ubica en un 148,9%. 

Sin embargo, no todo es lo mismo. Mientras en muchos casos las discusiones salariales pasaron inadvertidas, hay dirigentes que hacen la diferencia. En el caso de la UOM, como lo fue el de los Bancarios hace unos meses, ponen al descubierto que no es igual aceptar livianamente las pautas que imponen las patronales a la hora de construir mejoras sustanciales. La firmeza del ex diputado nacional del Frente para la Victoria, Abel Furlán, ungido titular de los Metalúrgicos en las últimas elecciones del sindicato, ratifican esta idea. 

La intransigencia de las empresas, en particular de Techint, que mantiene un lugar predominante en el mercado y -con la que aún el sindicato se encuentra en periodo conciliatorio-, llevó al gremialista a elevar la temperatura del conflicto con la implementación de un plan de acción que incluyó jornadas de paro y movilización tras siete reuniones fallidas. «Nosotros apostamos a un modelo industrial, pero con justicia social y no con salarios de hambre que pretenden los empresarios», manifestó el dirigente en esos días. 

La intervención de la cartera laboral hace apenas una semana no se hizo esperar y llevó al cierre de una serie de medidas de acción que, aún suspendidas por la conciliación obligatoria, tuvieron su impacto. Un acuerdo del 42,6% para el trimestre analizado, a pagarse 20% en el mes de julio, 9% en agosto y otro 9% en septiembre más una suma fija de $60.000, a pagarse anticipadamente en dos tramos de $30.000 por el día de las y los metalúrgicos. Queda todavía pendiente el sector siderúrgico, que agrupa a unos 15.000 afiliados y que ya habilitó otro capítulo de nuevas tensiones con el empresario Paolo Rocca.

En definitiva, el nivel de complacencia que muestran algunos dirigentes gremiales tiene resultados reales que impactan en el bolsillo de millones de trabajadores y trabajadoras. La diferencia entre dirigentes que pelean y dirigentes que acatan las directivas de las patronales son cuantificables, por lo que las y los trabajadores -más temprano que tarde- terminan por vislumbrarlo. La próxima parada importante la tiene Camioneros, sindicato que probablemente, como lo marca su historia, mantenga su posición de fuerza en la negociación. 

Compartí

Comentarios

Emiliano Correia

Periodista. Militante popular. Hace 4 años Director y productor de contenidos para Enfoque Sindical. Escribi "De Peces calvos Alimentando Palomas" (poemas) "La Formula de la Fantasía" (Ed. Milena Caserola) y "Testimonios Urgentes de la Resistencia a la Unidad" publicado recientemente por la Fundación G. Abdala. Siempre con les trabajadores.