Los memes son un elemento fundamental de la cultura contemporánea y, por lo tanto, tienen un rol relevante en las disputas de sentido que hacen a la política. En el contexto de la campaña electoral decidimos analizar con detenimiento qué es lo que está sucediendo con la batalla memética en la política argentina.
En su libro «¿La democracia en peligro?», Juan Ruocco define al meme “como un vector de sentido, un ítem digital que transporta sentidos construidos de forma colectiva por una o varias comunidades que lo utilizan para hablar de sí mismas y del mundo”. La diferencia que el autor plantea entre un meme y quien realiza un posteo/video/imagen viral de internet es que el primero es producto de una comunidad, es fruto de un proceso colaborativo que está en permanente mutación y transformación y que muchas veces termina teniendo aplicaciones muy distintas a las que tuvo originalmente.
A nivel mundial, el campo de los memes tiene una hegemonía importante de la ultraderecha que inició en sitios estadounidenses como 4chan, 8chan y sus derivados. Lo que Ruocco llama “la galaxia chanera” son las principales referencias de la cultura memética actual. Estos sitios funcionan con subforos temáticos donde los usuarios anónimos hacen posteos que duran poco tiempo y dependen de la interacción de los otros usuarios para mantenerse en la plataforma. Esto los hace competir por llamar la atención. El autor de ¿La democracia en peligro? afirma que “la capacidad memética de la ultraderecha para instalar narrativas en el sitio no habría sido posible sin la cultura memética que la alojó, le dio forma y la convirtió en fenómeno global”.
Un hito importante que demuestra el poder de influencia 4chan y la cultura memética en la opinión pública general fue cuando en el año 2016 Donald Trump hizo un tweet con Pepe The Frog, un meme catalogado como símbolo racista y de odio, lo que generó una polémica de campaña con Hillary Clinton. De ahí en más, la comunidad chanera tendrá una influencia importante en hechos de magnitud como la toma del Capitolio, como bien desarrolla Ruocco en su libro.
¿Para qué sirven los memes en la disputa política? Según Nicolás Canedo, docente de Comunicación en la UBA e investigador, “la ultraderecha ha ido ganando la conversación pública, ha ido encorsetando o encasillando distintas posiciones de la izquierda y del progresismo y las han logrado estigmatizar para que perdieran credibilidad o verosimilitud a través de una estereotipación muy fuerte”. De esta manera, los memes cumplen un rol muy claro en la estrategia de encasillamiento y estigmatización de las propuestas contrarias al ideario libertario.
Los foros o páginas donde se producen los memes son espacios de jóvenes fuertemente masculinizados y donde, en términos de Natalí La Inca Incaminato, existe “una especificidad de clase». «Hacer un meme significa entender ciertas referencias culturales para satirizar e ironizar que no todo el mundo tiene”, señala la docente y columnista radial. Podemos pensar entonces que, a diferencia de Estados Unidos, entrar a las comunidades de memes en Argentina implica un “capital simbólico” mayor porque incluye la compresión de una larga serie de referencias a la cultura estadounidense que dio origen al lenguaje actual de los memes. Sin embargo, esta especificidad no es contraria a la capacidad de irradiación de estos núcleos que generan sentido a través de las redes y habilitan nuevas formas para discursos de odio que antes no podían expresarse públicamente.
Los memes del León
Javier Milei dio el batacazo en las PASO de 2023 y -como ya analizamos en El Grito del Sur- el activismo virtual tuvo bastante que ver. Pero ¿qué lugar tuvieron en particular los memes?
En Argentina no es 4chan el espacio donde se organiza la comunidad memética de la ultraderecha, sino que existen otros sitios donde circulan una gran cantidad de memes políticos. El primero de la lista es Reddit, una red social de “foros” que utiliza el 9% de los usuarios argentinos según compila Data Reportal. Le sigue Devox, una página argentina que tiene un formato de anonimato similar al de 4chan pero con un diseño basado en la imagen. Finalmente, podemos ubicar a 9GAG, una red social orientada particularmente a memes.
En estos sitios encontramos una comunidad libertaria de apoyo a Milei que reproduce discursos de odio, racistas, misóginos y de reivindicación del terrorismo de Estado. Al igual que pasó con 4chan y Trump, estos espacios sirven para habilitar y reforzar discursos que anteriormente no estaban aceptados: la figura de Videla y la reivindicación de los Falcon verde, por ejemplo, aparecen en estos espacios cotidianamente.
Los contenidos se retroalimentan casi sin oposición (o por lo menos hasta ahora) en estos foros y se reproducen y circulan luego en las redes sociales más masivas. En Instagram, Whatsapp, TikTok y Twitter, la comunidad de usuarios libertarios comparte sus memes y organiza “trolleos” coordinados (acciones de disciplinamiento virtual contra sus enemigos: referentas/es feministas, peronistas o progresistas e -incluso- de Juntos por el Cambio).
La contraofensiva de Unión por la Patria
Los resultados del 13 de agosto produjeron una reacción en el espacio de Unión por la Patria, que nos recuerda al ballotage de 2015: surgimiento de un activismo silvestre (tanto virtual como presencial) que busca evitar un hipotético triunfo de Milei. Entre la militancia y la dirigencia terminó de asentarse la idea de que las redes tuvieron algo que ver con el resultado. “Ha empezado una compresión de los modos en los que la derecha ha ido copando la conversación y hay un intento muy interesante de replicarlo”, señala Canedo.
Están circulando con cada vez más fuerza por Twitter, Instagram, Reddit, 9GAG y Devox los memes peronistas contra Milei y a favor de Massa. Para atacar las ideas libertarias apareció la banana (como símbolo del proyecto de “país bananero” al que nos llevarían sus políticas), el #JavierDelay (para satirizar cierta retracción política en algunas de sus propuestas) y se empezó a levantar a Massa como un “Chad” contra el “Virgin” Milei, usando los mismos códigos de la memética libertaria. Un bumeran preciso contra los ejércitos libertarios de memeros.
Esta avanzada llegó al punto de que Agustín Romo, coordinador de la comunicación digital de La Libertad Avanza, denunció que el equipo de Massa le estaba pagando cincuenta mil pesos a creadores de contenido por cada tweet de apoyo a Massa. En el mismo sentido, la respuesta digital de la militancia libertaria no se hizo esperar: denuncian “el robo de memes”, lo que los ubica en una posición defensiva, como sintetiza Canedo, ya que “cuando te pones a explicar cosas perdiste, porque el que explica es el que parece menos creíble”.
Un final abierto
Las elecciones de octubre y el posible ballotage tienen un final abierto, aunque el panorama sea muy complejo para Unión por la Patria. Más allá del resultado electoral, la reacción y el contraataque de la militancia del campo popular en el terreno digital es fundamental. Los memes son un elemento relevante en la disputa del sentido. El potencial memético de los referentes políticos y sus ideas es parte de su capital político en la actualidad.
Cabe destacar que el potencial memético no se mide linealmente. Por ejemplo, Alberto Fernández es una figura que tiene miles de memes que se usan masivamente en nuestro país pero su poder político se encuentra en caída libre y eso se ve en que sus memes son abrumadoramente negativos o, en el mejor de los casos, empatizan con su “sufrimiento”. El poder memético de Milei está en que tiene una comunidad de jóvenes que producen contenido reivindicando su figura e ideas, que se dedican a atacar a sus rivales y que tienen hegemonía en los principales espacios de producción de memes en Argentina.
El campo popular está mostrando una capacidad de reacción y empezando a fortalecer el poder memético de Massa. Sin embargo, la batalla no termina en una elección sino que tiene que ver con la creación de comunidades que disputen en el terreno digital con las ideas de La Libertad Avanza y Milei.
Por último, es interesante pensar una memética propia que no sea una réplica de la cultura chanera estadounidense. En ese sentido, podemos destacar el ejemplo y la potencia de la comunidad Hagovera impulsada por Tomás Rebord y sus seguidores, que si bien conserva influencia de la cultura estadounidense, cuenta con un lenguaje y una estética propia, una reivindicación nacional-popular y, por sobre todo, logra albergar jóvenes en una cultura memética que no está hegemonizada por discursos de odio.
El potencial de la comunidad virtualmente organizada del peronismo y el campo popular es enorme y la reacción de los últimos días lo demuestra. Aunque es pronto para evaluar el impacto de los memes en la campaña electoral, resulta esperanzador que Unión por la Patria se suba a esta pelea por el sentido en el campo digital.
